El presidente del grupo parlamentario de Unidas Podemos-En Comú-Galicia En Común, Jaume Asens, ha anunciado que su organización está trabajando para que el Gobierno permita vía decreto ley que todos los presos en tercer o segundo grado que tienen permiso para salir de la cárcel permanezcan confinados en sus domicilios y no tengan que volver a prisión mientras dure la crisis sanitaria por el coronavirus, con el objetivo de preservar la salud del resto de internos y evitar los contagios.
En una entrevista, el dirigente de Unidas Podemos y líder de En Comú ha reconocido que esta medida «puede tener un efecto colateral» con los presos catalanes independentistas que cumplen condena por el 1-O con el régimen de flexibilidad del artículo 100.2, si la Generalitat, con competencia en prisiones, aplica también esta medida, como es previsible.
«Es un debate que hemos trasladado al seno del Gobierno, que tiene diferentes aristas, dificultades y planteamientos, pero que está sobre la mesa», ha asegurado, al tiempo que ha añadido que también se beneficiarían de esta medida otros internos como el hijo de Jordi Pujol, otros condenados por corrupción, e incluso Iñaki Urdangarin.
«Por decreto y al margen de quiénes sean»
Según Asens, esta medida afectaría los presos que cumplan los requisitos, «independientemente de quiénes sean los condenados». «Efectivamente afectarían a todas las personas que están en situación de semilibertad, también a Iñaki Urdangarin o a los políticos condenados por corrupción como el caso del hijo de Jordi Pujol u otros políticos del PP que están en situación de semilibertad», ha ahondado.
La propuesta va más allá de la orden de Interior, quien dijo que había que estudiar cada caso de forma individal
Con esta propuesta, el grupo confederal plantea ir más allá de la orden que dictó en marzo la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias, dependiente del Ministerio del Interior, para que las juntas de tratamiento de las prisiones o de los centros de inserción social (CIS) estudien «individualmente» esta posibilidad de que los presos en tercer grado o con 100.2 no vuelvan a los centros penitenciarios.
«La crisis sanitaria ha afectado también a las cárceles españolas, y a pesar de la privación de libertad de la población penitenciaria, no están a salvo, porque los contagios existen y la prueba más evidente es que se producen fallecimientos en las cárceles», ha asegurado Asens.
En este punto, el parlamentario catalán ha argumentado que los organismos internacionales como la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Consejo de Europa o la ONU están haciendo este tipo de recomendaciones, por una cuestión «de salud pública y también de tratamiento» de los internos.
«Nosotros creemos que se deberían poder plantear los confinamientos domiciliarios para todos los condenados que están en régimen de semilibertad, ya sea en tercer grado segundo grado, y eso supone que se adopten las medidas de seguridad oportunas para que no se rompan eso confinamientos domiciliarios. Pero en una situación como la actual, no se puede perjudicar las evoluciones del tratamiento de todos esos internos ni se puede poner en riesgo su salud", ha explicado.
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