El PSOE hace tiempo que abandonó los
caminos democráticos y constitucionales
por los que se movía antaño en el juego
de la política, que es fundamentalmente
el juego del poder, pero no únicamente.
Sánchez, con su aprendiz de brujo al
lado y el catalizador totalitario de
Iglesias, vuelve a la senda de apoyarse,
para asegurarse una inexplicable nueva
prórroga, en los independentistas
catalanes y el PNV. Como siempre ocurre
en estos casos, el resto de España pierde.
Cada privilegio que se da a vascos y
catalanes es una injusticia con el resto
de España. Galicia y Andalucía piden el mismo
trato: que se les otorgue la posibilidad
de gestionar ellos la «renta mínima».
Y uno se pregunta ¿por qué no?
¿Qué ley de la naturaleza, o divina
dice que vascos y catalanes son superiores a
los demás? La izquierda española,
el socialcomunismo que ahora nos gobierna,
es el único que encuentra argumentos
para hacer ciudadanos de primera o de segunda.
Increíble. Han debilitado al Estado y no
tienen ningún plan salvo el «cuanto
peor, mejor». Esa situación
suele volverse contra quien la genera...Bieito Rubido
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