El escrito sostiene que la sentencia del «procés» fue «injusta» y reclama la salida en prisión «inmediata» del exlíder de la ANC y del presidente de Òmnium
«Si usted habla como Vox, actúa como Vox y vota como Vox, es fácil inferir que o es o se parece mucho a Vox». Esta fórmula simplista que le dirigió el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, al líder de la oposición, Pablo Casado, quizá debería inquietarle dadas las palabras, acciones y votaciones de su socio de coalición, Unidas Podemos. La última de los de Pablo Iglesias, refrendar un manifiesto junto a nacionalistas y separatistas en el que se exige la «puesta en libertad de forma inmediata» del exlíder de la Assemblea Nacional Catalana (ANC) Jordi Sànchez y del presidente de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart.
Podemos empieza a hablar como los independentistas, a actuar como los independentistas y a votar como los independentistas. Los problemas de sueño de Sánchez antes de las elecciones del 10 de noviembre, quién sabe, tal vez fuesen por ello. Lo que está claro es que en las dos últimas semanas, desde el acuerdo suscrito entre el PSOE, Podemos y EH Bildu para derogar de forma «íntegra» la reforma laboral -que después los socialistas rechazaron-, los de Iglesias están marcando perfil dentro del Gobierno y desmarcándose hacia sus posiciones de máximos.
El jueves de la semana pasada Iglesias contradijo a la vicepresidenta tercera del Gobierno, Nadia Calviño, y sostuvo que seguía en pie la intención de derogar por completo la reforma laboral de Mariano Rajoy, y después prometió «explorar» un indulto a los cabecillas del «procés». Una posibilidad que, al menos abiertamente, no había puesto encima de la mesa ningún miembro socialista del Ejecutivo, aunque estos sí han defendido una reforma del Código Penal para rebajar las penas de los delitos de rebelión y sedición.
Unidas Podemos también votó en la comisión de la reconstrucción del Congreso a favor de la comparecencia telemática de Carles Puigdemont, expresidente de la Generalitat de Cataluña y fugado de la Justicia, algo que fracturó al Gobierno ya que el PSOE sí se posicionó junto al PP, Vox y Ciudadanos.
Pero Podemos sigue en sus trece y hoy no ha dudado en estampar su firma en un manifiesto que reclama la libertad de Sànchez y de Cuixart, condenados por su papel determinante en la sedición liderada en 2017 por el Gobierno autonómico catalán. El escrito lo firman Unidas Podemos, ERC, Junts per Catalunya, PNV, EH Bildu, Más País, CUP, BNG y Bloc Nacionalista Valencià. El partido de Íñigo Errejón también se adhiere a esta cruzada.
«Papel decisivo en la sedición»
Sànchez y Cuixart fueron condenados por el Tribunal Supremo a nueve años de prisión e inhabilitación para ejercer cargo público por delitos de sedición. El Alto Tribunal les atribuyó «un papel decisivo en la sedición orquestada por el Govern» por su «indiscutida capacidad de liderazgo y estrecho contacto con los dirigentes políticos nacionalistas».
Este marzo ambos dirigieron un recurso de amparo al Tribunal Constitucional, que ya está estudiando, y los firmantes se acogen a la petición de libertad realizada el pasado 13 de mayo desde la ONG Amnistía Internacional para solicitar la «puesta en libertad de forma inmediata».
Esta ONG considera que la condena a los «Jordis» vulnera «sus derechos a la libertad de expresión y reunión pacífica», pero ni ella ni los partidos que suscriben el manifiesto hacen mención alguna al asedio a la Consejería de Economía catalana del 20 de septiembre, en el que una masa encabezada por Sànchez y Cuixart, megáfono en mano y subidos a vehículos destrozados de la Guardia Civil, intentó impedir el cumplimiento de un mandato judicial. Los entonces líderes de ANC y Òmnium han alegado siempre en su defensa que pidieron a la gente un comportamiento «pacífico» y que terminaron desconvocando la concentración. Montserrat Toro, la secretaria judicial que participó en el caso, ya había huido para entonces por el tejado del edificio.
En el primer punto del manifiesto, los partidos tachan de «injusta» la sentencia y aseveran que genera «un precedente nefasto para el derecho a la protesta». Reclaman también más adelante una reforma del Código Penal para «que se deroguen o se reformen» los delitos de rebelión y sedición y, además, se pide la aplicación del plan de desescalada por el coronavirus a las cárceles, para que los presos en semilibertad puedan gozar de permisos con normalidad. Hasta la fecha, los políticos condenados por sedición y malversación no han mostrado un ápice de arrepentimiento y siempre han avisado: «Lo volveremos a hacer».
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