No Al Olvido

miércoles, 13 de mayo de 2020

# La tortura de volar.. En cuanto a prevención, es mejor pecar por exceso que por defecto"..Carlos Alsina reflexiona en su monólogo de Más de uno sobre el comité de expertos para la desescalada y analiza por qué Sánchez quiere prorrogar el estado de alarma no cada 15 días, sino hasta julio...Vídeos 2...!!!!

Esto no sólo amenaza a Iberia, sino a toda la hostelería española, el 12 por ciento de nuestro PIB

Llevo 31 años, toda mi vida profesional, dedicado al periodismo, mi única vocación a la que he tenido la suerte de entregarme. Desde que llegué a ABC en 1989 el sector de los medios de comunicación ha cambiado radicalmente. Todos seguimos buscando nuevas fórmulas para hacer algo tan complicado como que el público esté dispuesto a pagar por nuestro trabajo. Esto ocurre porque somos un sector en el que se llegó a promover la idea de una prensa gratuita cuando todavía no existía internet (ver «La Prensa gratuita», Eunsa, 1984, de Alfonso Nieto, más tarde rector de la Universidad de Navarra). Una prensa basada sólo en los ingresos de la publicidad. Hoy sabemos que infinidad de medios en la red
 dan una información gratuita de una calidad paupérrima frente a la que intentamos competir algunos medios que todavía conseguimos vender ejemplares de pago en los quioscos y en nuestra edición «Kiosko y Más» y que aspiramos a empezar un nuevo modelo en ABC.es.
La sacudida que han sufrido los medios de comunicación a lo largo del último cuarto de siglo puede ser algo menor comparada con lo que les espera a las líneas aéreas en los próximos meses. Ése sí que es un negocio en el que los clientes cada vez son peor tratados. Y no por culpa de las compañías de transporte. Aunque cueste recordarlo, hubo un tiempo en que podías subir a un avión sin más control que el de enseñar tu billete de avión en un primer mostrador y una tarjeta de embarque en el segundo. Yo tengo un amigo que cuenta cómo en el vuelo del Concorde de París a Nueva York las azafatas repartían puros Montecristo y un día, cuando la auxiliar de vuelo se retiraba con un resto de media docena en la caja, él se los pidió y ella le dio todos. Igualito que ahora. Todo cambió el 11-S. Hasta entonces no tenías que pasar un control de seguridad antes de subir al avión en el que te quitan todos los líquidos, te tienes que descalzar y desvestir parcialmente, te manosean y cuando no encuentran lo que hace saltar la alarma, tienes que pasar el arco detector hasta que te hacen quitarte tu anillo de matrimonio por primera vez en 25 años. Nunca ha sonado en ningún aeropuerto, pero el de Tombuctú -es un ejemplo- tiene una «seguridad» tan buena que para tomar el avión tienes que pasar por el arco sin anillo.
Pues esto no es nada comparado con lo que viene. Se han difundido con gran escándalo las imágenes de un vuelo de Iberia Express a Canarias en el que había una ocupación del 86 por ciento. Los pasajeros no tenían asientos vacíos al lado. Se armó la mundial. Me pregunto qué preferirán esos pasajeros, si volar así con mascarillas o pagar el doble por su billete. Porque el coste del vuelo es el mismo para la compañía y tendrán que pagarlo quienes hagan uso del avión.
Dentro de nada volar se puede convertir en una tortura. Un pasajero que paga un billete en primera clase o en clase ejecutiva tenía hasta ahora una comida y unas bebidas de mayor calidad que la que se ofrece en clase turista. Vayan despidiéndose. Todo apunta a que sólo recibirán comida envuelta en plástico -es decir, fría- y bebidas embotelladas. Nada de una copa de vino o de hielo. Y esto representará otro inmenso agujero en las cuentas de las aerolíneas, para las que su mayor rentabilidad está en los billetes de clase superior -las que lo tienen-. Y un mundo en el que no podamos viajar como lo hemos hecho en el último medio siglo será un mundo mucho más pobre. Y esto no sólo amenaza a Iberia y sus accionistas. Esto amenaza a toda la hostelería española, el 12 por ciento de nuestro PIB.....Ramón Pérez-Maura

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