Hongkong Travis Asia, registrada en mayo de 2019 con 1.172 euros de capital, ha vendido a Sanidad material por 245 millones de euros duplicando y triplicando precios de mercado
Desde septiembre está controlada a través de World Trade Enterprises Consultancy, una agencia de sociedades «offshore» cliente de Mossack Fonseca
Hongkong Travis Asia Limited ha vendido mascarillas y respiradores mecánicos al Gobierno para combatir el Covid-19 por valor de 245 millones de euros. Esto la convierte en el segundo mayor proveedor del Ministerio de Sanidad -solo superado por la empresa catalana FCS Select Products, con 263 millones en adjudicaciones-, pese a tratarse de una empresa constituida en mayo de 2019 con 10.000 dólares hongkoneses (menos de 1.200 euros). Y el extraordinario beneficio obtenido, pues los productos vendidos presentan sobreprecios de entre el 100 y el 200 por cien, terminará gestionado desde Panamá a través de una sociedad offshore, según los documentos del Registro Mercantil de la Región Administrativa Especial de Hong Kong consultados por ABC.
El pasado 25 de septiembre,
los responsables de Hongkong Travis Asia Limited inscribieron un cambio en su organigrama y nombraron a la sociedad World Trade Enterprises Consultancy Limited «Company Secretary», equivalente a secretaria del consejo de administración. Según especialistas en derecho mercantil internacional y evasión de capitales preguntados por este diario, esta es una figura «habitual» que utilizan los despachos de abogados para crear estructuras fiduciarias, «offshore», con el objetivo último de ocultar a los verdaderos propietarios de la compañía.
Servicios «offshore»
De hecho, World Trade Enterprises Consultancy Limited es una asesoría fiscal con presencia en varios países, entre ellos paraísos fiscales como Islas Vírgenes, Seychelles o Islas Marshall. Es decir, está especializada en los servicios «offshore», entre otros, para reducir la carga impositiva o, directamente, no pagar impuestos. Con estas características no resulta extraño que World Trade Enterprises Consultancy aparezca en los «papeles de Panamá», la megafiltración de documentos del despacho Mossack Fonseca al Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, por sus siglas en inglés). Este despacho, ya clausurado, ofrecía sus servicios supuestamente legales, pero que servían para la ocultación de activos y evasión de capitales. En el momento de la entrega de los archivos al diario alemán «Süddeutsche Zeitung», que los compartió con el ICIJ y se publicaron en abril de 2016, la gestora del contratista del Ministerio de Sanidad actuaba como intermediaria de dieciséis compañía a través de Mossack Fonseca.
Islas Vírgenes y Samoa
El despacho panameño hacía de intermediario de estas sociedades con las Islas Vírgenes Británicas y Samoa desde el año 2005, de acuerdo con la base de datos del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación.
Al margen de la estructura empresarial «offshore» del proveedor, el Ministerio de Sanidad ha pagado por la mercancía, según los productos, entre dos y tres veces su precio de mercado real en el momento de la compra. De los 245 millones abonados, alrededor de 100 son comisiones abusivas. ABC ha pedido a cuatro vendedores precios de los mismos materiales comprados en las mismas fechas: cien ventiladores Aeonmed Modelo VG70 a 34.623 euros la unidad el 24 de marzo; 33 millones de mascarillas quirúrgicas el 25 de marzo a 86 céntimos cada una; 20 respiradores Carefusion Vela a 62.703,13 la unidad; 56,2 mascarillas FFF2 a 3,5 euros la unidad compradas el 28 de marzo; y 2,5 millones de mascarillas FFP3 encargadas el 8 de abril a un precio de 6,14 euros la pieza.
Las cuatro empresas consultadas (dos de ellas están suministrando material sanitario a comunidades autónomas y las otras dos han ofertado sus servicios a distintas administraciones) coinciden en que el mayor abuso se ha cometido en las mascarillas quirúrgicas. El precio real, el de antes del Covid-19, era de apenas unos céntimos de euro, pero se dispararon. Aun así, «la mejor, la más cara, con todos los certificados en regla y comprada en esa fecha, se vendía a un precio final de 45 céntimos», relata a ABC un distribuidor internacional que comercia con productos sanitarios chinos y de otros países en Europa, América y África desde hace treinta años.
«El intermediario ha cargado un beneficio de unos 60 céntimos por mascarilla», de los 86 que ha pagado el Ministerio de Sanidad, informa otro vendedor que maneja precios menores (para evitar posibles perjuicios a su actividad económica, han pedido a este diario preservar sus identidades). Es decir, las mascarillas quirúrgicas nos han costado entre el doble y el triple del precio de mercado. Hay que tener en cuenta que en las farmacias españolas se venden, una a una, no por millones, a un precio máximo fijado de 96 céntimos, solo diez más de lo abonado por el Gobierno en un pedido multimillonario.
En las mascarillas FFP2 y FFP3 también ha habido importantes sobreprecios. Otro empresario que ha vendido esas mascarillas en Chile narra a ABC que las FFP2, que Sanidad ha pagado a 3,50 euros, «llevan un sobreprecio de entre 1 y 1,5 euros», mientras que las FFP3 de 6,14 euros «se venden a la mitad».
En cuanto a los respiradores, el Aeonmed de más de 34.000 euros «costaba antes de la crisis sanitaria 7.000 euros», dice un intermediario, «y ahora está a alrededor de 20.000 euros», es decir, 14.000 menos de lo pagado. Tanto en este como en el de coste más elevado, el Carefusion de 62.700 euros, «el intermediario se ha llevado una comisión de entre el 50 y el 75%», relata un vendedor que ofertó sus productos al Ministerio de Sanidad pero no recibió noticia alguna. «No me explico cómo han acudido a este tipo de empresas teniendo gente en España que sabe hacerlo y que se dedica a esto», añade.
Sobreprecios
Un comerciante de un país asiático residente en España que ha revisado el pedido completo, teniendo en cuenta las fábricas de las que salieron, hace un diagnóstico demoledor: «Este pedido, en esas fechas, con las tasas, el transporte en avión, que ha subido mucho, y el beneficio normal del intermediario, alrededor de un 20%, son unos cien millones de euros puesto en Barajas. ¿Dónde están los 140 millones que han cobrado de más?», asevera en conversación telefónica con ABC tras solicitar los precios a su equipo en China.
Por otro lado, el empresario añade que «estos mismo productos habrían costado bastante menos de un tercio de lo que ha pagado el Gobierno si se hubieran encargado en enero, cuando empezó la crisis». Además, según la documentación publicada por el Gobierno, Hongkong Travis Asia ahorró en transporte, puesto que salvo las mascarillas FFP2 y FFP3, el resto lo trajeron los aviones que puso gratis Inditex u otros medios del Gobierno.
Fuentes oficiales del Ministerio de Sanidad preguntadas por los motivos para seleccionar a este importante proveedor de material sanitario sostienen que «el criterio utilizado es el que se exige a todas las empresas con las que se ha trabajado: que el producto cumpla con las características y las especificaciones requeridas y un estudio de fiabilidad de la empresa».
Por otro lado, ABC se ha puesto en contacto por escrito con la empresa hongkonesa durante el fin de semana, días que tradicionalmente son de descanso, sin haber obtenido respuesta.
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