Recordemos. Los tres errores de Zapatero
fueron no querer ver la crisis económica y
tomar tarde y mal las medidas para atajarla;
proyectar la peor imagen de España en el
exterior, y finalmente -algo imperdonable-
volver a dividir y enfrentar a los españoles
en dos mitades. Con Sánchez vamos por
la misma senda zapateril, ampliada si cabe.
La crisis económica ya está aquí.
La confrontación de los españoles es
gasolina de uso habitual en sus discursos.
Y nuestro crédito exterior está en caída libre.
El turismo, el petróleo de España, nada menos
que el 12 por ciento del PIB, es un buen
termómetro para entender todo cuanto escribimos.
Los países de la UE, principales visitantes y
clientes, no se fían de nuestros datos del Covid.
Nuestra diplomacia, habilidosa en el pasado,
se muestra incapaz de cambiar la percepción
que sobre España dibujan en las cancillerías
de medio mundo, que no es otra que
la de un país gobernado por socialcomunistas,
apoyados por partidos filoterroristas e independentistas.
Solo falta que Pablo Iglesias asuma tareas
de representación exterior.
Entonces el éxito estaría garantizado...Bieito Rubido
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