El oro roza los 2.000 dólares la onza (en junio de 2007 cotizaba de media a 655,49 dólares), alimentado los rebrotes del Covid-19, por lo que se podrían triplicar los 2.180 millones de euros obtenidos por el ministro
El exvicepresidente del Gobierno y exministro de Economía y Hacienda (2004-2009), Pedro Solbes, decidió vender un 32% de las reservas de oro del Banco de España - unas 133,7 toneladas o 4,3 millones de onzas troy de oro- a escasos meses de que estallara la crisis de las subprime en la primavera de 2007. En España el discurso oficial solo hablaba de una leve desaceleración o de un «aterrizaje suave» de una economía, que todavía aquel año iba a crecer un 3,6%. Por aquel oro, que se puso en el mercado entre marzo y junio, se obtuvieron unos 2.180 millones de euros para unas finanzas públicas aparentemente en impecable estado de forma. En la actualidad, este metal podría valer más de 8.400 millones de dólares (unos 7.166 millones de euros) la onza (el oro llegó ayer a cotizar al cierre de las bolsas europeas en los 1.959,17 dólares la onza, rozando los históricos 2.000 dólares).
Solbes describió el espíritu de la operación en el Senado circunscribiéndola a un movimiento más amplio de los demás bancos centrales de la Eurozona para deshacerse progresivamente de sus reservas. El vicepresidente económico de Zapatero sostuvo en aquel momento que el oro «ya no era una inversión rentable» y añadió que «las reservas del Banco de España deben tener como objetivo fundamental el maximizar su rentabilidad». En junio de 2007 el oro cotizaba a un precio medio de 655,49 dólares la onza - en la actualidad roza los 2000 dólares- mientras que un año después ya lo hacía a alrededor de los 888,49 dólares. Considerado un valor refugió, en tiempos de tribulación los inversores suelen volver la vista hacia el denominado «vil metal». Hoy, con el oro cotizando a 1.959,17 dólares la onza podría haber logrado 8.424,43 millones de dólares aproximadamente (7.188,69 millones de euros).
En opinión del profesor del IEB (Instituto de Estudios Bursátiles) Javier Niederleytner el oro ha subido hasta un 120% desde la operación orquestada por Pedro Solbes, a la que atribuye una intención de «hacer caja» vendiendo oro ante un posible deterioro de las cuentas públicas y ha apuntado que es muy difícil sostener, que si hubiera aguantado más, habría sacado mayor beneficio. Sobre la comparación entre ambos contextos, el de las vísperas de la crisis de las hipotecas subprime y el actual - a puertas de otra caída de la economía por virulento virus-Niederleytner recnoce que no le resultaría extraño «si el Gobierno decidiera vender parte de sus reservas de oro, ahora que roza casi los 2.000 dólares».
Un valor refugio contra el Covid-19
En lo que llevamos de 2020, al alimón de la pandemia, el precio del oro ha protagonizado una continuo ascenso, acelerado durante el último mes. Solos unas referencias: el pasado 29 de enero el metal amarillo cotizaba en 1.576,31 dólares cayendo levemente en los primeros días del confinamiento hasta los 1.468,37 dólares el 19 de marzo. A partir de entonces, su tendencia a alza se aceleró alcanzando los 1.714,20 dólares la onza el 27 de abril hasta tocar los 1.776,75 dólares el pasado 3 de julio. En lo que ha restado de mes ha pasado a cotizar próximo a los 2.000 dólares (este martes en los 1959,17 dólares la onza).
En opinión de Niederleytner «el mundo se está enfrentando a una serie de incertidumbres, la principal de ellas precisamente por el rebrote del coronavirus aunque hay que sumarle las tensiones entre Estados Unidos y China que vuelven a aparecer, y el que la economía pueda no salir del bache». En este sentido, ha reconocido que se trata de un mercado que «cuenta más o menos con el viento de cola, pero ese mismo viento puede darse la vuelta con una noticia como la aparición de una vacuna». este analista ha apuntado que si «a la vuelta del veranos e descubriese la vacuna, fuera la incertidumbre». Lo que podría dejar el oro alrededor de los 1.500 dólares la onza, un precio que no se registra desde el primer trimestre del año. Como ejemplo, este analista pode lo sucedido en las bolsas con fuertes caídas durante los meses de marzo, recuperadas en casi todas las plazas durante abril y mayo. «La gente nos e fía de lo que pueda pasar, actúa rápido y con cambios bruscos», concluye.
No hay comentarios:
Publicar un comentario