Unidas Podemos aceptará «algunas modificaciones» en el acuerdo para aprobar las cuentas
El vicepresidente del Gobierno, Pablo Iglesias, asume con pragmatismo la estrategia del PSOE de intentar conseguir apoyos más allá de los socios de investidura. Lo que significa aceptar el acercamiento de Moncloa a Ciudadanos como plan B ante un posible plantón de ERC, que el año pasado ya provocó el adelanto electoral al tumbar las cuentas. Fuentes cercanas a Iglesias insisten en que no tiene «ningún complejo» con el apoyo de Cs. Aunque el vicepresidente sí considera que será «complicado» llegar a acuerdos por mantener «posiciones alejadas».
Iglesias quiere priorizar la mayoría parlamentaria de la investidura y profundizar en el acuerdo de coalición para aprobar los Presupuestos de 2021. Sin embargo, en el Gobierno son conscientes de que la volatilidad de ERC, con unas elecciones al caer, y la fragilidad parlamentaria de la coalición complican la viabilidad del proyecto. Más aún, con una crisis económica.
Por ello, en Unidas Podemos (UP) están muy atentos a las exigencias de Bruselas a razón de las ayudas europeas. El mapa de alianzas que trace el Gobierno dependerá de las normas que marquen desde allí. Iglesias espera con «tranquilidad» porque, explican desde su entorno, confía en que los posicionamientos de Europa sean en la línea del Gobierno después de la buena acogida del Ingreso Mínimo Vital. En UP defienden una política expansiva para salir de la crisis económica potenciando el gasto público y aumentando los impuestos. Medidas que son además próximas a sus socios.
Pero si Europa impone unas cartas contrarias, Sánchez tendrá que buscar refugio en Cs. Por esto, entre otras razones, la parte socialista del Gobierno trabaja la relación con el partido de Inés Arrimadas desde hace semanas. Casi como una red de seguridad. Un diálogo próspero que al partido naranja también le conviene porque hacen valer sus 10 diputados. Y que Sánchez aprovechará para intentar quitarse el sello de Gobierno «socialcomunista» que le ha puesto la oposición. De hecho, la semana pasada se citaron en el Palacio de la Moncloa una delegación gubernamental y otra de Cs para analizar el decreto ley de la «nueva normalidad».
Las mismas fuentes mencionadas señalan que ese encuentro no molestó a Iglesias a pesar de que no hubo ningún representante de UP. Ni falta que hacía, porque, dicen, sabe que ese no es su espacio para pivotar. Desde su entorno explican que el vicepresidente segundo no pondrá ninguna línea roja a la negociación con Cs de cara a los Presupuestos siempre que no desvirtúen el acuerdo de Gobierno.
Por otro lado, también se apunta a que la prioridad del Gobierno es presentar los Presupuestos en septiembre, reconstruir la mayoría de la investidura y negociar enmiendas con sus socios. Sin embargo, asumen el diálogo con Cs porque refuerza su base de apoyos si el independentismo da el portazo.
«Los acuerdos se cumplen»
Ayer el portavoz de UP en el Congreso, Pablo Echenique, se mostró a favor de «alguna modificación» en el acuerdo para favorecer la negociación de los Presupuestos. Abundando así en sus declaraciones del pasado martes en el Congreso cuando admitió que el momento actual de crisis económica exigía «flexibilidad».
«Estamos dispuestos a hablar con todo el mundo», defendió Echenique, en TVE. «Lo que toca no es plantear escenarios negativos para el país», aclaró después. También explicó que el acuerdo de Gobierno está «muy vigente». Luego, preguntado por la derogación de la reforma laboral, el portavoz de UP escurrió la pregunta: «Los acuerdos se cumplen»....
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