El gobernador del Banco de España,
Pablo Hernández de Cos, es un alto
funcionario que está jugando exactamente
el papel que tiene que desarrollar cualquier
buen servidor público. Discreto,
sin una palabra más alta que otra,
con la fuerza del conocimiento y
el rigor de los datos, viene advirtiendo
a los políticos, a la opinión pública y a
quien quiera oírlo acerca de los malos
tiempos que se acercan para nuestra economía.
Propone también sus recetas que no
siempre gustan a la clase política y
en otras ocasiones a la propia ciudadanía.
Ejerce con una neutralidad admirable y su
ejemplo debería servir para otros niveles
de la administración pública.
Si de verdad queremos vivir
en una democracia de calidad,
determinados puestos y niveles de
la administración deberían estar en manos
de funcionarios profesionales,
bien formados, alejados del vaivén de
la alternancia política y evitando aquel
«turnismo» del que escribió Galdós y que
tanto daño nos ha hecho a lo largo de los años.
Insistir en la modernización de
España consiste en eso.
Te lo digo Pablo para que lo entiendas Pedro....
.Bieito Rubido
No hay comentarios:
Publicar un comentario