Orden de busca y captura al paciente cero de un brote en Navalmoral de la Mata. Preocupa un centro de acogida en Málaga con 89 personas contagiadas
La inmigración, a través de pateras que no pasan controles gubernativos, y las condiciones sanitarias en las que se encuentran algunos centros y en suelo español, además de las tradicionales puertas de entrada al país, como los aeropuertos, se han convertido en un semillero de expansión del virus. Actualmente, preocupan varios brotes, aunque la Organización Mundial de la Salud(OMS) felicitó precisamente ayer a países como España, Polonia o Israel la vigilancia que están manteniendo respecto a los casos importados y sus logros respecto a los «brotes que siguen siendo peligrosos».
Los focos que preocupan más ahora son los de un centro de acogida de Cruz Roja en Málaga, con 89 positivos; y otro en Navalmoral de la Mata (en
Cáceres), que ayer sufrió un episodio chocante. El inmigrante al que se considera el origen del brote huyó y continúa en paradero desconocido al cierre de esta edición, por lo que la Junta ha solicitado una orden de busca y captura para garantizar que cumple con las medidas de prevención ante posibles contagios.
El vicepresidente segundo de la Junta de Extremadura y consejero de Sanidad, José María Vergeles, anunció que se hizo esta petición después de constatar que esta persona desapareció durante el aislamiento domiciliario, por lo que podría tratarse de un delito contra la salud pública.
El brote de esta población cacereña asciende a 24 positivos confirmados por PCR, aunque se vigila a 54 personas, en su mayor parte personas de origen magrebí y procedentes del África subsahariana que residen en viviendas de la ciudad. De ellos, treinta han dado negativo a las pruebas, pero permanecen aislados por seguridad.
El consejero de Sanidad expuso que el brote está por el momento localizado y aislado. «Es radicalmente falso que vayamos a reescalar», afirmó. Vergeles explicó que se inició el estudio epidemiológico de estos 54 casos y este análisis apuntó a que el paciente cero estaba acogida en Navalmoral, tras ser trasladada desde Almería el pasado 24 de mayo. El viaje, aún en la fase 1 de la desescalada, estaba enmarcado en el programa de atención humanitaria y protección internacional de la Secretaría de Estado de Migraciones.
Queja en Extremadura
El Gobierno regional no tuvo conocimiento de este viaje hasta el 29 de mayo, cuando la Secretaría de Estado informó a la Junta de que la persona acogida en Navalmoral era contacto estrecho de otra trasladada a Soria, donde había dado positivo por coronavirus. Vergeles indicó que coincidieron en la travesía en patera. Aclaró que este traslado no tenía que ser comunicado a la Administración regional, pero que ha pedido al Gobierno que, en las circunstancias actuales, se informe de este tipo de desplazamientos para que se puedan tomar medidas. «Es una decisión que se ha adoptado ya», afirmó. El Gobierno de Castilla y León también mostró sus quejas a comienzos de junio, después de que se conociera que un inmigrante acogido en Soria era el origen de otros seis contagios de Covid-19.
Tras recibir el aviso del Gobierno, la persona acogida en Navalmoral fue sometida a una PCR a pesar de que no presentaba síntomas y a que el protocolo en aquel momento no exigía realizar las pruebas. Como dio positivo, se inició el estudio epidemiológico y se comunicó el caso al Ministerio de Sanidad y a la Secretaría de Estado. Desde entonces, se han producido 23 contagios dentro de este agrupamiento, lo que evidencia que no se han cumplido las normas sobre aislamiento, motivo por el que la Junta ha solicitado a la Delegación del Gobierno un «control policial estricto» de las medidas de prevención.
El aeropuerto madrileño como «coladero»
En el Gobierno regional madrileño la amenaza se sigue llamando Covid, y su puerta de entrada, se temen, es el aeropuerto de Barajas. La presidenta Isabel Díaz Ayuso presentó ayer datos alarmantes: desde el 11 de mayo y el 11 de junio se han detectado en Barajas 32 personas positivas. De ellas, cinco están hospitalizadas. Todos fueron monitorizados. En el Gobierno de Madrid creen que se pueden considerar casos importados por cumplir el periodo de 14 días de incubación en el país de origen.
El Ejecutivo madrileño lleva semanas pidiendo protocolos más estrictos en Barajas, sobre todo de cara al 1 de julio, cuando se abrirán las fronteras internacionales. Los que ahora se aplican, y los que, según el Ministerio de Transporte, están en línea con los que funcionan en Europa, le parecen al vicepresidente madrileño, Ignacio Aguado, «un paripé». Consisten en la cumplimentación de un formulario, la toma de temperatura y un examen visual sobre el que Aguado planteó serias dudas: «¿Qué médico es capaz de saber que alguien tiene coronavirus solo mirándole a la cara?», ironizó. La presidenta recuerda que «no puedo perseguir a los turistas para que se metan en un hospital».
En Madrid están muy preocupados porque la falta de control en Barajas propicie la entrada de nuevos casos. Díaz Ayuso señalaba ayer que los datos de contagios en la región madrileña eran ya bajísimos, lo que indicaba que el virus era «casi inexistente», a no ser que «entre de fuera». Alarma también que desde que se inició la llamada «nueva normalidad», nadie en el Gobierno central les haya «informado de un solo caso de positivo por Covid en Barajas», algo que Aguado no cree «estadísticamente posible».
Centro de acogida en Málaga
Por su parte, Andalucía vive estos días el aleteo de varios rebrotes. Hay cinco en estos momentos con 137 casos, tres siguen activos y dos controlados. El último consignado es en Lepe (Huelva), con nueve casos. Pero el más numeroso se ha dado en Málaga, donde la última cifra de positivos en el centro de acogida de Cruz Roja facilitada ayer por la Junta era de 89, aunque nadie dudaba que seguiría subiendo. La mayoría, internos de estas instalaciones (hay actualmente 94), pero también alguno de entre la plantilla que les atiende, formada por 32 personas. Las condiciones sanitarias en las que han llegado algunos inmigrantes ha provocado también el contagio. No obstante, pese al volumen de casos, las autoridades andaluzas consideran que el brote está controlado «casi al 100%». El centro está cerrado a cal y canto y custodiado por la Policía. Ninguno de los contagiados ha requerido su traslado al hospital; la mayoría son jóvenes y muchos de ellos asintomáticos.
Lo mismo está ocurriendo en Aragón, donde ayer el alcalde de Monzón, Isaac Claver, reconocía a este diario que el problema en esta zona no son los «temporeros», aunque también se ha podido relajar en algo las medidas sanitarias en la comarca del Bajo Cinca y Cinca Medio, que han retrocedido a fase 2. Aquí, según Claver, «el brote está controlado», algo que aseguró el Gobierno aragonés. Su presidente instó a «no demonizar» el sector de la fruta y evitar brotes de xenofobia , porque el Covid ya está poniendo en muchos aprietos al sector del campo como para añadir algunos más. Se han notificado 53 casos más de Covid en las últimas 24 horas en esta región. La mayoría son jóvenes y también asintomáticos, incidió Lambán, aunque «ha habido que hospitalizar a dos o tres».
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