Acierta Pablo Casado al sentarse a dialogar
sobre un macroplán de recuperación de
España tras la crisis del Covid.
Atina también al imponer el marco donde
debe desarrollarse ese intercambio de
puntos de vista, diagnósticos y posibles soluciones.
Se equivocaría si entrega un cheque en blanco a Sánchez.
La trayectoria del presidente invita a pensar
que es un hombre de poco fiar y que, con
estos posibles acuerdos, busca tapar sus vergüenzas,
que en esta pandemia son muchas.
Una parte de la sociedad española,
cada vez mayor, demanda diálogo y acuerdos,
pero no a cualquier precio. No vale invocar
la mística de la Transición para justificar
una reedición de los Pactos de la Moncloa.
Es otra España y es otro problema.
Hay muchas diferencias entre las dos ópticas
que hoy representan Gobierno y oposición.
Y en eso consiste la democracia: si este
Gobierno no sabe -ni puede-, que deje paso a otro.
Aunque pierdan cuidado, no ocurrirá.
El promotor del «no es no» ha tenido
la suerte de encontrarse enfrente a gente
racional y responsable y pasaremos al «acuerdo,
si es posible».
Tampoco tengo claro
que esto resuelva todas nuestras desgracias....Bieito Rubido
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