Las pruebas de anticuerpos rechazadas por la India se suman a los tres contratos que Sanidad suscribió con el proveedor de las mascarillas defectuosas
El Gobierno ha firmado, desde que estalló la crisis del coronavirus, al menos cinco contratos por valor de 171 millones de euros de material sanitario cuya solvencia está en duda. No obstante, uno de estos acuerdos, el de los test fallidos, fue finalmente rescindido, lo que deja la factura de compras dudosas en alrededor de 154 millones de euros.
En primer lugar estalló el escándalo de los test de detección frustrados. En los compases iniciales de la pandemia, cuando el virus golpeaba más fuerte, saltó la noticia de que los exámenes efectuados por el Ministerio de Sanidad sobre estos test ponían en duda su sensibilidad para detectar el coronavirus. Eran de la marca Shenzen Bioeasy Biotechonology y fueron adquiridos por Sanidad a través del proveedor Interpharma. El acuerdo firmado tenía un valor de 17 millones de euros y el Ministerio, después de comprobar que no eran efectivos, lo rompió.
Tres contratos , 116 millones
Después surgió un segundo escándalo con material defectuoso. Se trató de las mascarillas de la marca Garry Galaxy, que el Gobierno compró y distribuyó entre las distintas Comunidades Autónomas para proteger a los profesionales sanitarios, uno de los colectivos más afectados por los contagios. Sanidad, después de que Aragón y Cataluña le advirtieran de sus sospechas sobre algunas mascarillas de esta firma, analizó varias muestras. Las Garry Galaxy se compraron como mascarillas de protección nivel FFP2, pero los análisis demostraron que varios lotes no cumplían con los parámetros mínimos exigidos. El Ministerio, entonces, ordenó la retirada inmediata de las mascarillas de dicha firma que venían envueltas en un sobre verde.
Andalucía, Murcia o Galicia fueron las Autonomías que antes actuaron y procedieron, en consecuencia, a aislar o practicar seguimiento al personal sanitario que hubiera usado las mascarillas de los lotes defectuosos. Sanidad no ha aclarado cuál es el número total de mascarillas defectuosas, pero sí se ha podido saber, como adelantó este diario, que el Ministerio firmó hasta tres contratos por valor de 116 millones de euros con Hangzhou Ruining Trading, el proveedor de las Garry Galaxy defectuosas. Un contrato era por dichas mascarillas y, los otros dos, por trajes de protección para los sanitarios.
Los test que la India rechaza
El pago del pedido en el que estaban incluidas las Garry Galaxy se realizó por adelantado, práctica habitual entre los proveedores chinos. Lo mismo ocurrió con los cinco millones de test de anticuerpos que Sanidad compró por 38 millones de euros y que, posteriormente, la India ha rechazado tras comprar otra remesa y considerarlos poco precisos.
Se trata de la prueba denominada «Sars-Cov 2 Antibody Test (Lateral Flow Method)» del laboratorio Guangzhou Wondfo Biotech. España compró, como adelantó ABC, 5.030.000 test de este tipo, pero el Consejo de Investigación Médica de la India (ICMR en sus siglas en inglés) sembró las dudas sobre su eficacia después de ordenar a los profesionales del país que dejaran de usarlos y que se los remitieran para devolvérselos al fabricante. «Los resultados han mostrado una amplia variación en su sensibilidad, a pesar de la promesa de un buen rendimiento para fines de vigilancia. Por ello, se aconseja a los estados que dejen de usarlos», suscribió la autoridad sanitaria de la India. Mientras tanto, estos test siguen utilizándose, pese a las críticas de los profesionales, en regiones españolas como Navarra...
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