La ausencia de acuerdos retrasa el inicio de los trabajos otra semana
Sigue sin definirse la presidencia, pero el principal escollo es ahora el formato
La comisión para la reconstrucción social y económica nacerá hoy en el Congreso de los Diputados huérfana del consenso que pregona el Gobierno. Los motivos para el optimismo se diluían ayer con el paso de las horas, al ver cómo se alejaba toda posibilidad de acuerdo entre el PSOE y el PP.
Persiste la discrepancia en torno a quién debe ostentar la presidencia de la comisión –los populares la reclaman para sí, como líderes de la oposición–, pero este parece el menor de los problemas. En el conflicto que separa a los dos principales partidos políticos hasta posiciones irreconciliables subyace una cuestión de fondo....
Mientras los socialistas quieren limitar la comisión parlamentaria a un foro de diálogo en
el que pactar las medidas económicas, sanitarias y sociales para superar la crisis del coronavirus, el PP insiste en un formato más cercano a una comisión de investigación.
El principal partido de la oposición cree que además de consensuarse la manera de dejar atrás la pesadilla del Covid-19, el Ejecutivo debe responder por su gestión y hacerlo con luz y taquígrafos en el seno de esa comisión. Un objetivo que quizá solo comparta Vox en el arco parlamentario, ya que el resto de formaciones no muestran voluntad de querer fiscalizar al Gobierno de Pedro Sánchez por ese cauce.
Vox se sentará en la comisión, pero no aceptará «un circo mediático» y exigirá responsabilidades
El PSOE, sin embargo, no necesita al PP para aprobar su constitución. Los dos partidos del Gobierno suman mayoría en la Mesa del Congreso, por lo que pueden sacar adelante esta comisión sin negociar con ningún partido de la oposición. Hoy por la tarde, precisamente, ese órgano calificará favorablemente la creación de esta comisión y la remitirá a la Junta de Portavoces. Allí tendrán la oportunidad todos los partidos de debatir y, oída la Junta, la Mesa tomará una decisión definitiva. Esta segunda reunión de la Mesa puede ser hoy mismo, pero fuentes cercanas a este órgano aclaran que podría convocarse otro día. Algo que dilataría aún más los plazos.
Sin acuerdo en el contenido
Lo que se retrasará en cualquier caso, salvo que el PSOE y el PP cierren un compromiso «in extremis», es el inicio de los trabajos de la comisión. Los socialistas pueden constituirla sin el PP, sí, pero sin definir áreas, objetivos o calendario. Si no hay pacto previo, lo más probable es que se inicie una nueva negociación para tratar de alcanzar un acuerdo que dote por fin de contenido a la comisión.
Si el Gobierno ve complicado pactar con el PP, a quien ni tan siquiera le concede añadir «las libertades públicas» a los ámbitos económico, sanitario y social, mucho peor lo tiene para un consenso que incluya a la tercera fuerza parlamentaria.
Vox, que no está participando siquiera en la negociación que el PSOE está manteniendo con el resto de grupos políticos para diseñar el funcionamiento de esta comisión, se sitúa en la retaguardia. A día de hoy, su posición es la de acudir, con una representación equivalente a sus 52 diputados, pero con un objetivo claro, «pedir responsabilidades y exigir dimisiones» por la «mala gestión» que se ha hecho de la crisis del Covid-19, tal y como aseguró ayer el portavoz del Comité de Acción Política, Jorge Buxadé. Informa Paloma Cervilla.
Ciudadanos y el PNV coinciden y rechazan convertir la comisión en una de investigación
Su presencia, asimismo, queda condicionada a que no se convierta en un «circo mediático» y a que no se utilice para «repartir culpas» entre los españoles. Buxadé advirtió de que no van a permitir que el Ejecutivo imponga «ningún límite» al debate. El presidente del PP, Pablo Casado, sí ha querido negociar, pero se ha encontrado una puerta cerrada. Ayer el portavoz de Podemos en el Congreso, Pablo Echenique, recalcaba en declaraciones a TVE que la comisión no será para «investigar» al Gobierno. La llamada a la unión, de momento, se limita a invitar a la oposición a abrazar los postulados gubernamentales.
Desesperan los plazos
En Ciudadanos (Cs), mientras tanto, cunde la «desesperación» por los plazos. La presidenta del partido, Inés Arrimadas, cargó ayer contra el PSOE y el PP por no cerrar un acuerdo y exigió de nuevo que ambos pisen el acelerador para comenzar los trabajos cuanto antes. Una semana después del pacto entre Sánchez y Casado para abordar la reconstrucción en una comisión, esta sigue sin constituirse.
Arrimadas recordó que su oferta, que Cs haga de «puente» entre ambos partidos y presida la comisión, sigue en pie. El inconveniente de esa vía es que los independentistas catalanes se oponen frontalmente a que el mando recaiga en Cs y el PSOE no quiere desairarlos. Lo que sí agrada a los socialistas es la negativa de los liberales a convertir la reconstrucción en una suerte de control extra al Gobierno. Así lo dejó claro José María Espejo ayer en una entrevista con ABC, en la que dijo estar a favor de fiscalizar la gestión del Gobierno, pero no en el seno de esa comisión. Cuestión en la que coinciden fuentes del PNV consultadas por este diario. El PSOE y el PP siguen lejos...
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