Podemos insiste en sus críticas al CGPJ y al presidente Carlos Lesmes
El Gobierno ha tomado la decisión de que no va a cuestionar en público al vicepresidente Pablo Iglesias tras su nuevo choque con la Justicia. Y procede así pese a que en el seno del Ejecutivo existe malestar entre algunos de sus miembros por tener que «perder el tiempo» teniendo que matizar o rebajar «las ocurrencias de siempre», reconoce un ministro ya visiblemente molesto con tener que asistir a episodios como este de forma frecuente. Recuerda sin ir más lejos las críticas a la Monarquía alentadas al comienzo de esta crisis sanitaria.
No hay que olvidar que se trata de un Gobierno en el que conviven tres jueces: Juan Carlos Campo, Fernando Grande-Marlaska y Margarita Robles. Precisamente la ministra de
Defensa recetó el jueves algo de prudencia: «Las decisiones judiciales se pueden criticar sin pasar límites».
Pese al malestar que varios ministros refieren en privado, se vislumbra un sentir mayoritario por pasar página: «Lo que cada uno dice, ahí queda. Pero de momento no nos distraigamos de lo fundamental», dice otra ministra. Otro dirigente socialista remarca que vuelve a demostrarse que «una cosa es el PSOE y otra Podemos», obviando en cualquier caso que en el Gobierno no debe haber distinciones, o al menos así lo demandaba el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, cuando alertaba del riesgo de tener «dos gobiernos en uno». O como cuando demandó un Gobierno «con una sola voz». Ya son varias las ocasiones en las que los cinco ministros de Unidas Podemos actúan como bloque desmarcándose de algunas directrices y decisiones.
Es la segunda vez en cuatro meses que el Consejo General del Poder Judicial tiene que emitir un comunicado para reprochar las palabras del vicepresidente del Gobierno. En esta ocasión, tras la sentencia contra la líder de Podemos en la Comunidad de Madrid, Isabel Serra. Pablo Iglesias denunció que «mucha gente siente que corruptos muy poderosos quedan impunes gracias a sus privilegios y contactos, mientras se condena a quien protestó por un desahucio vergonzoso». El CGPJ emitió un duro comunicado expresando «un absoluto y rotundo rechazo» a las palabras del vicepresidente del Gobierno.
Pese a que entre algunos miembros del Gobierno existe malestar por las palabras de Iglesias y este nuevo choque institucional, la portavoz, María Jesús Montero, negó en primer lugar que estemos ante una nueva escalada entre el vicepresidente y el poder judicial. Pese a que es la segunda vez en cuatro meses que se produce un hecho así. «No hablaría de escalada en el enfrentamiento», aseguró Montero contra toda evidencia. Pero poniendo de manifiesto que no existe interés en remover la cuestión. De hecho, varias fuentes gubernamentales aseguran que ayer no se abordó esta cuestión en el Consejo de Ministros que prorrogó el estado de alarma. Se trató de una reunión extraordinaria con ese único punto del orden del día, pero nadie planteó ninguna queja que pudiese servir como punto de partida a una nueva crisis en el seno del Ejecutivo.
Ya en la rueda de prensa posterior a la reunión del Ejecutivo, Montero insistió en la idea del «absoluto respeto» a las decisiones judiciales y el acatamiento de las sentencias. Pero en ningún momento desacreditó o desvinculó al Gobierno de las palabras de Iglesias sino que las justificó: «Esas palabras del vicepresidente se enmarcan en la libertad de expresión», se limitó a decir Montero. De hecho consideró esas palabras de Iglesias «iguales» a «las del propio Consejo General del Poder Judicial cuando ha podido expresar opinión de los jueces».
Podemos aprieta
Al vicepresidente segundo no le preocupan sus palabras porque, como explicó en la rueda de prensa desde La Moncloa, considera que las midió lo suficiente como para no traspasar ninguna línea roja. «No dije lo que yo pienso sobre la sentencia, aunque usted se lo pueda imaginar, dije lo que piensa mucha gente: que en este país la Justicia no es igual para todos», expresó.
Esta precisión final era valorada ayer por otro miembro del Gobierno como «más grave si cabe» que el comentario original. Pero desde el entorno de Iglesias valoran que esas declaraciones no le causarán problemas al Gobierno aunque no sean compartidas por el resto de miembros.
Ayer el portavoz de Unidas Podemos (UP) en el Congreso, Pablo Echenique, defendió durante una entrevista en RNE al vicepresidente segundo y líder de Podemos después del toque de atención del Poder Judicial. Aunque no es la primera vez que lo hacen, UP vinculó al CGPJ con el Partido Popular para justificar que su criterio está sesgado por su ideología. «No deberíamos prohibir al CGPJ dar su opinión, aunque seamos todos conscientes de dónde viene», explicó Echenique. «El Consejo judicial tiene una mayoría de jueces elegidos por el PP», añadió. Además, apuntaló que su presidente, Carlos Lesmes, fue «alto cargo en gobiernos de José María Aznar».
No obstante, para los dirigentes de UP tanto el comunicado judicial como lo expresado por Iglesias se enmarca dentro de la «libertad de expresión. «La separación de poderes implica que podamos criticarnos entre Ejecutivo y Judicial. En una democracia todo el mundo puede emitir su opinión», dijo Echenique. El partido morado insiste en que van a recurrir la sentencia porque, dijo Echenique, «lo que deteriora las instituciones es este tipo de sentencias sin pruebas materiales»...
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