No Al Olvido

lunes, 20 de abril de 2020

#.Dos revueltas "España está destrozada, es increíble"..El presidente de EEUU, Donald Trump, aludió a España e Italia como dos de los países que más han sufrido las consecuencias "devastadoras" de la pandemia de COVID-19, durante la rueda de prensa de este domingo sobre la situación del coronavirus en Estados Unidos...Vídeos 2.. El Mundo ..!!!!

El confinamiento no se impuso para evitar muertos sino para evitar una revuelta. La muerte no es grave. Lo dramático es morirse: el padre con su hijo en brazos frente a un hospital colapsado. Yo que soy bastante civilizado habría puesto el edificio en llamas; los más brutos no quiero ni pensarlo. ¿Y quién habría tenido fuerzas para juzgarnos? No habría sido una revuelta ni siquiera de clase: simplemente desesperada. Un Estado puede asumir 20.000 muertos, y muchos más, pero no puede decir a las familias que no va hacer absolutamente nada. Relajada la tensión hospitalaria tras un mes encerrados, una segunda revuelta se avecina, mucho más complicada. Es la de los padres que sin ingresos, y sin ahorros, asalten
 farmacias y supermercados. Somos un país rico cuando damos servicios e ingresamos. Pero no tenemos reservas. Y lo mismo que con los hospitales sobrepasados, a un padre que roba comida para su hija podemos detenerle, pero no criticarle. Yo en su lugar haría igual. Los científicos están bien, pero sólo saben de lo suyo. Si fuera por ellos, nos quedaríamos en casa hasta que tuviéramos la vacuna asegurada. Comprendo su razonamiento y espero mucho de su inteligencia, pero Sánchez tiene que escuchar a las ministras de Economía y Hacienda, que saben cómo se sostiene la vida. Cómo se pagan los hospitales, la investigación para lograr la vacuna, y cómo los padres podemos pagar el supermercado en lugar de tener que atracarlo. La renta mínima vital es un parche de peligrosas derivadas. Si se mantiene en el tiempo, como Podemos querría, crea una sociedad cautiva y miserable. Todo lo que no sea propiciar la creación económica es alentar el pillaje, la angustia que lleva a la violencia y al caos y al totalitarismo venezolano. Los niños están bien en casa. Los que tenemos que salir somos los que gastamos, porque tus derechos dependen de que mis impuestos permitan pagarlos. Yo nunca tuve derechos, porque a partir de una edad -moral- la libertad es un deber. Y el amor. Demasiado resentimiento te impide a veces entenderlo, pero aunque el orgullo cuenta, no olvides que la dignidad es más importante. Mis restaurantes son tus hospitales y me has de dejar ayudarte: extremando el cuidado, pero con la euforia salvífica del capitalismo puesto en marcha, el único antídoto conocido contra el desespero y contra los tiranos...
Salvador Sostres

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