No Al Olvido

domingo, 8 de septiembre de 2019

# Tribunos a la plebe.......Video..RT...!!!!

La tragedia que vive el Reino Unido nos recuerda en qué consiste el deterioro de un régimen político liberal»

El Reino Unido no es una república, pero como en toda gran monarquía parlamentaria, hay en ella una sabiduría republicana que limita el poder y modula pasiones. La república romana duró cinco siglos; entre sus virtudes estuvo el dar a los plebeyos una representación que acotaba el poder de los patricios, pero frenaba en ellos la tentación del populismo. La república, al cabo de los siglos, voló por los aires cuando los tribunos de la plebe se entregaron a la demagogia en medio de una convivencia deteriorada.
La tragedia que vive el Reino Unido nos recuerda en qué consiste el deterioro de un régimen político liberal. Sucede cuando los tribunos de la plebe se confunden con respecto al rol que les toca jugar, creyendo que lo suyo es representar al unánime «pueblo» en lugar de formar parte de un sistema plural que representa distintas facciones, sensibilidades. Esa confusión puede darse sin que el tribuno de la plebe cometa, estrictamente hablando, una ilegalidad. Pero muchas veces la deformación de su rol atropella violentamente el espíritu del sistema liberal.
Hemos visto a Boris Johnson tratar de forzar una salida no negociada de la Unión Europea basándose en el resultado de un referéndum que partió a su país en dos mitades. Dos mitades que, tres años después, siguen allí. No sólo eso: lo hemos visto tratar, en nombre de la plebe, de alterar el espíritu del sistema parlamentario, que, como la república romana, consiste, no en «representar» al pueblo, que como tal no existe, sino en armonizar la pluralidad de poderes o facciones. Como en toda pluralidad, hay quienes tienen más razón que otros; ningún progreso hubiera sido posible en las democracias liberales si no hubiera habido liderazgos visionarios capaces de prevalecer, dentro de la pluralidad, sobre otras opiniones. Pero lo que intenta Boris Johnson no es eso, sino anteponer su facción a la realidad institucional y política, dándole a su rol de tribuno de la plebe un sentido iluminado y excluyente.
Desde luego, este ejercicio antiliberal también lo practican muchos críticos de Boris Johnson, empezando por Jeremy Corbyn, un megaterio ideológico que, en el laberinto en que se halla el Reino Unido, podría, sin los votos del electorado, acabar convertido en primer ministro y retrotraer a un socialismo del que se suponía que el laborismo había aprendido a alejarse para siempre. Porque Corbyn, demagogo al fin y al cabo, atizó el fuego del Brexit durante años, y sólo ahora ha dado marcha atrás a medias, en un volteretazo que no ha explicado y refleja un apetito de poder a prueba de convicciones.
Todo lo cual -sorprendente, inesperadamente- parece poner en valor tardíamente el acuerdo que la mediocre y fracasada Theresa May negoció en su día y tres veces rechazó el Parlamento. Porque aquel documento contradictorio que retiraba al Reino Unido de Europa en teoría, mas no en la práctica, y mantenía la frontera abierta entre las dos Irlandas hasta nuevo aviso, reflejaba la enrevesada realidad y el espíritu «republicano» del país que, frente a la cuestión europea, es hoy el Reino Unido: un país desgarrado que quiere y no quiere salirse de Europa, y en el que ambas partes a su vez se dividen entre quienes quieren hacer las cosas unilateralmente y quienes quieren modificaciones pactadas. Lo que todo eso arroja es un país sin brújula, sin norte, frente a la gran cuestión de Europa que el contradictorio acuerdo de Theresa May que mantenía al Reino Unido disimulada, limitadamente, dentro de Europa acaso reflejaba mejor que los excesivos tribunos de la plebe que ahora mandan......Álvaro Vargas Llosa

No hay comentarios:

Publicar un comentario