El Sindicato de Enfermería (Satse) ha logrado que
los sanitarios que trabajan en los centros de salud
de Ponferrada puedan disponer de unas tarjetas de
aparcamiento especiales concedidas por el Ayuntamiento
para los desplazamientos asistenciales que
tiene que realizar a diario estos profesionales,
informa Europa Press.
La petición, reivindicada desde hace años, pretende
facilitar el aparcamiento a los sanitarios que
tienen que desplazarse a domicilios en la ciudad
ya que en lugares como el centro es complicado hacerlo
por las restricciones de zona azul. Multas de
tráfico y dificultad para realizar una actividad
asistencial ágil —según ha indicado el sindicato—
son consecuencia directa de los problemas de aparcamiento.
La Miño SIL
Las inundaciones que el este y el sur de España
han sufrido como consecuencia de la gota fría han
reabierto el debate sobre el estado de
conservación y limpieza de los ríos. Un problema que
no está circunscrito únicamente a estas zonas del país,
sino que se produce de forma generalizada y que
está detrás de daños importantes que el propio
Bierzo ha padecido en más de una ocasión en los últimos años.
Uno de los casos más recientes y sonados fue el
del río Oza a su paso por Toral de Merayo, hace un año.
Para evitar este tipo de situaciones ante la inminente
llegada de la época de lluvias, la Confederación Hidrográfica
Miño-Sil ha intervenido en una docena de zonas tipificadas
de riesgo potencial significativo de inundación (ARPSI),
con un medio centenar de actuaciones. Además, en previsión
están otras seis acciones en el mismo número
de municipios que se ejecutarán antes del mes de noviembre.
El objetivo de las inversiones realizadas
por el organismo de cuenca
dentro de la campaña 2018-2019 es garantizar
la seguridad y contrarrestar el riesgo de avenidas.
A ello ha destinado más de 460.000 euros. No obstante,
la Confederación Hidrográfica recuerda que colabora con
los ayuntamientos trabajando en los tramos de cauce que
estos solicitan, pero sin olvidar que «el mantenimiento
del curso fluvial que discurre por zona urbana es
responsabilidad de la administración competente
en materia de ordenación de territorio y urbanismo».
Dieciocho zonas, 53 intervenciones, cerca
de medio millón de euros y más de 30.776 metros
lineales de cauce que han sido y serán objeto
de intervención. Estas son las cifras que resumen
la acción de la Miño-Sil en los tramos de río con
riesgo de inundación. Pero además, «se ha actuado
en multitud de emplazamientos que, a pesar de
encontrarse fuera de las zonas ARPSI, pudieran
sufrir incidencias en el desagüe o bien fuera necesario
cuidar su estado ecológico», destacaron fuentes
del ente hidrográfico, recordando la resolución
del Procurador del Común publicada este mismo mes
, que insta a los ayuntamientos a mantener
limpios los cauces urbanos.
Páramo del Sil, Toreno, Vega de Espinareda, Balboa,
Vega de Valcarce, Villafranca del Bierzo y Corullón,
Cacabelos, Ponferrada, Camponaraya, Carracedelo, Congosto,
Bembibre, Torre del Bierzo, Folgoso de la Ribera, Igüeña y
Puente de Domingo Flórez son los municipios en los que se
han realizado inversiones, siendo el Bierzo central
(Ponferrada, Camponaraya y Carracedelo) el que suma mayor
número de actuaciones y, por tanto, un gasto económico
más elevado, destinado concretamente
al río Oza y el arroyo de los Barredos.
Sólo en el Oza, la Confederación Hidrográfica Miño-Sil
ha intervenido en casi 6.900 metros lineales de cauce,
en las localidades de Valdefrancos, San Clemente,
Villanueva de Valdueza, Toral de Merayo y Valdecañada.
La inversión supera los 65.300 euros. Por su parte, en
el arroyo de los Barredos, se han llevado a cabo trece
actuaciones concretas valoradas en casi 224.500 euros
y que han afectado a 14.617 metros lineales de cauce.
El río Salentinos, el Sil, el Cúa, el Burbia y el Valcarce,
el río Bravo, el Boeza, el Noceda, el Cabrera y el río Tremor;
así como los arroyos Castellanos (Vega de Espinareda), Valtuilles,
Valdueza y de la Reguera (San Miguel de las Dueñas)
han sido también escenarios de actuación en los últimos meses.
Eso, respecto a lo que ya se ha hecho y lo que está
por hacer en materia de limpieza y adecuación de los
cauces ser hará en el arroyo del pueblo de Anllares
(Páramo del Sil), en el río Burbia a su paso por
Villafranca del Bierzo, en el tramo del Oza en
Toral de Merayo, en el río Bravo y arroyo de
las Regueras en la localidad de San Miguel de
las Dueñas y en el río Boeza, tanto en
Bembibre como en Folgoso de la Ribera.
De entre todas las inversiones realizadas por
la Confederación Hidrográfica Miño-Sil en los cauces
que presentan riesgo de inundación, la más importante
en términos económicos ha sido ejecutada en el arroyo de
Los Barredos, dentro del término municipal de Carracedelo.
Fueron más de 64.000 euros para 300 metros. También en este
arroyo se hizo la segunda inversión más destacada,
otros 41.200 euros para 3.150 metros en Camponaraya.
El pódium lo completa una inversión de más
de 36.500 euros en el río Boeza, a su paso
por la localidad de Las Ventas de Albares.
También importantes han sido las partidas
destinadas al río Oza en Valdecañada y
Toral de Merayo (29.589 euros), nuevamente
al arroyo de los Barredos en Carracedelo
(26.954 euros) y al río Cúa en Cacabelos (21.701 euros).
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