Teodoro García Egea intentó hasta ayer un posible acuerdo con el partido de Rivera
En Génova se fían poco de las encuestas, pero los datos que manejan los populares les han convencido de que la victoria, que parecía prácticamente imposible hace unas pocas semanas, puede estar al alcance de la mano, con un PSOE que está pagando la factura del bloqueo, un Ciudadanos que se desploma y un PP con tendencia al alza, en torno ya a los cien diputados, según varios sondeos. Pablo Casado pisó el acelerador de la precampaña ayer en Zaragoza y avisó a los suyos para que se movilicen al máximo: «Salimos a ganar, pero sobre todo podemos ganar». El rechazo frontal de Ciudadanos a España Suma, sin embargo, complicará una mayoría del centro-derecha sobre el bloque de izquierda.
Casado eligió el Día del Afiliado, en el Parque de atracciones de Zaragoza, para darse un baño de populares en esta carrera electoral de 40 días que hay por delante. Unas 2.000 personas acudieron a la fiesta del PP, tras pagar 11 euros por la entrada con paella incluida. Tras este primer mitin, que será excepcional porque el PP quiere actos sectoriales y pequeños a partir de ahora, Casado visitó la Virgen del Pilar antes de regresar a Madrid.
Optimismo contenido
El ambiente en el partido es de un optimismo contenido, tras comprobar que hay un trasvase directo de votos de Ciudadanos al PP por la derecha. También lo hay por la izquierda hacia el PSOE, lo que deja al partido de Rivera en una situación delicada. Ayer, a 24 horas de que acabara el plazo para registrar las coaliciones electorales, Casado hizo un último llamamiento a Ciudadanos para ir unidos a las urnas, en la plataforma España Suma, y poder obtener así una mayoría suficiente para desbloquear el país y poder gobernar.
Al mismo tiempo, el secretario general, Teodoro García Egea, hacía ayer un intento más, tras varios fallidos, para intentar verse en Madrid con algún representante de Ciudadanos. La esperanza a esas alturas de un acuerdo era casi nula, pero el PP quería que se viera que por ellos no iba a quedar. Los populares han comprobado en los últimos días cómo el partido de Rivera les ha dado largas y ha intentado esquivar la oferta de España Suma en todo momento. Fuentes regionales del PP advirtieron que dentro del partido de Rivera y Arrimadas hay división, porque hay personas que sí apoyan esa aproximación entre los dos partidos, como se ha visto en la última semana en el País Vasco.
Las mismas fuentes del PP consultadas confirmaron a ABC que hasta el último minuto ha habido conversaciones de líderes regionales de Ciudadanos con los del PP autonómicos sobre posibles acuerdos para el Senado y las provincias pequeñas, donde la pérdida de votos del centro-derecha fue mayor en abril por su división. «Todas han sido abortadas por la cúpula de Ciudadanos», señalan estas fuentes, que recuerda la respuesta fulminante del partido de Rivera hacia su número dos en el País Vasco por buscar un acercamiento al PP con la fórmula Vascos Suman. En estos últimos días ha habido conversaciones en Baleares, Asturias, Andalucía y Castilla y León, además del País Vasco.
Desde Zaragoza, Casado hizo un último llamamiento a Rivera y aseguró que los votantes no deberían pagar lo que «algún político sin mucha responsabilidad ha decidido no unir en una oferta electoral». «Hasta mañana (por hoy, lunes, día en que vence el plazo para las coaliciones) solo habría una solución, que es unirnos todos en una plataforma alternativa a la izquierda».
Los votos «perdidos» de Vox
El mensaje de Casado se ha dirigido principalmente a Ciudadanos. Y a partir de hoy mismo, el PP pedirá esa «unidad de voto» a los electores de centro-derecha, para corregir en las urnas lo que consideran que ha sido un error garrafal de Rivera. Sobre Vox, los populares no olvidan que en 20 provincias pequeñas consiguieron 750.000 votos en abril que no sirvieron para nada.
Los populares esperan crecer con ese voto de centro recuperado, y la sensación interna en el partido es que las tendencias avanzan hacia un empate «técnico» de los dos grandes partidos. Pero no se confían, porque la campaña está trufada de hitos que pueden cambiar el voto en cualquier momento, y uno de ellos, quizás el más importante, es la sentencia del Tribunal Supremo sobre el desafío independentista. El PP apoyará al Gobierno en funciones si toma una decisión para hacer cumplir la ley en Cataluña, sea el 155 o cualquier otra medida, pero asume que esa actuación podría reforzar un voto de centro en el PSOE, y por tanto impulsarle ante el 10 de noviembre.
Supresión de impuestos
En su primer gran acto de precampaña, Casado empezó a mostrar sus principales propuestas electorales y prometió suprimir «por ley» los impuestos de Sucesiones, Donaciones y Patrimonio, así como «revalorizar y garantizar» las pensiones si gobierna. El programa económico será uno de los ejes principales de la campaña del PP, que celebrará el próximo sábado una Convención económica, en Córdoba, para exponer sus principales medidas..
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