Hasta ahora, el PSOE se gastaba el dinero dejado por el PP en las arcas del Estado. Pedro Sánchez ha perfeccionado la fórmula y se gasta el dinero de los futuros trabajadores
El PSOE, o más exactamente, Pedro Sánchez, se está pagando su campaña electoral con su dinero, amable lector, aunque no le vote. Todas esas «medidas sociales» que está pasando a golpe de decretos-ley, con la legislatura terminada de hecho y las elecciones a la vista, tendrá que pagarlas el próximo gobierno, sea suyo o de otros, pese a no haber sido sometidas a debate parlamentario ni cumplir con los requisitos de «interés general y urgencia» que requiere el decreto-ley, pues podrían perfectamente esperar las pocas semanas que faltan para estudiarlas, debatirlas y tramitarlas como merecen. El único interés y la única urgencia de aprobarlas son las de Pedro Sánchez para ser reelegido, cuando le ha fallado prácticamente todo en su corta, borrascosa y frallida legislatura presidencial, desde solucionar el problema catalán hasta exhumar a Franco. Aunque lo más grave, lo más vil de tales medidas es que, bajo su envoltura amable y protectora, oculta la simiente de la peor desgracia que puede ocurrir a un país: hundirse en la bancarrota. Ya las cuentas que Sánchez envió a Bruselas merecieron una reprimenda al inflar los ingresos y minimizar los gastos. Pero es que, sobre ese déficit no hará más que crecer con los nuevos dispendios, aumentando el desequilibrio que, en un panorama internacional de frenazo económico como el que tenemos, significarán más deuda a pagar y menos medios para hacerlo. La fórmula perfecta para volver otra vez al borde del abismo en que nos dejó Zapatero y del que nos libramos a base de sudor y lágrimas. Arguye Sánchez que sus medidas intentan compensar aquellos sacrificios de los españoles. Olvida que ni hemos dejado atrás los peligros -el paro, sin ir más lejos, sigue en el 14 por ciento, uno de los más altos de la Unión Europea- y que los indicadores económicos no son como para tirar cohetes, más bien al contrario, y más de un experto anuncia otra recesión.
Que se hayan revalorizado las pensiones suena muy bien, pero esa subida significará 13.830 millones de euros, que tendrá que pedir prestados el gobierno que salga de las urnas el 28 de mayo para poder pagar la subida, Habrá también que pagar la de los funcionarios, como la del permiso de paternidad, que en 2021 llegará a las 16 semanas, con un coste estimado de 1.266 millones, y así sucesivamente. ¡Eso sí que es «disparar con pólvora del rey», aunque, en este caso, el rey es el contribuyente español! Y lo más grave de esa tómbola de regalos que son los consejos de ministros de los viernes es que muchos de esos gastos van a cargo de las empresas, que puede pensárselo antes de contratar nuevos empleados. O sea, más paro. Y no les digo nada si meten mano a la reforma laboral, que ha creado tres millones de empleo.
Hasta ahora, el PSOE se gastaba el dinero dejado por el PP en las arcas del Estado. Pedro Sánchez ha perfeccionado la fórmula y se gasta el dinero de los futuros trabajadores. Hasta dejar sólo parados...José María Carrascal
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