Aunque los de Junqueras dicen que no negociarán los Presupuestos, ERC insiste en exigir al Ejecutivo del PSOE que interceda ante la Fiscalía
Pablo Iglesias (Podemos) salió ayer de la reunión con Oriol Junqueras (ERC) citando a Antonio Machado para, acto seguido, lanzarle un dardo al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez: «Nosotros hemos hecho nuestro trabajo y ahora, como dijo Pedro Sánchez, le toca al Gobierno moverse». El líder de Podemos salió de la cárcel de Lledoners tras más de tres horas de encuentros con los presos acusados de rebelión por el Tribunal Supremo tal y como había entrado a primera hora de la tarde: sin un acuerdo con ERC para aprobar los Presupuestos Generales del Estado.
Iglesias acudió a la esperada reunión con Junqueras acompañado de Lucía Martín, diputada de Podemos en el Congreso, y Jaume Asens, teniente de alcalde de Barcelona y uno de los líderes de Catalunya en Comú. Por su parte, a Junqueras le acompañaron Sergi Sabrià, líder de ERC en el Parlamento autonómico, y Joan Tardà, diputado en el Congreso, ambos de la dirección del partido. El encuentro, sin un cristal de por medio, fue «útil» y «muy bien», según indicaron Tardà e Iglesias al salir del mismo. Sin embargo, no hubo acuerdo para que ERC diga sí a las cuentas del Gobierno.
Junqueras le dijo en persona a Iglesias que no habrá apoyo a las cuentas de Sánchez si el Gobierno, antes, no hace un gesto con los presos preventivos que están encausados por llevar adelante el referéndum ilegal del 1 de octubre de 2017. El guante lo recogió el líder de Podemos y salió a atender a la prensa con toda su artillería dialéctica: «Están presos por hacer política y deberían estar en libertad. El nivel de acuerdo con ERC es amplio. Podemos y ERC estamos muy cerca. Nosotros hemos hecho nuestro trabajo y ahora, como dijo Pedro Sánchez, le toca al Gobierno moverse». Esta referencia se enmarca dentro de la exigencia de ERC al Ejecutivo para que obligue a la Fiscalía General del Estado a pedir la absolución de los procesados, entre los que se incluye a Carles Puigdemont, fugado de la Justicia en Bélgica.
Por si hubiera alguna duda, Iglesias repitió varias veces el mensaje que quería hacer llegar a Sánchez a través de los medios: «El Gobierno sabe lo que tiene que hacer. Nosotros (Podemos) hemos hecho nuestro trabajo y el que tiene que negociar en nombre del Gobierno es el Gobierno». Sin embargo, en Unidos Podemos no tienen nada claro que Sánchez pueda hacer lo que le exigen los independentistas. Fuentes del grupo confederal han insistido en los últimos días en que la petición de ERC de que el Gobierno inste públicamente a la Fiscalía es «prácticamente imposible» porque supondría de facto atacar la independencia judicial.
«Aunque nos inviten»
Una hora antes de la atención de Iglesias a los medios, salió de la prisión la comitiva de ERC. Tardà confirmó lo que desde su partido vienen indicando en los últimos días: «Si el Gobierno español no hace un movimiento antes, ERC no se sentará en ninguna mesa para negociar los Presupuestos, aunque nos inviten. No se dan las condiciones para hacerlo». Aunque los de Iglesias insistan en que Sánchez no podría instar a la Fiscalía, desde ERC se transmite que el gesto del presidente debería ser «público» porque «tiene que ir dirigido al electorado» independentista, que «necesita ver» movimientos con los presos. Al final de la tarde, Junqueras agradeció al líder de Podemos su visita y calificó la conversación de «interesante». «Constatamos las diferencias que nos separan pero también las muchas cosas que nos unen».
Iglesias también se vio con el resto de presos procesados en la misma causa especial del Supremo y que comparten centro penitenciario (Raül Romeva, Jordi Sànchez, Jordi Cuixart, Joaquim Forn, Jordi Turull y Josep Rull). Una circunstancia que llevó al socio de Sánchez a estar más de tres horas en la prisión. Salió con el rostro serio. Y pudo escuchar los mensajes que media docena de simpatizantes de la formación morada le enviaron: «Bien, Pablo, bien». No había independentistas concentrados. Los simpatizantes del «lazo amarillo» estaban en otra zona del entorno de la prisión, allí donde sus gritos son más audibles desde las celdas. Allí cenan cada viernes.
«Iglesias no es delegado»
En el Gobierno ayer se insistió en que la reunión entre Iglesias y Junqueras no tiene nada de institucional ni, por supuesto, se enmarca dentro de la estrategia del Ejecutivo para sumar apoyos a su proyecto presupuestario. A las voces en el seno del PSOE que reclamaron contundencia al Gobierno para distanciarse de la reunión en Lledoners se sumó ayer la del presidente de Asturias, Javier Fernández, que le recomendó a Sánchez que «debería dejar muy claro que Pablo Iglesias no es su embajador».
Una cuestión que recogió la portavoz del Ejecutivo, Isabel Celaá, que insistió en que el secretario general de Podemos no es «el delegado del Gobierno». Para Celaá «de las palabras del señor Iglesias solo es responsable el señor Iglesias. No entramos ahí para nada. Es un líder de Podemos y él se responsabiliza de su propia imagen y de la de su propia fuerza política». La portavoz del Gobierno reiteró que la reunión «no la vinculamos al Gobierno ni a los Presupuestos. Iglesias no es delegado del Gobierno para nada». Aunque se afanó por tomar distancia con el asunto, Celaá también trató de dar normalidad al encuentro entre el líder indepedentista y el de Podemos: «Junqueras ha recibido otras visitas» y también a la posibilidad de que hablaran sobre el proyecto de Presupuestos Generales del Estado.
«Un firmante de un proyecto lo normal es que lo firme porque está de acuerdo; y dentro de las probabilidades de contactar con otras personas, supongo que hablará de las bondades de ese proyecto. Pero esto solo lo puede decir el señor Iglesias», zanjó..
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