El conductor de un camión, de 56 años de edad, resultó herido leve ayer pasadas las 16:00 horas en un accidente de tráfico en la recta de Almázcara, a escasos kilómetros de Ponferrada. Por causas que se desconocen, el camionero perdió el control de su vehículo que acabó volcando en medio de los dos carriles de la carretera. El conductor fue trasladado al Hospital del Bierzo en una UVI móvil. En el accidente resultó afectado un turismo aunque por fortuna no hubo ningún herido grave y la circulación no quedó cortada aunque sí afectó a un carril en sentido Galicia por la retirada del camión accidentado. Hace pocas semanas tuvo lugar otro accidente con un camión en la misma zona de la A-6. En la imagen, estado en el que quedó el vehículo entre los dos carriles.
La Do Uva
El Consejo Regulador augura una añada con unos vinos «más frescos y atlánticos» .
Unos vinos «más frescos y atlánticos» que los del año pasado, con un grado alcohólico menor debido al verano suave y húmedo que hemos tenido en el Bierzo, y una cantidad mayor de uva recogida hasta superar en un 26 por ciento la cosecha de 2017. Así ha sido la vendimia controlada por el Consejo Regulador de la Denominación de Origen de los Vinos del Bierzo, que ha cerrado la campaña con 11,2 millones de kilos de uva, un ochenta por ciento de la variedad mencía que hace singulares a los tintos de la comarca.
La DO calificó de «excepcionales» las condiciones de entrada de la uva en bodega este año y destacó en una nota la «importante remontada» que han iniciado los vinos del Bierzo en este campaña después de que en la pasada vendimia la sequía y las heladas provocaran una reducción significativa de la cosecha. De los 11.275.180 kilogramos de uva recogidos, 10.934.625 irán destinados a la elaboración de vinos con la etiqueta del Consejo Regulador
La vendimia ha durado algo más de seis semanas, desde el 7 de septiembre hasta el 20 de octubre. «Se ha desarrollado lentamente» y «en unas condiciones climatológicas muy buenas, por lo que se ha ido vendimiando a medida que se iba madurando», explican los técnicos de la DO, que destacan además la excepcionalidad de la entrada en bodega.
Los técnicos hicieron balance del año y explicaron que el viñedo brotó entre la primera y la segunda semana de abril, «dentro de los parámetros considerados normales, pese a las heladas de la anterior campaña». La floración comenzó a mediados de junio «con un cuajado heterogéneo debido a las precipitaciones caídas» ese mes.
Las precipitaciones de primavera y los meses de junio, con cien litros por metro cuadrado, y junio, con 40 litros, han terminado por definir la uva.
Daños por el mildiu y black rot
Las temperaturas suaves del verano causaron el desarrollo de mildiu y black rot, tratados a tiempo, aunque provocaron una reducción de la cosecha, que aún así ha superado con creces a la vendimia de 2017. Las variedades más afectadas fueron Jerez y palomino, sobre todo en el viñedo viejo, donde más difícil se hace aplicar los tratamientos fitosanitarios.
Avispilla
Hay que dejar pasar dos años hasta hacerlo para que el Torymus pueda salir de las agallas.
La lucha biológica contra la avispilla del castaño es uno de los retos inmediatos que enfrentan tanto la Consejería de Fomento y Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León como, y sobre todo, el sector. La pasada primavera, la administración autonómica autorizó la suelta del enemigo número uno de la avispilla, el Torymus sinensis y una vez ejecutado el plan, es preciso respetar todas las fases y garantizar la supervivencia del parasitoide llamado a mantener a raya a la plaga que amenaza a los sotos bercianos. Por eso, Medio Ambiente ha lanzado una serie de recomendaciones que pasan por no utilizar insecticidas, no podar y, en esta época, no eliminar los restos de poda mediante quema.
«El proceso de control del Torymus sobre la plaga dura entre cuatro y ocho años, tiempo en el que el parasitoide tiene que ir estableciéndose en las zonas de suelta e ir aumentando su población. Por ello, con el fin de que se pueda establecer en la zona y comenzar el control de la avispilla, la Consejería de Fomento y Medio Ambiente advierte de la importancia de que se sigan una serie de normas en los puntos de suelta del Torymus», explican.
Esas medidas son las siguientes: no utilizar ningún tipo de insecticida en un radio de cien metros desde el lugar de suelta, sobre todo en primavera y principios de verano; además de no realizar ninguna poda hasta mediados de noviembre y, una vez pode, no quemar ni los restos, tanto hojas, como ramas. Así hay que hacerlo «hasta pasadas dos primaveras después de la poda, con el fin de dar tiempo a que todos los Torymus salgan del interior de las agallas», informaron fuentes de la Consejería.
Siguiendo estas normas —afirman los técnicos— «es probable que el parasitoide se pueda establecer y reduzca los daños causados por la avispilla». Eso sí, «nunca los eliminará del todo». El objetivo es estabilizar la población para que deje de constituir una amenaza.
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