No Al Olvido

miércoles, 3 de abril de 2019

# Nada Nuevo en Mentirosos Traidores. y Mafiosos..El PSOE planea investir a Sánchez con los votos de Podemos y el PNV ....Videos 2..!!!


Moncloa no quiere descartar a Ciudadanos, pero reconocen la dificultad de esa alianza, al tiempo que confían en no depender del PDECat

¿Quién puede contar hasta 175? La clave del día siguiente al 28 de abril será la búsqueda de esa suma. En el bloque de centro derecha se dirime el orden de la coalición pero se conoce de antemano cuáles son sus actores. También es conocida cuál es la preferencia de la izquierda y en los independentistas: un Gobierno del PSOE que dependa de ellos. Pedro Sánchez, en cambio, juega al despiste y no se casa con nadie.
No es intención de los socialistas entrar en campaña a posicionarse ni a su derecha (Cs) ni a su izquierda (Podemos) en un momento en el que las encuestas y los trackings que maneja La Moncloa identifican «claramente» que el PSOE estaría creciendo por ambos flancos. El ánimo en el equipo de Sánchez está por las nubes. Solo quienes escudriñan las encuestas hasta el último milímetro guardan prudencia con la movilización y el bloque de derechas.
«La fragmentación de la derecha nos va a hacer ser primera fuerza sin ninguna duda, pero también supone un incentivo para que en todo ese espectro la abstención sea muy baja al existir varias opciones», reflexiona un dirigente socialista. Solo identifica en el electorado de Ciudadanos, tal vez confuso con sus últimos pasos, y que rechaza tanto volver a votar al PSOE como una suma con Vox, la posibilidad de una bolsa de abstención importante. Otro cargo de Moncloa también alerta de una derecha muy movilizada pese a la bajada de expectativas de Albert Rivera «porque los votos que pierda Ciudadanos irán al PP y Vox».

La suma natural

Diferentes fuentes aseguran que «lo primero» que hay que mirar el 28 de abril es lo que se suma con Unidos Podemos: la primera salida y la suma natural. Es el único escenario en el que se ve posible una «solución rápida» tras los resultados. Eventualmente se piensa en el PNV como actor secundario y se considera que no habría grandes problemas para lograr la investidura.
En Moncloa aseguran que ese resultado puede estar cerca. Se apunta a que un eventual retroceso de Cs «puede hacer aguantar a Podemos» en algunas circunscripciones y limitar su caída. ¿Pero se ve posible una suma por ese lado sin la presencia del independentismo catalán? En Moncloa aseguran que sí. Los números que tienen ahora mismo ven probable que el PSOE esté en el entorno de los 140 escaños. Con Unidos Podemos en 30 esa suma con el nacionalismo vasco estaría al alcance de la mano. Si no fuese posible, se apunta a que con ERC, que pasará según las encuestas de 10 escaños, habría suma. «Pero eso ya es más complejo», dicen, aunque haciendo ver que la no dependencia aritmética del PDECat ya sería un gran avance, una vez que se considera a Torra y Puigdemont los grandes problemas para la investidura y para la estabilidad.
Aunque en privado «en absoluto» se descarta a Ciudadanos como eventual socio, el discurso en campaña será, ya lo viene siendo, muy duro con Cs. En Moncloa identifican cómo desde comienzos de este año el saldo de votantes entre un partido y otro (los que cambian entre PSOE y Ciudadanos) que siempre había sido favorable a Rivera ya se ha dado la vuelta y es favorable a los socialistas. Y la vocación es seguir creciendo en ese espacio.
De hecho, la motivación principal de Pedro Sánchez e Iván Redondo durante estos nueve meses fue encontrar un relato electoral. La foto de Colón con Albert Rivera en el mismo espacio que Santiago Abascal propició ese momento. «Evitaron esa foto en Andalucía tratando de poner cortafuegos al pacto pero esa concentración llena de mentiras fue definitiva», se congratulan en Ferraz.
El secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, manifestó la pasada semana en una entrevista su preferencia por contar con el apoyo de Ciudadanos en una investidura antes que el de los independentistas. En el PSOE no se quiere descartar esa opción por dos motivos: piensan que a Albert Rivera no le convendría la repetición electoral y creen además que con ellos de aliados podría ser más sencillo gobernar en solitario. Y no con un Pablo Iglesias que ya reclama su sitio en el Consejo de Ministros de Sánchez. Aunque la apuesta estratégica de Rivera para este ciclo electoral es entrar en los Gobiernos como siguiente paso en la consolidación del proyecto, piensan los socialistas que si se viese obligado a rectificar su actual veto podría justificarlo mejor si decidiese no entrar en el Ejecutivo.
El PSOE se divide muy claramente entre las personas que prefieren a Unidos Podemos como principal aliado, como hasta ahora, y los que creen que Ciudadanos sería mejor para que el partido no estuviese «constantemente tensionado» por el debate territorial. Un dirigente partidario de esta última tesis explica que el problema «no es tanto Podemos» sino que sumar solo con ellos «se antoja casi imposible». Por lo que se requeriría a fuerzas nacionalistas o independentistas. «Y en ese caso mucho mejor Ciudadanos», dice. Es el PSOE más desafecto a la cuestión catalana, que son a su vez los barones que se enfrentaron a Sánchez, los que defienden esa tesis. Defienden una postura en clave muy doméstica y con un perfil claramente nacional. Extremadura, Castilla La Mancha, Aragón o Andalucía. Pero un dirigente de una de estas federaciones insiste en que no es una cosa de Sánchez sí o Sánchez no. «Tiene que ver con el futuro a largo plazo del partido. ¿O acaso en Murcia, Cantabria o Castilla y León son territorios favorables a gobernar con los independentistas por muy sanchistas que sean? Yo creo que no».

El descenso de Ciudadanos

En estos sectores sí se expresa preocupación porque el descenso de Cs pueda eliminarlo como eventual socio. Y el temor es mayor si se piensa que esa dinámica pueda extenderse al 26 de mayo. El temor a que la tercera plaza en muchos lugares sea para Vox y no para Unidos Podemos o Ciudadanos es un problema para el PSOE, porque les deja sin socios. Por ello, aunque colocaran a Rivera y Casado como rehenes de Vox, se empiezan a percibir gestos tendentes a no dar aire a la formación de Santiago Abascal. La portavoz del Gobierno, Isabel Celaá, se negó el pasado viernes a comentar una propuesta de Vox sobre el muro con Marruecos: «No vamos a hacerles la campaña».
Esa preocupación por una ausencia de socios no se percibe en otros ambientes. «Lo que no está en nuestra mano no debe preocuparnos. Nosotros, a aglutinar mucho voto útil», dice un alcalde de una capital. Hasta hace un año, el PSOE oscilaba entre la segunda y la cuarta posición en las encuestas, estancado ligeramente por encima del 20% de voto. La aspiración ahora es superar el 30% y ganar las elecciones con un margen importante, superando las marcas electorales de Rubalcaba (110 escaños) y Almunia (120) en un escenario multipartidista sería también un espaldarazo interno para Sánchez. El último que le queda para su control absoluto del PSOE, ya que todavía le persigue el estigma de no haber ganado nunca unas elecciones.
Contra todo pronóstico Sánchez va camino de lograrlo, lo que importa más que el eventual aliado que necesita y el proyecto que se derive. «El resultado final es que podremos elegir socio», manifiesta un cargo de Moncloa que reconoce el optimismo reinante en un partido que no gana unas elecciones desde 2008 y que llevaba una década en crisis interna y retroceso electoral....

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