Cada cierto tiempo, el subsuelo del Sur de España tiembla y deja importantes destrozos en la comunidad. Pasó en 1431, en 1680, en el terrible terremoto de Andalucía de 1884...
«Sabemos que va a llegar otro gran terremoto», explica la Mercedes
Feriche, responsable de prevención del Instituto Andaluz de Geofísica de
la Universidad de Granada. «Hagamos las cosas bien entonces», razona.
El llamamiemtno de Feriche tiene que ver con que los terremotos son peligrosos atendiendo a dos variables. Por un lado, su fuerza. «Ahí no podemos hacer nada, vienen como vienen», explica la experta. Por otro lado, la forma en que nos preparamos. «Ahí sí podemos trabajar», puntualiza. «Construyendo mejor, adaptando edificios, mejorando la vulnerabilidad de las construcciones», resume Feriche.
El peligro, coincide Ernesto Carreño, director de la Red Sísmica Nacional, organismo dependiente del Instituto Geográfico Nacional, está ahí, es una realidad. Andalucía y la zona de Levante son las dos zonas más peligrosas de España en cuanto a terremotos se refiere, señala Carreño.
Sin embargo, no todo son malas noticias: «Las placas chocan aquí muy lentas, entre un milímetro y cuatro al año», detalla el sismólogo. Así, esta fricción hace que la energía se acumule muy poco a poco, de modo que los terremotos que se producen en el Sur de España no suelen ser devastadores. Además, añade Feriche, Andalucía tiene un «riesgo sísmico moderado. Uno alto sería el que se da en California, Chile o Japón».
Pero, ¿puede un gran terremoto volver a sacudir Andalucía? «Sí», es la respuesta tajante del sismólogo Ernesto Carreño. También es la opinión de Feriche, que explica que «donde ha habido terremotos, va a volver a haberlos; lo que no sabemos es cuándo». Lo que sí se puede prever es el dónde. Según los expertos del Instituto Geográfico Nacional, hay que mirar a Granada si se quiere saber de dónde vendrán las sacudidas. En la confluencia de esa provincia, Jaén y Almería se concentra la mayor tasa de terremotos.
En esa en la zona, explica Carreño, se pueden producir temblores de magnitud 6,5 como máximo. «El de Lorca -que en 2011 provocó nueve muertos y numerosos destrozos-, fue de solo 5,2», detalla el sismólogo para contextualizar. «Pero ese terremoto fue muy superficial y, además, la falla atravesaba la ciudad, lo que intensificó los daños en la zona». Feriche añade alguna zona sensible más: la costa de Málaga, donde «los terremotos son más profundos» y el golfo de Cádiz.
«Al Oeste del Cabo de San Vicente, en Portugal hay una zona que está en constante actividad sísmica», añade Emilio Carreño. Allí, a mediados del siglo XVIII se produjo un temblor como ninguno otro anterior. De magnitud 8,5, desencadenó un enorme maremoto que provocó una olas de hasta 15 metros. El temblor y el agua golpearon Andalucía provocando gravísimo destrozos, sobre todo en Cádiz y Huelva. Hasta 15.000 muertos dejó primero el temblor y luego el tsunami en el Sur de Europa y el Norte de África.
Sevilla no es ajena a este tipo de fenómenos. Aunque no es lo más habitual, ha sido escenario de grandes terremotos también. Así, en 1504 un tembor de magnitud 6,8 acabó con muchas de las casas de Carmona y dejó grietas en la mayor parte de las construcciones de la localidad. Pero el próximo gran temblor está por llegar. Aunque no se sabe cuándo, se adivina por dónde. Cuestión de tiempo, pues.
http://sevilla.abc.es/
MRF
El llamamiemtno de Feriche tiene que ver con que los terremotos son peligrosos atendiendo a dos variables. Por un lado, su fuerza. «Ahí no podemos hacer nada, vienen como vienen», explica la experta. Por otro lado, la forma en que nos preparamos. «Ahí sí podemos trabajar», puntualiza. «Construyendo mejor, adaptando edificios, mejorando la vulnerabilidad de las construcciones», resume Feriche.
El peligro, coincide Ernesto Carreño, director de la Red Sísmica Nacional, organismo dependiente del Instituto Geográfico Nacional, está ahí, es una realidad. Andalucía y la zona de Levante son las dos zonas más peligrosas de España en cuanto a terremotos se refiere, señala Carreño.
Sin embargo, no todo son malas noticias: «Las placas chocan aquí muy lentas, entre un milímetro y cuatro al año», detalla el sismólogo. Así, esta fricción hace que la energía se acumule muy poco a poco, de modo que los terremotos que se producen en el Sur de España no suelen ser devastadores. Además, añade Feriche, Andalucía tiene un «riesgo sísmico moderado. Uno alto sería el que se da en California, Chile o Japón».
Pero, ¿puede un gran terremoto volver a sacudir Andalucía? «Sí», es la respuesta tajante del sismólogo Ernesto Carreño. También es la opinión de Feriche, que explica que «donde ha habido terremotos, va a volver a haberlos; lo que no sabemos es cuándo». Lo que sí se puede prever es el dónde. Según los expertos del Instituto Geográfico Nacional, hay que mirar a Granada si se quiere saber de dónde vendrán las sacudidas. En la confluencia de esa provincia, Jaén y Almería se concentra la mayor tasa de terremotos.
En esa en la zona, explica Carreño, se pueden producir temblores de magnitud 6,5 como máximo. «El de Lorca -que en 2011 provocó nueve muertos y numerosos destrozos-, fue de solo 5,2», detalla el sismólogo para contextualizar. «Pero ese terremoto fue muy superficial y, además, la falla atravesaba la ciudad, lo que intensificó los daños en la zona». Feriche añade alguna zona sensible más: la costa de Málaga, donde «los terremotos son más profundos» y el golfo de Cádiz.
Terremoto más graves
Aunque si se quiere prever un movimiento sísmico de gravedad en Andalucía los científicos miran al Este, el Oeste guarda desagradables sorpresas también. De hecho, del Atlántico vino la causa de una de las peores catástrofes de la historia de Andalucía: el maremoto posterior al terremoto de Lisboa, en 1755. «Los terremotos que se originan en el Cabo de San Vicente son los más fuertes y destructores», confirma la sismóloga del Instituto Andaluz de Geofísica.«Al Oeste del Cabo de San Vicente, en Portugal hay una zona que está en constante actividad sísmica», añade Emilio Carreño. Allí, a mediados del siglo XVIII se produjo un temblor como ninguno otro anterior. De magnitud 8,5, desencadenó un enorme maremoto que provocó una olas de hasta 15 metros. El temblor y el agua golpearon Andalucía provocando gravísimo destrozos, sobre todo en Cádiz y Huelva. Hasta 15.000 muertos dejó primero el temblor y luego el tsunami en el Sur de Europa y el Norte de África.
Desde el siglo XII
Pero ha habido temblores muy graves en Andalucía, además del de 1755. Hay constancia de fuertes terremotos en lel Sur de España desde al menos el siglo XII. Así, en el año 1169 un temblor en Andújar (Jaén) provocó enormes daños. Años después, en 1356, un terremoto en la zona del Cabo de San Vicente llegó a provocar graves destrozos en Sevilla. Hasta la Alhambra se ha visto dañada por movimientos sísmicos. Ocurrió en 1431, 60 años antes de la reconquista por parte de los Reyes Católicos. Entonces, un terremoto de magnitud 6,7 dejó destrozos en el palacio granadino.Sevilla no es ajena a este tipo de fenómenos. Aunque no es lo más habitual, ha sido escenario de grandes terremotos también. Así, en 1504 un tembor de magnitud 6,8 acabó con muchas de las casas de Carmona y dejó grietas en la mayor parte de las construcciones de la localidad. Pero el próximo gran temblor está por llegar. Aunque no se sabe cuándo, se adivina por dónde. Cuestión de tiempo, pues.
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