Dos pandilleros latinos sembraron ayer el pánico en el un convoy del Metro de Madrid
al protagonizar un enfrentamiento armado que hizo temer lo peor a las
decenas de viajeros que se encontraban dentro. Uno blandió un arma
blanca y el otro una pistola modificada que llegó a disparar, al menos una vez, aunque, por suerte, la bala no alcanzó a nadie. Se
trata de un presunto integrante de los «Dominican Don’t Play» (DDP), de
17 años, y un «trinitario», que está a punto de cumplir los 21.
Ambos fueron rápidamente detenidos por la Policía Nacional. La Brigada Provincial de Información ha tomado las riendas de la investigación. Los encartados podrían enfrentarse, como mínimo, a los cargos de tenencia ilícita de armas y pertenencia a organización criminal (ambos grupos están ilegalizados por los tribunales); amén de que al que disparó se le pudiera imputar intento de homicidio, precisaron fuentes del caso.
Eran las 14.08 horas cuando la sala del 091 recibía el aviso de que unos chavales de origen latino estaban peleándose en el suburbano y que se habían escuchado tiros. Hasta la zona acudieron agentes del CNP y de la Policía Municipal. Concretamente, el hecho se produjo en el último vagón de un convoy de la línea 5, en el túnel entre las estaciones de Ventas y El Carmen, en sentido Alameda de Osuna. «Se ha abierto una puerta del último coche y los viajeros han dicho que había habido un disparo», explicaron los vigilantes de seguridad a la Policía.
Según ha podido saber ABC, la secuencia de los hechos fue la siguiente: uno de los pandilleros viajaba en el Metro cuando se subió el otro. Ambos se reconocieron. Ni cortos ni perezosos, se enzarzaron en una disputa, profirieron amenazas cruzadas y llegaron a las manos. El «trinitario» blandió un machete de unos 10 centímetros de hoja, para atacar al menor; entonces, el otro echó mano de la pistola.
Los presuntos autores de la reyerta tienen antecedentes, fundamentalmente el mayor de edad, por riñas tumultuarias. Fueron cazados en el interior del suburbano, por donde intentaron huir a la carrera. Los agentes, algunos con chalecos antibalas, los sacaron por la boca de El Carmen más cercana al Puente de Ventas, los pusieron contra la pared y los cachearon. Fueron trasladados a la comisaría de Ciudad Lineal y, de allí, a la Brigada de Información.El servicio de Metro quedó interrumpido en dos tramos de las líneas 2 y 5 durante una hora.
http://www.abc.es/
MRF
Ambos fueron rápidamente detenidos por la Policía Nacional. La Brigada Provincial de Información ha tomado las riendas de la investigación. Los encartados podrían enfrentarse, como mínimo, a los cargos de tenencia ilícita de armas y pertenencia a organización criminal (ambos grupos están ilegalizados por los tribunales); amén de que al que disparó se le pudiera imputar intento de homicidio, precisaron fuentes del caso.
Eran las 14.08 horas cuando la sala del 091 recibía el aviso de que unos chavales de origen latino estaban peleándose en el suburbano y que se habían escuchado tiros. Hasta la zona acudieron agentes del CNP y de la Policía Municipal. Concretamente, el hecho se produjo en el último vagón de un convoy de la línea 5, en el túnel entre las estaciones de Ventas y El Carmen, en sentido Alameda de Osuna. «Se ha abierto una puerta del último coche y los viajeros han dicho que había habido un disparo», explicaron los vigilantes de seguridad a la Policía.
Según ha podido saber ABC, la secuencia de los hechos fue la siguiente: uno de los pandilleros viajaba en el Metro cuando se subió el otro. Ambos se reconocieron. Ni cortos ni perezosos, se enzarzaron en una disputa, profirieron amenazas cruzadas y llegaron a las manos. El «trinitario» blandió un machete de unos 10 centímetros de hoja, para atacar al menor; entonces, el otro echó mano de la pistola.
«¡Todos agachados en el metro! ¡Momentos de tensión!», exclamaba un testigo en las redesFuentes de toda solvencia precisaron que, aunque era de fogueo, se encontraba manipulada y con varios cartuchos de munición, en principio, de un calibre pequeño. En el cuerpo a cuerpo, el «DDP» llegó a disparar. Por suerte, nadie resultó herido. Los agentes que luego se personaron en el lugar recogieron un casquillo de bala. El tren fue posteriormente trasladado a cocheras, para ser sometido a una inspección ocular por parte de la Brigada Provincial de Policía Científica de Madrid. Los usuarios, muertos de miedo, accionaron el freno de seguridad e incluso algunos consiguieron salir del convoy, hacia el túnel. «¡Estamos atrapados en el Metro de El Carmen! Según el conductor, ha habido disparos. Hay policías en el túnel», alertaba una de las personas que sufrió el incidente. «¡Todos agachados en el metro! ¡Momentos de tensión!», exclamaba otro testigo. En efecto, los pasajeros, muertos de miedo, se tiraron al suelo, aunque hubo más de uno que incluso llegó a realizar fotos con su móvil.
Temor a un atentado
El tren fue conducido hasta la estación de El Carmen, donde el personal de Metro, tras ser interceptados los dos sospechosos, desalojó al resto de viajeros, entre escenas de caos. En aquellos primeros minutos, existía el temor de que se tratara de un atentado terrorista y que los disparos fueran reales, extremos que quedaron rápidamente descartados. El maquinista tenía la cara desencajada.Los presuntos autores de la reyerta tienen antecedentes, fundamentalmente el mayor de edad, por riñas tumultuarias. Fueron cazados en el interior del suburbano, por donde intentaron huir a la carrera. Los agentes, algunos con chalecos antibalas, los sacaron por la boca de El Carmen más cercana al Puente de Ventas, los pusieron contra la pared y los cachearon. Fueron trasladados a la comisaría de Ciudad Lineal y, de allí, a la Brigada de Información.El servicio de Metro quedó interrumpido en dos tramos de las líneas 2 y 5 durante una hora.
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