El ministro de Asuntos Exteriores de Corea del Norte, Ri Yong Ho, ha advertido este sábado de que los «insultos» del presidente estadounidense, Donald Trump, al líder norcoreano, Kim Jong Un, hacen «aún más inevitable» que los cohetes norcoreanos sobrevuelen Estados Unidos.
«Él (Trump) trató de insultar a la dignidad suprema de mi país (Kim) llamándole 'cohete', sin embargo al hacerlo cometió un error irreversible haciendo aún más inevitable la visita de nuestros cohetes al territorio entero de Estados Unidos», ha afirmado Ri durante su intervención ante la Asamblea General de la ONU, con sede en Nueva York.
Ri ha señalado que Trump afrontará «consecuencias mucho más allá de sus palabras, mucho más allá del alcance de sus posibles acciones aunque esté dispuesto a emprenderlas». Ri se refería probablemente a un tuit de Trump en el que se mofaba de Kim llamándole «hombre cohete».
Para Ri, Trump es «una persona perturbada llena de megalomanía y autosuficiencia» que está intentando convertir a la ONU en un «nido de gángsteres». Trump es quien se ha embarcado en una «misión suicida», según Ri, que responde así al mandatario estadounidense, que dijo lo mismo de Kim Jong Un.
«El 'presidente malvado' está en la silla del presidente de Estados Unidos», ha afirmado, al tiempo que ha advertido de que Corea del Norte está dispuesto a defenderse si Washington muestra signo alguno de intentar una «operación de decapitación contra nuestro cuartel general o un ataque militar contra nuestro país».
El ministro ha destacado que «a través de una lucha prolongada y ardua, finalmente estamos solo a unos pocos pasos de completar la fuerza nuclear estatal». «Es una vana esperanza considerar que la República Democrática Popular de Corea (Corea del Norte) mueva un ápice en su postura si las fuerzas hostiles instauran sanciones más duras», ha advertido. El objetivo es alcanzar un «equilibrio de poder con Estados Unidos»
Un terremoto en Corea del Norte, cerca de su silo nuclear, ha hecho saltar este sábado las alarmas ante la posibilidad de que el régimen de Kim Jong-un haya llevado a cabo una nueva prueba atómica. Según informa la agencia surcoreana de noticias Yonhap, el temblor ha sido detectado a las 17:29 (11:29) en el condado Kilju, en la provincia de Hamgyeong del Norte y a unos 20 kilómetros del complejo de Punggye-ri, donde se han efectuado ya seis pruebas nucleares desde 2006.
De magnitud 3, la mitad de la fuerza del seísmo que provocó el último ensayo atómico el pasado 3 de septiembre, ha sido a ras de tierra, por lo que el Centro de Terremotos de China sospecha que se ha debido a una explosión. Pero la Administración Meteorológica de Corea del Sur cree que ha tenido causas naturales porque, según explicó a Yonhap uno de sus responsables, «no se han detectado ondas sonoras, que se suelen generar en caso de un terremoto artificial».
De momento, el régimen estalinista de Pyongyang mantiene silencio y no ha anunciado ninguna prueba nuclear. Pero amenazó este viernes con detonar una bomba de hidrógeno en el océano Pacífico después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, apodara como «hombre cohete» al joven dictador Kim Jong-un.
A la espera de que los sismólogos determinen las causas del temblor, otra posibilidad es que se haya derrumbado algún túnel en el silo nuclear de Punggye-ri. Parece que eso mismo ocurrió tras última prueba nuclear del 3 de septiembre, cuando un seísmo de magnitud 4,1 siguió al de 6,3 grados desencadenado por el estallido de una bomba H (termonuclear) de unos 100 kilotones. Hasta la fecha, se trata del artefacto más potente detonado por Pyongyang, que también causó temblores de tierra menos fuertes con sus ensayos anteriores.
Trazas de radioactividad en Corea del Sur
Este nuevo incidente se suma a la última escalada de la tensión con Corea del Norte, que ha vuelto a desafiar a la comunidad internacional tras las últimas sanciones de la ONU contra sus ensayos nucleares y de misiles. Ante la Asamblea General de la ONU en Nueva York, el ministro de Exteriores norcoreano, Ri Yong-ho, responde este sábado a las últimas advertencias de Trump, quien amenazó el martes con «destruir totalmente» al régimen de Kim Jong-un si ponía en peligro a sus aliados en Asia. Lejos de amilanarse, Pyongyang apunta ahora al Pacífico para su próxima prueba nuclear, que sería con una bomba de hidrógeno. Una posibilidad que asusta a los países vecinos porque, tras el último ensayo nuclear, Corea del Sur detectó trazas de radiactividad en su suelo y en el aire..
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MRF
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