A una semana
del 39 Congreso Federal los ánimos siguen muy caldeados. Tanto que
Felipe González ya se ha borrado de la cita y Zapatero y Rubalcaba aún
no han confirmado su asistencia.
A medida que se acerca la cita del 39 Congreso Federal, en el susanismo,
lo que hace unas semanas era motivo de preocupación comienza a serlo de
indignación y pánico. El motivo: la enmienda a la totalidad que el
reelegido secretario general, Pedro Sánchez, ha hecho desde su victoria al formato con el que la Gestora de Javier Fernández había preparado este complicado cónclave socialista.
"Pedro quiere convertir el Congreso en la Asamblea de Vistalegre de Podemos pero no sabemos, ni el mismo, si la militancia se le ha ido de las manos", asegura a ESdiario
un diputado afín a la presidenta andaluza que apela al "odio" que se
sigue vertiendo contra el sector oficialista tras su derrota el 21-M en
los muchos foros pedristas que reinan ahora en la red socialista.
Y al hecho de que, en la misma noche de
las primarias, en la propia sede de Ferraz se abrieran las puertas a
unos militantes que corearon de inmediato gritos de "susanista el que no vote".
Felipe comunicó esta semana a Sánchez que viaja a Colombia en las fechas del Congreso, el primero al que faltará en más de cuatro décadas
Sánchez quería firmar la paz con los grandes popes del PSOE alineados con Díaz y con los barones, pero fuentes de ese sector no ocultan su perplejidad por el tono que en su reciente gira mediática ha utilizado la que emerge como brazo derecho de Sánchez en la nueva Ejecutiva, Adriana Lastra.
De momento, un indiscutible de los congresos socialistas, el expresidente Felipe González, comunicó esta misma semana que no asistirá a la cita en el recinto ferial madrileño IFEMA.
Descolgó el teléfono, habló con el nuevo secretario general y le
anunció que viaja a Colombia en su calidad de observador del proceso de
paz entre el Ejecutivo de José Manuel Santos y las FARC.
Pero es que, además, según ha sabido este diario de fuentes socialistas, el otro expresidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero,
no acaba de confirmar su presencia en la cita del próximo fin de
semana. Estudia su agenda, enfrascado también con su papel de mediador
en Venezuela. Y tampoco ha confirmado su asistencia todavía el
exsecretario general Alfredo Pérez Rubalcaba.
Los susanistas temen la infiltración de Podemos entre los 5.000 militantes de base que Sánchez quiere mezclar con los compromisarios del partido
Los susanistas recuerdan el día del convulso Comité Federal del 1 de Octubre en el que Sánchez dimitió. Y cómo a las puertas de Ferraz se escucharon gritos de "Felipe traidor, chivato y golpista", como ilustra la fotografía.
Por eso este sector no entiende el empeño de Sánchez de mezclar en IFEMA
a los compromisarios de las distintas federaciones con los militantes
de base. Hasta 5.000 quiere llevar a su entronización. Ya durante la
campaña, los afines a Díaz denunciaron la infiltración de militantes de Podemos en los actos de Sánchez y temen que esa posibilidad se pueda volver a producir.
Y tampoco el sanchismo las tiene todas consigo. De hecho, el propio equipo de Sánchez contribuyó en la campaña a exacerbar los ánimos entre los militantes contra los Vara, Page, Lambán, Bono, Guerra, Madina o Blanco.
En las últimas horas, el equipo de líder
esta remitiendo mensajes internos reclamando calma y que no se abuchee a
los fieles a la presidenta andaluza. Pero, a siete días de la cita, la
preocupación va en aumento por el nuevo formato impuesto por Sánchez para su la puesta de largo de su resurrección.
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MRF
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