El asunto ha llegado a tal discrepancia que, según recogía ayer la prensa gallega, el responsable de la concesionaria de las piscinas, amenazó al alcalde con llevar a los bañistas del pueblo en autobús a las piscinas públicas de la comarca del Bierzo.
Se da la circunstancia que la empresa que lleva las piscinas del pueblo gallego de Villamartín es la misma que presta el servicio de las piscinas en poblaciones bercianas como Puente de Domingo Flórez, San Pedro de Trones o Fabero, así como también la localidad cabreiresa de La Baña. También de otras en Valdeorras, como Casaio.
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«Algo no hicimos bien, porque el servicio de bicicleta pública no está respondiendo a la necesidades de la gente, que sí está interesada». La frase es de Sergio Carratalá, gerente de la empresa valenciana La Bici, concesionaria del servicio municipal de las bicicletas de Ponferrada, quien adelantaba que para intentar mejorar y acercar el servicio a las necesidades de los usuarios de la ciudad berciana, van a cambiar de ubicación algunas de las quince estaciones que ahora mismo tienen en activo en sus calles.
Explica Carratalá que la filosofía de la concesionaria es implicar a la población local —al residente— en el uso de la bicicleta par sus desplazamientos; bien para ir a trabajar, a realizar la compra o a cualquier recado. Esta situación se está dando en poblaciones en donde también llevan el servicio, como por ejemplo Villagarcía de Arosa, en donde con apenas cinco estaciones, los residentes aprecian la ventajas de no moverse en coche en el casco urbano.
Sin embargo, en Ponferrada, el uso de la bicicleta pública tiene su mayor cuota de aceptación en las personas que visitan la ciudad a modo de turistas o viajeros ocasionales. Esta es la tendencia que quieren cambiar.
Con la reubicación de estaciones se pretende facilitar al usuarios local las cosas, que le sea más fácil, más económico y más práctico usar la bicicleta que su coche. Estos cambios de ubicaciones de alguna de las quince estaciones se producirá en breve. La previsión es que, primero se reubiquen las estaciones y luego se acometa la ampliación a 30 estaciones distribuidas por otros quince puntos nuevos de la ciudad. Así se facilita que el usuario tenga más posibilidades de aparcar la bicicleta pública de uno a otro barrio o calles de Ponferrada.
Un ejemplo de la necesidad de reubicar estaciones es el hecho de que, en la zona del Polígono Industrial del Bierzo, el PIB, no hay una estación para coger o dejar la bicicleta pública. Y es un lugar con gran potencial, dado que son cientos de personas las que a diario se trasladan para trabajar por ejemplo en la firma teleoperadora de telefonía móvil, Teleperformance.
La previsión es que la ampliación del servicio se pueda dar después del verano. La concesionaria cuenta con 10 años de servicio, que se inició en el 2014 y precisamente en una de las cláusulas contractuales firmadas con el Ayuntamiento de Ponferrada figura llegar a implantar las 30 estaciones. Ahora mismo en la ciudad están disponibles de uso público un total de 150 bicis. En lo que va de año se han registrado 776 usuarios; 1.787 en todo el 2016 y 2.260 en el 2015. Hasta lo que llevamos de junio y desde enero los préstamos de bicis alcanzaron la cifra de 15.832.
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Hasta 350 toneladas de madera de castaño, pino y raíz de chopo que, juntas, superan los cinco metros de altura y más de 300 horas de trabajo son necesarias para dar forma a la gran hoguera de San Juan de la Mata (Arganza), más conocida como ‘La Catedral del Fuego’. Un monumento temporal e inflamable que el día 23 volverá a iluminar la noche más mágica del año, alcanzando ya su décimo aniversario. Sí, diez años de sueños y deseos escritos en papeles después quemados, de propósitos marcados al compás de un baile alrededor del fuego —dice la tradición que es preciso dar siete vueltas a su perímetro para que se cumpla lo deseado—. Una década de historia descrita en leña que evoca a un alma que se purifica una vez reducida a cenizas.
Todo comenzó en el año 2007 de la mano de Juan Salví, el mismo que hoy sigue preservando lo que se ha convertido en una tradición en el pueblo, un reclamo turístico sin precedentes para la noche de San Juan del que no sólo disfrutan los vecinos, sino muchos bercianos que se acercan para contemplar de cerca la efervescencia y fastuosidad de las llamas, y también para disfrutar de las actividades complementarias ligadas a la celebración de las fiestas patronales. Junto a la hoguera se celebra, cada año, una merienda campestre previa a la quema en la que, por supuesto, no falta la queimada.
Atrás ha quedado ya el temor de la primera edición, cuando los vecinos más incrédulos y reacios de San Juan de la Mata recelaban de la construcción de una hoguera de tales dimensiones por miedo —cuenta el propio Salví— a quemar el pueblo entero. No obstante, nada ha pasado nunca que haya que lamentar, tan siquiera cuando la gran llama de ‘La Catedral del Fuego’ alcanzó los 35 metros de altura. Fue en el año 2010, tal vez una de las marcas más altas de su trayectoria.
Así pues, San Juan de la Mata volverá a prender su fantasmagórica hoguera en poco menos de una semana. Una cita ineludible para quienes quieran purgar su espíritu al pie del fuego que se complementa con actuaciones musicales, juegos infantiles y una gran chocolatada.
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MRF
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