No Al Olvido

miércoles, 14 de junio de 2017

LA TRIBUNA DEL COLUMNISTA Ignacio Camacho destroza a Iglesias y Montero: "Fue una monserga extenuante, una doble perorata narcótica, hemorrágica e hiperbólica. La Tuerka en bucle" video..01-02-2016-rueda-de-prensa-de-pablo-iglesias-instalado-en-el-inmovilismo


La primera sesión del debate de la moción de censura domina este 14 de junio de 2017 en las tribunas de opinión y editoriales de la prensa de papel. Prácticamente no hay una columna en la que se le dé un voto de confianza a Podemos, salvo en el artículo editorial de El País.
Federico Jiménez Losantos, en El Mundo, asevera que el debate de la moción de censura dejó al descubierto las costuras de ignorancia de los podemitas, de Irene Montero y Pablo Iglesias:
La feliz pareja exhibió el peor discurso del odio: el del odio a estudiar, por el riesgo de aprender algo.
El Mundo le dice a Iglesias que su meta en la moción de censura, poner en el disparadero a los socialistas, no la ha alcanzado:
Si el objetivo de Podemos con esta moción era apuntar al Gobierno pero disparar al PSOE, Iglesias no lo ha conseguido.
Santiago González se cachondea de la pareja turriona, Iglesias y Montero:
Ella y su galán gestionaron la moción en régimen de gananciales.
Raúl del Pozo se hace eco de la confidencia de una diputada socialista sobre el papelón que hizo Pablo Iglesias:
Se ha hundido por completo. Ha estado fatal. Rajoy le ha vapuleado en el fondo y forma.
El editorial de ABC lo tiene claro, el reto de Podemos sigue siendo el de fagocitar al PSOE:
Ayer fue evidente que la estrategia de Iglesias es drenar al PSOE de votos y apoyos sociales. Rajoy no fue más que la excusa táctica de Podemos en su plan de liderar la izquierda española.
Luis Ventoso afirma que España, tras el debate de la moción de censura, sigue igual que el lunes:
Los novios lo habrán pasado bárbaro anoche de cena, departiendo con unas copichuelas sobre quién le dio más cera al viejo Mariano en un memorable Dúo Pimpinela. Pero caído el telón, España sigue igual que el lunes.
Rosa Belmonte define la moción de censura con mucho cachondeo:
Fue una sesión inaguantable de PiliMilibusterismo. Una cosa sin fin hasta que Ana Pastor la interrumpió a media tarde.
Ignacio Camacho define magistralmente lo que fue la moción de censura:
Fue una monserga extenuante, una doble perorata narcótica, hemorrágica e hiperbólica. La Tuerka en bucle.
Para José María Carrascal, lo único para lo que le sirvió la moción a Iglesias fue para darse autobombo:
Iglesias tuvo su día de vanagloria, que no sabemos si repetirá, pero sólo dejó clavadas las banderillas de fuego en el lomo del PSOE.
Ignacio Ruiz-Quintano hace una divertida comparación con el ‘matrimonio Turrión':
Los Pablemos (Pablo e Irene) tienen más marketing (las teles de Casals), pero menos glamour, que William Hurt y Kathleen Turner.
El País asevera que Pablo Iglesias logró dos de los tres objetivos que perseguía con la moción. Sólo le faltó lo de desgastar a Rajoy:
Consiguió presentarse ante los votantes de izquierda como la principal fuerza de oposición al PP y relegar a los socialistas a un segundo plano.
La Razón subraya que el líder de Podemos subió ayer a la tribuna sin propuesta alguna:
Iglesias fue incapaz de presentar un programa de gobierno, ni siquiera esbozarlo o razonar las líneas maestras o la filosofía política que lo inspira. Nada.
Julián Cabrera compara a Irene Montero con una Che Guevera redivivo:
La intervención de Irene pretendió arrogarse tintes de populismo melodramático como aquellas del Che Guevara en Naciones Unidas precediendo a esa otra de Chávez en el mismo foro con aquel "aquí huele a azufre".
Pedro Narváez humilla al líder de Podemos:
Lo que podría haber sido una e-moción de censura, la primera del siglo XXI, quedose en una pataleta analógica.
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MRF

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