El presidente evita aclarar si va a prorrogar el estado de alarma por el coronavirus, tampoco anticipa cuándo se va a llegar al pico de contagios y asegura que las medidas adoptadas en España está "a la vanguardia" mundial.
Coronavirus en España: última hora del virus Covid-19 en directo
El Gobierno anticipa que en la guerra contra el coronavirus lo peor está por llegar. Pero pese a ese reconocimiento rechaza por el momento tomar nuevas medidas. En la tarde de ayer se anunció una comparecencia del presidente no prevista en la agenda. Pese a la expectación, Pedro Sánchez aprovechó su intervención, de cerca de 40 minutos, para justificar su gestión y no aportar ninguna certeza: lo peor está por llegar; no se adoptarán más medidas porque las previstas ya son duras; y no hay certezas de los motivos que sitúan a nuestro país como uno de los más afectados ni tampoco de cuándo se alcanzará el pico de contagios. Ni tampoco hubo explicaciones por el colapso de suministro sanitario que critican varias regiones.
Evitando cualquier atisbo de autocrítica, el presidente insistió en que ha ido «aplicando la estrategia definida por la Organización Mundial de la Salud para combatir al virus». Solo al final de su larga comparecencia aceptó definirse como responsable principal de la gestión de esta crisis desde que empezó a desatarse en China en enero, mucho antes de que estuviera en el radar del Gobierno español. Pero no hay un reconocimiento de errores propios o falta de previsión. Al contrario, Sánchez se refirió a otras naciones, en alusión a Reino Unido, «que tenían otras estrategias y han tenido que rectificar».....
El espejo italiano
Al cumplirse una semana desde que el pasado sábado el Gobierno decretase el estado de alarma el presidente quiso alabar la respuesta de la sociedad española ante las medidas, alargándose al explicar lo mucho que ha subido el uso de internet y bajado el consumo de queroseno estos días. Pero a la vez advirtiendo de que «lo peor está por llegar», frase idéntica a la pronunciada por él mismo hace unos días y que impide asistir con algún grado de optimismo a la evolución de esta crisis: el Gobierno ya la considera como la «emergencia sanitaria más grande del último siglo» y para la que «la humanidad no estaba preparada».
El espejo italiano atormenta. España reproduce con una semana de retraso la curva de contagios y fallecidos de Italia. Incluso con mayor número de muertos en nuestro caso si se compara desde el primer fallecido en cada país. Lo que casa mal con la justificación de Sánchez de no adoptar más medidas citando algunas que Italia no había adoptado todavía y España sí. Se reconoció incluso que no hay una explicación a por qué estos dos países está siendo los más golpeados en Europa. Sánchez anticipó que « los casos diagnosticados y fallecidos por coronavirus van a aumentar en los próximos días». Y no quiso comprometerse respecto a en qué momento podrán vislumbrarse datos positivos. El presidente insistió en que estamos «en un momento crítico y van a llegar días muy duros», pidiendo incluso a los españoles para prepararse desde el punto de vista psicológico: «Tenemos que llegar al fin de la semana que viene muy fuertes».
El presidente renunció a plantear ayer medidas más drásticas para reforzar el confinamiento de la población porque, a su juicio, las ya adoptadas están «a la vanguardia» de las que se han adoptado en los países afectados: «Hemos adoptado las medidas más drásticas en Europa y en el mundo, créanme». El único dato positivo que Sánchez trasladó es la idea de que se ha logrado que «el impacto de la infección no sea uniforme en todo el territorio español».
Pero al final de su larga intervención volvió a un diagnóstico todavía con muy pocas luces: «todavía debemos recibir el impacto de la ola más dura, más dañina». Un golpe que «pondrá al límite» nuestras capacidades materiales pero también anímicas.
El presidente evitó ayer concretar si se propone prolongar el estado de alarma, una cuestión que debe sustanciarse en el Congreso de los Diputados el próximo miércoles 25 de marzo. Aunque dado su análisis de la situación no parece que haya más alternativa. Todo apunta a ello. Y es que Sánchez dejó claro que en esta lucha la estrategia es «ganar tiempo» para «mejorar la preparación y resistencia de nuestros sistemas de salud, y el tiempo necesario para que la ciencia encuentre tratamientos eficaces y desarrolle vacunas que eliminen el virus». Una batalla larga en la que el Gobierno todavía no aporta certezas.....
Sin test suficientes
Sin anunciar cambios en las medidas ni tampoco aportando certezas en las fechas de cuándo España alcanzará el pico de contagios, Sánchez hizo una glosa de las medidas adoptadas hasta ahora y se refugió en anuncios ya realizados durante el día por los técnicos. Especialmente en la llegada de los test rápidos homologados.
Precisamente estas herramientas, que el Gobierno lleva días anunciando, se han demorado durante toda la semana. Estos instrumentos permitirán multiplicar el número de personas analizadas y aislar más eficazmente a quienes estén infectados, avanzando así en la ruptura de la cadena de contagios....
.https://www.abc.es/ MRF
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