La embajada del gigante asiático asegura que el Gobierno no hizo caso de las recomendaciones de China, que proporcionó a Sanidad «una lista de recomendaciones de proveedores clasificados»
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La Embajada de China en España ha hecho público a través de su Twitter oficial que España compró los test rápidos que no son válidos a una compañía que no cuenta con licencia oficial de la Administración Nacional de Productos Médicos de China. Además, el organismo asegura que el Gobierno no hizo caso de las recomendaciones de China, que proporcionó a Sanidad «una lista de recomendaciones de proveedores clasificados», entre los que no se encontraba Shenzhen Bioeasy Biotechnology.
Fernando Simón, director del Centro Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias ha confirmado en una rueda de prensa la llegada de estos test fallidos, pero ha informado de que son 9.000 las pruebas que no funcionan de un total de 640.000 que se han comprado al gigante asiático.
Lo que ocurre con los test rápidos que han llegado a España desde China es que, según la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC), tienen una sensibilidad del 20 o 30%, muy inferior a la recomendada, que debería de ser mayor del 80%. Esto provoca que las pruebas que tanto se esperaban y que tanto había promocionado el Gobierno no sean válidas, lo que «impediría su introducción en rutina».
Así lo expone esta sociedad científica en un documento de posicionamiento sobre el diagnóstico microbiólogo de COVID-19 en el que reconoce que un diagnóstico rápido de los casos es relevante para identificar, aislar y tratar rápidamente a aquellos pacientes infectados para limitar la transmisión del virus, así como para la descongestión de las urgencias. «Para ello necesitamos pruebas rápidas con una elevada sensibilidad», subraya.
Sin embargo, los primeros test rápidos para la detección de antígeno del virus que han llegado a España no sirven para tal función. Así lo ha asegurado a Efe la portavoz de la SEIMC, María del Mar Tomás, que ha detallado que los test para la detección de antígeno están teniendo una sensibilidad muy baja, entre el 20 y el 30 %. «Con esta sensibilidad es prácticamente imposible utilizarlos rutinariamente. Tendría que tener una confirmación posterior por la técnica de amplificación RTPCR», ha indicado.
Sin embargo, esta portavoz de la SEIMC ha apuntado a otros tipo de test, los de detección de anticuerpo, que permite detectar dos tipos de anticuerpo; el M, que indicaría infección aguda, y el G que indicaría «curado», es decir, «los que están inmunizados».
Estos test -ha explicado- están siendo usados en varios países europeos y tienen una sensibilidad del 85 % y del 100 % para los anticuerpos M y G respectivamente. Un inconveniente es que tardan cuatro días en arrojar resultados, advierte....
Fernando Simón, director del Centro Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias ha confirmado en una rueda de prensa la llegada de estos test fallidos, pero ha informado de que son 9.000 las pruebas que no funcionan de un total de 640.000 que se han comprado al gigante asiático.
Lo que ocurre con los test rápidos que han llegado a España desde China es que, según la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC), tienen una sensibilidad del 20 o 30%, muy inferior a la recomendada, que debería de ser mayor del 80%. Esto provoca que las pruebas que tanto se esperaban y que tanto había promocionado el Gobierno no sean válidas, lo que «impediría su introducción en rutina».
Así lo expone esta sociedad científica en un documento de posicionamiento sobre el diagnóstico microbiólogo de COVID-19 en el que reconoce que un diagnóstico rápido de los casos es relevante para identificar, aislar y tratar rápidamente a aquellos pacientes infectados para limitar la transmisión del virus, así como para la descongestión de las urgencias. «Para ello necesitamos pruebas rápidas con una elevada sensibilidad», subraya.
Sin embargo, los primeros test rápidos para la detección de antígeno del virus que han llegado a España no sirven para tal función. Así lo ha asegurado a Efe la portavoz de la SEIMC, María del Mar Tomás, que ha detallado que los test para la detección de antígeno están teniendo una sensibilidad muy baja, entre el 20 y el 30 %. «Con esta sensibilidad es prácticamente imposible utilizarlos rutinariamente. Tendría que tener una confirmación posterior por la técnica de amplificación RTPCR», ha indicado.
Sin embargo, esta portavoz de la SEIMC ha apuntado a otros tipo de test, los de detección de anticuerpo, que permite detectar dos tipos de anticuerpo; el M, que indicaría infección aguda, y el G que indicaría «curado», es decir, «los que están inmunizados».
Estos test -ha explicado- están siendo usados en varios países europeos y tienen una sensibilidad del 85 % y del 100 % para los anticuerpos M y G respectivamente. Un inconveniente es que tardan cuatro días en arrojar resultados, advierte....
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