Hasta en la crisis del coronavirus,
el pensamiento único es patógeno.
Existen voces que discrepan tanto
en el campo científico como en el económico.
De nuevo san Agustín, tantos siglos después,
vuelve a tener razón: «En lo esencial, unidad».
Y lo esencial es salvar vidas y hacer frente a
una pandemia de la que sabemos muy poco.
De momento conocemos el número de muertos,
pero no está claro el de contagiados.
Lo grave, de todos modos, no es que las
personas se contagien, sino que fallezcan.
Abramos pues una ventana a la esperanza y valoremos
que tal vez el porcentaje de personas que
pierden la vida es menor, y lo es porque muy
probablemente el número de infectados sea
considerablemente mayor que el que nos ofrecen
los datos oficiales. Sigue siendo una tragedia.
Como lo va a ser el tortazo económico que nos
estamos dando, mientras más de doscientos mil millones
se van de nuestra Bolsa. Está claro que en
una sociedad plural hay análisis para todos
los gustos, y que el pensamiento único
también es un virus intelectual que hay que erradicar....Bieito Rubido

No hay comentarios:
Publicar un comentario