Vox tuvo que cancelar dos veces un encuentro con simpatizantes y afiliados y advierte de que «no silenciarán nuestra voz»
El presidente de Vox, Santiago Abascal, tuvo que refugiarse ayer en un restaurante cubano en Nueva York para poder mantener un encuentro con simpatizantes y militantes. La reunión, que estaba inicialmente prevista en otros dos lugares, tuvo que ser suspendida, siempre la versión de Vox, ante «las presiones y las amenazas sufridas par parte de grupos violentos de extrema izquierda». Para evitar este acoso, Vox solo hizo pública esta convocatoria en redes sociales
En esta reunión también participó, junto a Santiago Abascal, el portavoz parlamentario, Iván Espinosa de los Monteros, que han protagonizado el encuentro, agradecieron a los presentes el «gran apoyo a Vox por parte de la colonia de españoles que viven, no solo en Nueva York, sino en otros puntos del país», según la nota de prensa difundida por esta formación política.
Abascal, en su intervención, animó a los asistentes a «seguir defendiendo las ideas de Vox frente a la amenaza de los enemigos de la libertad y de la democracia, que han fracasado en su intento de silenciar nuestra voz».
Este encuentro se enmarca dentro de la gira que ha realizado el presidente de Vox por Estado Unidos. Ayer, en su última jornada, se reunió con el senador Ron Johnson, presidente del Comité de Seguridad Nacional y responsable de las relaciones con Europa; la del senador por Texas Ted Cruz -quien optó a la nominación del Partido Republicano como candidato a la presidencia de EEUU-; con el congresista Chris Smith -el más veterano de los representantes en la Cámara con más de 35 años de experiencia-, o el congresista Mario Díaz-Balart por Florida, con quien se ha reunido el portavoz del Grupo en el Congreso de los Diputados, Iván Espinosa de los Monteros, para analizar las relaciones entre España y Cuba.
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