No Al Olvido

lunes, 14 de octubre de 2019

# Bierzo ..Ponferrada acoge desde hoy un curso de seguridad y emergencias...Viaje al perdido y desconocido poblado de molinos de Oencia..Torre pisa las uvas..Vídeo...Oencia... XOAN ARCO DA VELLA..!!!

La ciudad de Ponferrada acoge desde hoy lunes y 
hasta el miércoles 16 de octubre un curso integral 
de seguridad y emergencias que tiene como objetivo 
conseguir una formación actualizada de primeros 
auxilios, reciclaje en desfibrilador externo 
semiautomático (Desa), taller práctico de control 
de hemorragias y heridas por arma blanca y de fuego 
destinado a los profesionales implicados en 
las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, 
Urgencias y Emergencias de Castilla y León.
Organizado por el Ayuntamiento de Ponferrada 
y la Policía Municipal, según informa la agencia
 Ical, participará en los tres días de sesiones
 personal del Servicio Urgencias del Hospital 
del Bierzo, de la Gerencia de Asistencia Sanitaria 
del Bierzo, del Grupo Bierzo Soporte Vital y del Grupo 
de Sanidad Táctica de la Sociedad 
Española de Medicina de Urgencias y Emergencias.
La inauguración tendrá 
lugar mañana lunes 14 de octubre 
a las nueve de la mañana en la Sala 
Estuco del Castillo de Ponferrada.

Viaje
El Bierzo esconde un tesoro arquitectónico y 
etnográfico que muy pocos conocen. 
Su difícil acceso lo ha sepultado en un olvido 
que le impregna ese halo que rodea un lugar 
poco manoseado o pisado por el hombre. 
¡Que levante la mano el que sitúe en el mapa 
un poblado lleno de molinos de piedra ancestral, 
perdido en un bosque al que sólo puedes 
llegar a pie, después de pelear en 
la caminata con zarzas y ortigas!
Está en uno de los cientos de recovecos y valles 
que surcan los abruptos montes del Ayuntamiento de Oencia.
 Son una docena de chozas y molinos alineados en 
forma de «V» sobre una ladera, bañados por 
dos arroyos y coronado por un curro sin tejado, 
para resguardar el ganado o las colmenas. 
Es un lugar conocido como Red de Molinos, jalonado por 
uno de esos cauces de agua de difícil pronunciación 
y que aparece nombrado en los mapas como Rego da Gralleira.
Si viajas a los pueblos de Oencia y preguntas por 
la «Red de Molinos», más de uno no sabría darte 
respuesta de su ubicación. Las personas de edad
 avanzada, sí. Incluso, uno de los pocos moradores 
del pueblo de Sanvitul tiene datos precisos y recuerdos.
Con una mínima referencia aportada por 
Santiago Castelao, (uno de los personajes villafranquinos
 que mejor conoce los montes del Bierzo Oeste), llegar 
al poblado de los molinos no es tarea fácil. Hay un 
camino de carros para sacar las castañas que 
daba acceso al lugar, llegando a Villarrubín, 
pero está ciego en algunos puntos. Así que, 
la alternativa es seguir el cauce de 
una presa de riego, aguas arriba.
Después de cruzar matorrales y pelear con 
un bosque salvaje y anárquico, la recompensa 
es alta. De sopetón, sin esperarlo, aparece un 
prado verde lamido por la boca de las vacas. 
En el fondo, —perfectamente encajado en el vértice 
de la ‘V’ del valle y con colores
 de camuflaje 
que casi no es capaz de detectar el Google Maps— 
despunta con asombro ese poblado de Molinos.
El alcalde de Oencia, Arsenio Pombo, 
lo conoce bien y lamenta en este periódico 
que esta valiosa arquitectura y joya de 
ingeniería etnográfica de tiempos pasados no 
cuente con ayudas para su restauración. 
Ahora mismo, una parte del poblado 
está utilizada por un joven de Villarrubín, 
que pastorea por allí sus vacas.
Las construcciones son de varios particulares 
y hay una familia que vive en Madrid, que suele 
venir los veranos a aislarse por completo 
del bullicio de la ciudad. Allí, en Red de Molinos, 
sólo se escucha el discurrir del agua limpia, 
el cantar de los pájaros y el bramido de 
alguna vaca. Huele a pura naturaleza.
Si alguien no lo remedia, esta herencia de 
poblado ancestral se perderá para siempre. 
De hecho, ya hay boquetes en paredes desconchadas, 
signo de la tragedia que se avecina. 
Las Administraciones públicas con dinero 
(Oencia no lo tiene) no deberían permitirlo, 
y aunque sea privado, hay ayudas para restaurar. 
Algo parecido pasó con las pallozas de Ancares y aquí, 
aunque también hay propiedad privada de por medio, 
se puede encontrar una solución que 
evite el derrumbe de los valiosos molinos de agua

Torre
Torre del Bierzo recuperó ayer la tradición de 
la pisada de la uva de la mano de la asociación 
Cultural Puente Romano. Un primer certamen en 
el que participaron ocho parejas en un divertido 
concurso con «un minuto de pisada y 10 segundos 
de recogida de mosto con 20 kilos 
de uva por tina, para definir el ganador.
La pareja formada por Daniel Teixeira y Sandra 
Gutiérrez se llevaron los 50 euros del premio y 
el segundo premio recayó en Hilda Carballo y
 Marcelino Pipo, que tuvieron gratis la pulpada 
con la que se celebraba este primera certamen de 
pisada de uva de Torre del Bierzo . «Una nueva actividad
 enfocada a recuperar las tradiciones de ésta tierra, 
igual que queremos mantener la todo aquello que ha 
sido nuestra historia», señalaba José Luis Fernández, 
presidente de la asociación. Desde la organización 
se valoró muy positivamente la participación en 
la pisada. «Ha sido el primer año y la gente 
se animó —recordaba que hubo quién siguió pisando 
fuera de concurso— esperamos que en años 
sucesivos se pueda ampliar e incluir 
una pisada infantil» avanzó Luis Fernández

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