Resultó propio de las grandes acciones de agitación y propaganda. La ministra Calvo había dicho que se iba a hacer sin medios de comunicación, lo que en el Reino de la Mentira del doctor Sánchez quería decir que se iba a acreditar a casi 500 periodistas de 150 medios de 17 países. Muchos más de los que acreditó el régimen que ellos llaman fascista en los funerales de Estado que tuvieron lugar allí mismo. La «señal institucional» fue transmitida por 22 cámaras de TVE, más de las que llevó allí la televisión de la dictadura el 22 de noviembre de 1975.
Muy malas deben de ser las perspectivas electorales que tiene el PSOE para hacer el montaje de ayer con el doctor Sánchez entrando en directo a las tres de la tarde en todos los informativos. En directo, pero sin preguntas, claro. Este discurso de Sánchez ha tenido lo más propio de su sello personal: un plagio. Pero esta vez se ha superado: ha plagiado a Franco. El doctor Sánchez tuvo el valor de decir que «la España actual es fruto del perdón, pero no puede ser producto del olvido». Y como su mayor empeño ha sido siempre el borrar la historia y construir una falsedad en su lugar, no sabe que una de las frases más repetidas por el general Franco fue «Españoles, perdonad pero no olvidéis». Admito que es posible que Sánchez no la haya plagiado, sino que se le haya ocurrido a él solo. Me cuesta creerlo, pero es una posibilidad. En cuyo caso, sería casi peor para él, porque querría decir que el doctor Sánchez ya piensa igual que el Caudillo de España por la Gracia de Dios. No paramos de mejorar.
La transmisión que ayer hizo TVE fue digna del NODO del régimen franquista. Dedicó siete horas a hablar ininterrumpidamente del gran acto con el que el doctor Sánchez ha violado la reconciliación que sellaron los españoles en 1978. Lo de la televisión pública fue tan grotesco que el telediario de las 15.00 dedicó sus 30 primeros minutos al «acontecimiento histórico». Y en ese contexto llegó a dar prioridad a la especulación sobre el futuro del Pazo de Meirás por encima de la noticia de la Encuesta de Población Activa. Qué casualidad tan feliz el que esta lanzada a moro muerto se haya programado precisamente para el día en que se conocían unos pésimos datos de empleo. Seguro que la coincidencia también ha sido debida a la mala fe de la familia Franco, a la que se ha atacado desde todos los frentes y medios imaginables por defender la memoria de su abuelo y reclamar un acto reconocido universalmente como un derecho humano básico: poder enterrar a tus muertos donde tú quieras hacerlo. Por eso es más que probable que éste no sea el último entierro del general. Cuando el Tribunal Europeo de Derechos Humanos dicte sentencia, apuesto a que acabaremos viendo a Franco enterrado en la catedral de la Almudena. Al tiempo.
Entre las muchas imágenes llamativas del día pudimos apreciar la de un oficial de aviación que se ocultaba tras el helicóptero para no saludar al féretro. Un amigo me decía que le parecía una vergüenza. A mí también. Pero no estoy seguro de cuál pudo ser el motivo del oficial. Si querer negar el respeto y el honor debido a un general o, sabiendo que debía rendírselo, apartarse para que sus superiores civiles de la hora presente no le vieran cumplir con su obligación.....
Como muy bien se ha anticipado en el último numero de «La Gallina Ilustrada», «el doctor Sánchez aprovechará la tumba vacía de Franco para enterrar su tesis». Tiempo al tiempo...Ramón Pérez-Maura
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