El embajador israelí en Madrid, Daniel Kutner, afirmó ayer ante un grupo de periodistas que si Israel no se ha pronunciado expresamente en apoyo de la unidad de España tras la declaración unilateral de independencia en Cataluña es porque no es costumbre en su país reaccionar ante «asuntos internos de otros países”.
Kutner agregó que no cree que esa actitud de Israel vaya a empeñar la visita de Estado que los días 6 y 7 hará a España el presidente del país, Reuven Revlin, y que será la primera de un jefe de Estado israelí desde 1992. La visita, que se quería realizar en 2016, coincidiendo con el 30 aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas bilaterales, tuvo que posponerse por estar el Gobierno español en funciones.
Las autoridades españolas, a través de su embajador en Tel Aviv, Manuel Gómez-Acebo, hicieron gestiones para que Israel respaldara a España frente al desafío secesionista, pero encontraron poco receptividad. Ayer, ante las preguntas de los periodistas, Kutner señaló que Israel «no se entromete» en los asuntos internos de otro país y subrayó que las relaciones con España «tienen sólidas bases». El embajador expresó su convicción de que «no hay razón para que se empañe nada».
La postura de Israel, en cualquier caso, no es muy bien comprendida por el Gobierno español que, según fuentes gubernamentales consultadas por ABC, no descartan aún que, en alguna de las ocasiones en que el presidente Revlin pronuncie discursos -ante los Reyes y en el Senado- pudiera haber alguna manifestación de apoyo, al menos, al respeto a la Constitución Española.
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MRF
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