La Comisión Europea tira de las orejas al Ejecutivo de Pedro Sánchez por prever un alza del gasto del 3,8% en 2020, cuatro veces más de lo permitido
El guión de las últimas elecciones de dimes y diretes entre la Comisión Europea y el Gobierno a cuenta del déficit se repite. La Comisión Europea envió ayer una carta al Gobierno de Pedro Sánchez en la que advierte de que el borrador presupuestario enviado a las autoridades comunitarias la semana pasada, que prorrogaba los Presupuestos de 2018 y se comprometía a subir los sueldos públicos un 2% y las pensiones un 0,9% con el IPC, eleva el gasto hasta cuatro veces más del límite fijado por Bruselas. «El plan presupuestario planea un crecimiento nominal del gasto primario del Gobierno del 3,8%, lo que excede el máximo crecimiento recomendado del 0,9%», recoge la misiva, firmada por el vicepresidente de la Comisión Europea, Valdis Dombrovskis y el comisario de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici.
La carta exige así un ajuste estructural del 0,65% del PIB, frente al magro 0,1% que incluye el boceto remitido por el Ejecutivo: la diferencia de ambas cifras se traduce en que el Gobierno que salga de las elecciones deberá recortar más de 7.000 millones, bien por mayores ingresos o por un menor gasto. Todo un corsé a las previsiones del Gobierno pero también a la profusión de guiños electorales que incluyen los programas de los partidos en liza.
Por todo ello, la Comisión sentencia que «en general, estos elementos no parecen estar en línea con los requisitos de política presupuestaria» apalabrados entre la UE y España. Y apostilló que «apuntan a un riesgo significativo de desviación en 2020 y a lo largo de 2019 y 2020 en conjunto».
Guerra de cifras
3.269 millones: es el montante que el Gobierno ha presupuestado para subir los sueldos de los empleados públicos un 2% el año que viene.
1.404 millones: supone subir las pensiones con el IPC, que el Gobierno prevé que crezca un 0,9% en 2020.
7.115 millones: es el ajuste adicional que reclama la Comisión Europea para 2020, más allá de los 1.293 millones que incluía el Gobierno.
0,9 por ciento: es el crecimiento máximo que puede registrar el gasto público de España en 2020, frente al 3,8% que incluyó el Gobierno...
La interinidad sobrevuela la carta, ya que está escrita por una Comisión Europea en funciones dirigida a la ministra Nadia Calviño, en una situación de interinidad similar. La propia carta reconoce que saben que el plan remitido no adopta ninguna medida adicional –salvo los 5.000 millones de mayor gasto por la subida de sueldos públicos y pensiones– debido a que el Gobierno está «en funciones».
En estas circunstancias, la Comisión Europea ha recordado la «importancia» enviar un borrador presupuestario «actualizado» una vez se remita un proyecto de Presupuestos para 2020 al Congreso de los Diputados, aunque entiende que su tramitación en España «se ha retrasado con respecto a su calendario habitual» por la situación política. «Invitamos a las autoridades españolas a presentar, tan pronto como el borrador presupuestario para 2020 sea enviado al Congreso, un proyecto actualizado a la Comisión Europea y al Eurogrupo que asegure el cumplimiento de las recomendaciones para España».
«La carta de la Comisión era previsible. Cuanto antes haya un Gobierno con plenas facultades, antes adoptaremos el proyecto de presupuestos para 2020»
Desde el Gobierno, sin embargo, quisieron quitarle hierro a la misiva. «Cuanto antes se constituya un gobierno con plenas facultades, antes adoptaremos el proyecto de presupuestos para 2020. Lo enviaremos a Bruselas y conseguiremos un mayor alineamiento con las normas comunitarias y las prioridades políticas de nuestro Gobierno», subrayó la ministra de Economía, Nadia Calviño. La titular tildó de «previsible» la misiva de Bruselas y lamentó que al no aprobarse las cuentas de 2019 el desvío fiscal no se ha reducido «todo lo rápido» que hubiera querido el Gobierno.
«No es una regañina»
«Esto no es una regañina, es una constatación de que España necesita un Presupuesto y un gobierno a pleno rendimiento», aseguró por su parte la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, quien a la entrada a la Diputación Permanente afirmó que la advertencia de Bruselas está en línea «con lo que dice el Gobierno en los últimos meses y es que urge tener un Ejecutivo a plena capacidad y la presentación de un plan presupuestario que nos permita acompasar los gastos con los ingresos y profundizar en la nueva fiscalidad».
«El plan presupuestario planea un crecimiento nominal del gasto primario del Gobierno del 3,8%, lo que excede el máximo crecimiento recomendado del 0,9%»
Montero admitió no obstante que el plan presupuestario para 2020 remitido a la Comisión Europea no recoge nuevas figuras fiscales, lo que «arroja un objetivo de déficit que no es el que el Gobierno quiere comprometer con Bruselas». «Nos recuerdan que estamos en el entorno del 1,7% y es evidente que el esfuerzo que exige Bruselas es superior». En cuanto al objetivo de déficit para este año, Montero detalló que acabará «en el entorno del 2%» lo que «significa haber bajado cinco décimas». «Un esfuerzo que el conjunto de la Comisión Europea pone en valor, no en la carta pero sí en las reuniones que hemos mantenido en los días previos», abundó.
Así, el plan del Gobierno pasa por presentar un proyecto de Presupuesto en el que sí harán «una actualización de los ingresos fiscales», apuntó Calviño. Tras un año de inacción, el ajuste espera tras las urnas.
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