Otro se dio a la fuga tras arrojar un hacha y después de que los inquilinos dieran la alarma.
Los dos perros de Tamara y Alejandro comenzaron a ponerse nerviosos de madrugada. Tanto como para despertar a sus dueños. Dos sombras trataban de entrar en el cobertizo que utilizan para guardar algunos trastos y el pesado equipo de música de su grupo de reggae, I-Tal Storm, junto a la vivienda de la calle La Cemba Alta donde reside la pareja desde hace unos meses. Dos figuras, y eran las cuatro de la mañana del martes, con toda la barriada de La Cemba en silencio, que habían saltado el muro que rodea el recinto de la casa y apoyaban una escalera plegable junto a la ventana del trastero para colarse en su interior. De nada sirvió que los perros ladraran y que Tamara y Alejandro encendieran las luces de toda la casa. Los ladrones no se asustaron.
«Bajamos al hall alertados por los perros y vimos a dos personas en la huerta. La primera reacción fue ir a decirles algo, claro. Pero al final nos encerramos en casa y llamamos a la policía, que llegó en seguida. Hicimos bien porque uno llevaba un hacha», cuenta Tamara a este periódico mientras muestra los destrozos causados en la ventana del cobertizo y en el muro por el individuo que consiguió huir de los agentes después de arrojarle a uno de ellos —según el relato de los denunciantes— la herramienta que portaba. El otro supuesto ladrón, con iniciales J.M.A. y atrapado dentro del cobertizo por el resto de la patrulla, fue detenido antes de que pudiera saltar por la misma ventana y ya está en libertad a la espera de juicio. Se enfrenta a la acusación de un delito de robo con fuerza en las cosas.
Teléfono móvil del huido
La Policía Nacional actuó con rapidez y enseguida se personaron cuatro agentes. A la espera de identificar al huido, que perdió su teléfono móvil en la huerta de la casa, está por ver si además del robo se considera que ha podido cometer un presunto delito de atentado contra el agente que trató de detenerle.
No es el primer robo que ha sufrido en las últimas semanas la manzana de casas, algunas de ellas vacías y con el cartel de se vende en la fachada, que ocupa la ladera de La Cemba, a espaldas de la residencia de mayores de Flores del Sil. Sentados a la sombra en los bancos de una zona peatonal, un grupo de vecinos cuenta a este periódico que un edificio en venta y otro usado como segunda residencia han sufrido robos recientemente. «Vivo sola con mi madre, que tiene 87 años y no hace más que preguntarme si he cerrado la puerta», asegura la propietaria de una vivienda próxima.
En el cobertizo, el músico de reggae enseña después a este periódico los objetos que los dos ladrones estaban a punto de llevarse cuando les sorprendió la policía: «Unas zapatillas Nike que no son Nike en realidad y una motosierra estropeada. El equipo que usamos en los conciertos pesa más de 300 kilos y es imposible que dos personas se lo hubieran podido llevar por esa ventana», explica. Y no tiene ningún reparo en contarlo. «Queremos que esta clase de gente salga a la luz», dice, agradecido por la rapidez de la policía y el buen olfato de sus perros, un setter de caza y un border collie, siempre en guardia.
La Junta Lúpulo
Asaja lo ve como «una entelequia» y la Asociación de Agricultores como una opción posible.
La Junta de Castilla y León quiere promocionar la implantación de fincas de cultivo de lúpulo en la comarca del Bierzo. Lo hará a través de la conocida plataforma promocional Bierzo Hub, con el desarrollo de una campaña informativa y analisis de la situación.
No lo ven así desde la Asociación Berciana de Agricultores. Pablo Linares dice que todo es estudiable y todo lo que sea sumar es bienvenido. Por eso, considera que la implantación de lúpulo en el Bierzo «es una vía con un nicho económico de posibilidades». Sí confirma que en la comarca no son expertos en este producto básico para la elaboración de cerveza, pero sí cree que «puede ser interesante un hub sobre lúpulo».
«La dificultad es la superficie, que no existen grandes fincas, pero también hay que recordar que, por ejemplo, para la plantación de frutales, de perales y demás, también son necesarias grandes extensiones, y sin embargo, al sector de la fruta le va bien y está saliendo adelante», remarca Pablo Linares.
El representante de la Asociación Berciana de Agricultores sentencia que lo del lúpulo para la zona «es una posibilidad, pero sin echar las campanas al vuelo». Por eso, entiende que es necesario conocer los requerimientos climáticos, de suelo y la maquinaria necesaria para su cultivo. Todo ello, en un momento en el que la fruticultura está conteniendo el aliento sobre los daños por las heladas de hace días.
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