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sábado, 3 de noviembre de 2018
# Los mitos más oscuros de Satanás, el ángel caído que no reina en el infierno..Videos 2 ...La profecía .Palabras de Damien!!
¿Es el mismo ser Lucifer, el Demonio, Satanás y el Diablo? ¿Existe una religión que adora al Ángel Caído? ¿El 666 es realmente el número de la bestia?
Fuego, cuernos y tridente. El Demonio de la tradición cristiana se ha terminado convirtiendo en una forma casi parodiable, que no corresponde con lo que dice de él la Biblia (el texto cita a Satanás unas 36 veces y al Diablo 33 veces) ni con el mito del ángel caído que desafió a Dios. La propia Iglesia considera estos temas poco agradables y no suele deternerse mucho en ellos.
¿Es lo mismo Lucifer, el Demonio y Satanás?
La palabra demonio o daemon procede del griego «demon» (genio), un ser sobrenatural descrito como algo que no es humano y que usualmente resulta malévolo. Así y todo, la connotación negativa fue algo que distintas religiones de Oriente Medio fueron añadiendo al concepto de daemon con el paso de los siglos.
En el Antiguo Testamento al adversario de Dios se le llama «Satán», que significa literalmente enemigo u opositor. Paradójicamente, el Satán reflejado en los estratos más antiguos de la Biblia nada tiene que ver con ángeles caídos, ni con demonios corrientes, ni con el origen del mal... simplemente es un ángel a las órdenes de Yahvé encargado de ciertas tareas desagradables. Es más adelante cuando Satán ocupa en la narración el puesto del antipoder frente al Dios Creador, aunque la existencia de este antipoder se intuye ya en el Génesis.
En el Nuevo Testamento, a Satanás se le nombra como «Diablo», que viene del verbo griego «diaballo» (acusar). Otros apelativos que recibe Satanás son Legión, Príncipe de los demonios, Beelzebub, Mentiroso, Padre de la mentira, Pecador desde el principio, Tentador, Maligno, Espíritus malignos, Espíritus inmundos o impuros, Homicida desde el principio, Señor de la muerte, Dragón, Serpiente antigua, Belial, Dios de este mundo, Poder de las tinieblas, Seductor del mundo entero, Ángel de Satanás o Acusador.
Lucifer, por su parte, no está mencionado en el Antiguo Testamento, no al menos directamente, significando «estrella de la mañana» o «el que lleva la luz». Según los textos del renombrado exorcista P. Gabriele Amorth, Lucifer sería el nombre propio del segundo demonio en importancia en la jerarquía demoníaca. No obstante, para el Cristianismo Satanás y Lucifer son la misma cosa.
¿Quién es el Ángel caído?
Según la tradición cristiana, Lucifer representa al ángel caído, ejemplo de belleza y sabiduría, a quien la soberbia le condujo a la oscuridad. En consonancia con el pensamiento de Santo Tomás, el pecado de soberbia consistió en pretender obtener la bienaventuranza sobrenatural no como un don gratuito de Dios, es decir, por su gracia, sino por sus propias fuerzas. Desde su rebelión en la que arrastró a un tercio de los ángeles (Apocalipsis 12:4), es denominado el adversario de Dios, si bien designar a Lucifer como Satán es un invento cristiano procedente –en opinión de Antonio Piñero, catedrático de filología griega en la Universidad Complutense– de «una exégesis particular por parte de los Padres de la Iglesia de un pasaje de Isaías, concretamente el 14,12 5».
«¡Cómo has caído de los cielos, Lucero, hijo de la Aurora! ¡Has sido abatido a tierra, dominador de las naciones! Tú que habías dicho en tu corazón: ‘Al cielo voy a subir, por encima de las estrellas de Dios alzaré mi trono, y me sentaré en el Monte de la Reunión... subiré a las alturas del nublado, me asemejaré al Altísimo’. ¡Ya! Al sheol (mundo subterráneo) has sido precipitado, a lo más hondo del pozo», escribió Isaías para celebrar la muerte del Rey asirio Sargón II. La referencia al Rey como «Lucero, hijo de la Aurora» fue entendida por los Padres de la Iglesia como una denominación al Diablo.
En el cristianismo ambos conceptos son hoy similares, con la diferenciación generalizada de que Lucifer es el nombre del «Príncipe de los demonios» antes de su caída; y el nombre de «Satán» es el que adoptó tras su caída.
¿Por qué se menciona a Jesús como lucero del Alba?
Jesús es mencionado en varios versículos como la estrella o el lucero de la mañana, como así sucede en Apocalipsis 22:16: «Yo, Jesús, [...] soy la raíz y el linaje de David, la estrella resplandeciente de la mañana». Pero todo se debe a una reinterpretación posterior. En opinión de Antonio Piñero, cuando los autores cristianos de finales del siglo I (Apocalipsis) o del primer cuarto del siglo II emplearon «lucero de la mañana» aún no se había asociado ese sintagma con el Diablo/Belial. «No hay el menor motivo de asombro o de desdoro al leer esos textos cristianos, porque los autores del Nuevo Testamento jamás comparaban el lucero de la mañana con Lucifer/Diablo, que el fin y al cabo sólo significa el “portador de la luz”».
¿Dónde habita el demonio?
Según el libro del Apocalipsis, Cristo vencerá a Satanás y lo enviará a una prisión (el infierno) «para que no engañe más a las naciones» y no pueda acceder más al Cielo ni la Tierra. Para la mayoría de autores, la suposición de que Satanás gobierna o habita como Rey del infierno carece de base bíblica. Cuando vaya lo hará como prisionero, no como rey. La imagen del Diablo como monarca infernal se basa en gran medida en los escritos literarios, en especial de Dante y Milton, quien pone en su boca la frase en «El Paraíso perdido» de que «es mejor reinar en el infierno que servir en el cielo».
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