Eran las 21.18 horas cuando la sala del 112 recibía el aviso de que había una adolescente herida en una habitación de la calle de Panizo, 58, en el piso bajo. Los comunicantes eran los padres de la chiquilla.
Fuentes policiales indicaron a ABC que el matrimonio había salido pasadas las seis de la tarde del domicilio y que, tres horas después, cuando regresaron, hallaron a su hija, de 16 años, muerta en su cuarto. Efectivamente, la menor estaba tirada en el suelo y se encontraba desnuda. Presentaba al menos dos o tres golpes en la cara y en la cabeza, que habían acabado con su vida. Según concretó Emergencias 112 Comunidad de Madrid, tenía un traumatismo craneofacial severo y los médicos del Summa no pudieron más que certificar el óbito.
Aunque es muy pronto para saber concretamente qué ha ocurrido, se trabaja con la hipótesis de que la menor se encontrara con alguien conocido en la vivienda, de ahí que la puerta no estuviera forzada.
Se da la circunstancia de que la familia, que es de origen hispano, tiene alquilada una de las habitaciones a un hombre español, de entre 35 y 40 años. Esta persona explicó a los agentes de Homicidios que él no se encontraba en el piso en el momento en que se produjo la muerte. Como los padres de la infortunada, él también estaba fuera y la muchacha debía de saberlo. Añadió que sospechaba que el autor de la agresión mortal tenía que ser alguien del entorno de la víctima. Al cierre de esta edición, el inquilino, de hecho, no estaba detenido y se recababa su testimonio, el de los padres y posibles testigos.
MRF
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