El ejecutivo de Torra burla la neutralidad institucional con un homenaje a los políticos presos y fugados
El presidente de la Generalitat apela a Pedro Sánchez: "Sentémonos, tomemos riesgos, hablemos de gobierno a gobierno"
El ejecutivo de Quim Torra ha convertido la toma de posesión de los consejeros de la Generalitat en una reivindicación de los políticos presos y de los fugados de la Justicia, en una avanzadilla del que va a ser el fondo y la forma de esta legislatura. La neutralidad institucional que se presupone a un acto de estas características ha sido por completo burlada por un protocolo que lo ha convertido en un acto político de parte.
En el salón Sant Jordi del Palau de la Generalitat, una de las sillas en la fila de los que hoy hay asumido el cargo estaba vacía, solo ocupada por un lazo amarillo, el mismo color que lucían dos de las consejeras en su atuendo. De igual modo, se ha reservado un lugar preferente a los familiares de los "presos políticos y a los exiliados", como ha señalado el conductor de la ceremonia, y estos han tomado la palabra.
Al acto no han asistido representantes de Ciudadanos y del PP, alegando que el ejecutivo de Torra solo piensa en una minoría de catalanes, y tampoco la CUP, que traidicionalmente no asiste a ceremonias de este tipo. Por parte del PSC únicamente estaba el diputado David Pérez como miembro de la Mesa del Parlament. Tanto él como el expresidente José Montilla han asistido visiblemente incómodos a un acto que, más allá de lo institucional, se ha convertido en una reivindicación soberanista.
Los consejeros podrán tomar posesión después de que, tras días de tira y afloja, Quim Torra aceptó, como le exigía el Gobierno, no incluir en su ejecutivo a políticos con causas judiciales pendientes, como es el caso de Jordi Turull y Josep Rull, ambos en prisión preventiva, o Toni Comín y Lluís Puig, fugados a Bélgica.
Con la toma de posesión de los consejeros, Cataluña ya tiene gobierno, y la intervención del Estado de la Generalitat a través del artículo 155 de la Constitución ya es historia. Poco más de siete meses desde su aplicación, como consecuencia de la declaración unilataleral de independencia del Parlament del 27 de octubre, la toma de posesión esta mediodía de los consejeros del Govern presidido por Quim Torra implica la anulación del 155, a priori un paso hacia una normalización institucional que se adivina muy complicada.
Torra pide diálogo a Sánchez
Al respecto, el presidente de la Generalitat, Quim Torra, se ha dirigido de manera explícita al desde esta mañana presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, a quien ha pedido entablar un diálogo cuanto antes. “Presidente Pedro Sánchez, hablemos, tomemos riesgos, ustedes y nosotros, sentémonos en una mesa, y hablemos de gobierno a gobierno”, ha clamado Torra, quien, al igual que hizo tras visitar a los políticos presos encarcelados, y dirigiéndose entonces al aún presidente Mariano Rajoy, señaló: “Esto no puede seguir así”.
Pese a la exhortación al diálogo que ha hecho, Torra no ha escondido cuál es el objetivo último de su ejecutivo: “Este gobierno se compromete con el objetivo del mandato del referéndum del 1 de octubre: avanzar hacia la la constitución de un estado independiente en forma de república”.
El presidente catalán, por otra parte, ha confirmado que va a poner de inmediato en marcha un plan para revertir los efectos del 155, una intervención de la administración catalana que con la toma de posesión de los consejeros hoy decae.
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