No Al Olvido

domingo, 31 de mayo de 2020

# CyL...Mañueco reclama a Sánchez gestionar el Ingreso Mínimo Vital: «Tenemos el mismo derecho que otras comunidades» ...Vídeos 2. Radio Televisión de Castilla y León ..!!!

El presidente de la Junta defiende la «capacidad y experiencia» de Castilla y León para hacerlo

El presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, ha reclamado este domingo al jefe del Ejecutivo central, Pedro Sánchez, durante la nueva reunión por videoconferencia con los líderes autonómicos que la Comunidad también pueda gestionar el Ingresos Mínimo Vital aprobado este viernes por el Consejo de Ministros. En principio, sólo las comunidades forales de País Vasco y Navarra lo podrán gestionar, pero Mañueco reclama que también lo pueda hacer Castilla y León. «Tenemos el mismo derecho que otras comunidades», ha defendido.
Además, ha defendido que cuenta con «la capacidad» así como con la «experiencia» en la gestión demostrada durante años, primero con el ingreso mínimo de 1990 y después con más de una decenio en funcionamiento de la Renta Garantizada de Ciudadanía, a la que anualmente se destinan unos 60 millones de euros y tiene 15.000 beneficiarios.
También ha resaltado Mañueco el «sobresaliente» en la gestión de los servicios sociales avalado por estudios, además de esa «trayectoria».
«Exigimos al Gobierno igualdad y un trato justo para todas las comunidades, también con cooperación y lealtad», ha reclamado el presidente de la Junta. «Lo merecemos igual que otras comunidades», ha insistido el jefe del Ejecutivo autonómico , quien ha expresado su «rechazo» a las negociaciones «bilaterales» que «rompan la igualdad de todos los españoles», como ha ocurrido con el Ingreso Mínimo Vitad, ha dicho en alusión al acuerdo con el PNV, y hace una semana con Bildu.

# España pierde..Sánchez e Iglesias son una amenaza para la democracia y para España..Ivan Espinosa de los Monteros...Vídeos 2....!!!!

El PSOE hace tiempo que abandonó los 
caminos democráticos y constitucionales 
por los que se movía antaño en el juego 
de la política, que es fundamentalmente 
el juego del poder, pero no únicamente. 
Sánchez, con su aprendiz de brujo al 
lado y el catalizador totalitario de 
Iglesias, vuelve a la senda de apoyarse, 
para asegurarse una inexplicable nueva 
prórroga, en los independentistas 
catalanes y el PNV. Como siempre ocurre 
en estos casos, el resto de España pierde. 
Cada privilegio que se da a vascos y 
catalanes es una injusticia con el resto 
de España. Galicia y Andalucía piden el mismo 
trato: que se les otorgue la posibilidad 
de gestionar ellos la «renta mínima». 
Y uno se pregunta ¿por qué no? 
¿Qué ley de la naturaleza, o divina 
dice que vascos y catalanes son superiores a 
los demás? La izquierda española, 
el socialcomunismo que ahora nos gobierna, 
es el único que encuentra argumentos 
para hacer ciudadanos de primera o de segunda. 
Increíble. Han debilitado al Estado y no 
tienen ningún plan salvo el «cuanto 
peor, mejor». Esa situación 
suele volverse contra quien la genera...Bieito Rubido

# Pablo Iglesias está decidido a tumbar el actual esquema de la Guardia Civil ".Carlos Cuesta....Vídeos 2..DistritiTV



# EL GOBIERNO DE SÁNCHEZ ESTA DESTRUYENDO EL ESTADO DE DERECHO, VAMOS A UNA DICTADURA Carlos Cuesta Vídeos 2.Distrito TV


# .Una marcha motorizada en Palma pide la dimisión de Sánchez e Iglesias. Herrera, sobre el padre de Iglesias...El periodista Carlos Herrera ha hablado en COPE sobre el rifirrafe entre Pablo Iglesias y Cayetana Álvarez de Toledo. Lo que ha hecho que el presentador se haga la siguiente pregunta: "¿El que milita en una organización terrorista es un terrorista?". ...Vídeos 2....!!!!!

La manifestación había sido convocada por el Foro Baleares y ha recorrido las principales vías circulatorias de la capital isleña

Unas mil personas han participado este domingo al mediodía en Palma en una manifestación con coches y motos, convocada por el Foro Baleares de la Solidaridad y del Progreso, bajo el lema «Gobierno dimisión». El propósito de la protesta era criticar la gestión del Gobierno central en la actual crisis sanitaria provocada por la pandemia del coronavirus. Según datos oficiales facilitados por la Policía Nacional, han participado en la marcha unos 335 vehículos, con una media de tres ocupantes cada uno.
El Foro Baleares, que preside Cosme Bernat Brull, había hecho días atrás un llamamiento a «todos los mallorquines» que estuviesen «en desacuerdo» con las más recientes actuaciones políticas del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y del vicepresidente, Pablo Iglesias, para que se manifestasen «pacíficamente». Uno de los requisitos para poder participar en la protesta era cumplir las medidas de distanciamiento social dictadas por las autoridades sanitarias.
La marcha motorizada se ha iniciado a las 12.00 horas y ha recorrido las principales vías circulatorias de la capital isleña, en concreto, la Carretera del Dique del Oeste, el Paseo Marítimo, la Avenida Argentina, el Paseo Mallorca, las Avenidas, la Plaza de España, las Avenidas, el Paseo Marítimo y el Consulado del Mar. En ese último espacio se encuentra la sede del Gobierno autonómico, que en el presente mandato preside la socialista Francina Armengol.
La mayoría de asistentes a la manifestación portaban banderas de España. La protesta se ha llevado a cabo sin que tuviera lugar ningún incidente...

# Contra el odio....Vídeos 2... Antonio Perez Henares .CARTA ABIERTA AL GOBIERNO..Pio Moa....!!!!


# Vivir de limosna..EL MERCADILLO DE LA DESESCALADA EN ESPAÑA....SE PUEDE HACER PEOR?? Anuncio DEROGACIÓN REFORMA LABORAL..Vídeos 2....5 Radio. Borja Pascual..!!!!

Si das pescado a un pobre tendrá para comer ese día, pero si le das una caña y le enseñas a pescar, podrá comer todos los días»

Un país donde los cubos de basura están llenos de restos de comida, como el nuestro, si bien las colas para recoger alimentos de los centros caritativos se hagan cada día más largas, puede permitirse el lujo de crear una especie de «salario del pobre», aunque se le llame pomposamente «Ingreso Mínimo Vital», y yo no vea cómo con 462 euros mensuales pueda vivir una persona ni con 1.015, pueda hacerlo una pareja con hijos, los dos topes de esa ayuda. Pero también es verdad que el milagro de los panes y los peces lo hacen muchos individuos y familias españolas y si alcanza a 850.000 hogares, como dicen, estará bien empleada. Ahora bien: excepto en los países de escasa
 población y grandes riquezas naturales, como los emiratos árabes, el IMV es sólo una ayuda o publicidad del gobierno.
Mi principal objeción está en su filosofía. La limosna nunca ha eliminado la pobreza como sabemos en España, donde existe una viejísima tradición de la misma. Conocí los tiempos en que las señoras «bien» tenían «sus» pobres que pasaban ciertos días de la semana por sus casas para recoger no sólo comida sino también ropa y otros enseres. Imagino que tal costumbre ha desaparecido, no digamos ya con la crisis del Covid-19, que también ha hecho desaparecer los «pobres de los semáforos», extranjeros la mayoría, descalzos y estrafalarios que se llevan la mano a la boca, pero si se les ofrece un bocadillo, dicen que prefieren money.
Pero me estoy perdiendo sin haber entrado en lo que quería decirles sobre el caso, que empieza con aquella máxima tan filosófica como realista de que «si das pescado a un pobre tendrá para comer ese día, pero si le das una caña y le enseñas a pescar, podrá comer todos los días». Lo que resulta incontrovertible. La limosna perpetúa la pobreza. Lo que la elimina es el trabajo y la iniciativa. La mejor prueba la hemos tenido en Andalucía, a la cabeza de recibir subvenciones españolas y europeas, para encontrarse en los últimos puesto de riqueza. Por no hablar de la corrupción y pillaje que lleva consigo. Siempre habrá casos excepcionales, sobre todos de familias uniparentales con hijos pequeños, a las que resulta físicamente imposible atenderles y ganar el sustento a la vez. Aunque también en verdad que algunas de esas familias salieron adelante al crecer los hijos y lograr posición.
Mi gran temor de todo el asunto es que se imponga la filosofía del Estado, como gran pater familias, que distribuya entre sus hijos, los ciudadanos, los bienes, en lo que se basa el colectivismo comunista. De ahí su rechazo del empresario, del emprendedor y creador de riqueza, y su tendencia a mantener en la pobreza y escasez a la población, como mejor medio de alcanzar el poder y retenerlo. Espero que no sea ése el destino de nuestro Ingreso Mínimo Vital, Pero andando por medio Pablo Iglesias, no las tengo todas conmigo.....José María Carrascal

# Demoledor Ataque de Joseluis Corcuera a Marlaska ..Todas las MENTIRAS de SÁNCHEZ frente a la PANDEMIA en 2 minutos.....Vídeos 2...Estado de Alarma..!!!


# Compartiendo Análisis..del INGRESO MÍNIMO VITAL EN FIN DE SEMANA EN COPE.....Vídeos 2.. Pablo Gimeno TV .!!


# En César sólo manda César. El "aferramiento" de Sánchez al Estado de Alarma..Empieza un nuevo episodio de 'Fin de semana' con Cristina López Schlichting. Al principio de este, ha lanzado un editorial en el que analizaba la situación política y social que preocupan tanto a nivel nacional. Ha tocado desde los acuerdos de Pedro Sánchez para alargar el Estado de alarma, hasta las manifestaciones que se han extendido por EEUU por el asesinato del afroamericano George Floyd....Vídeos 2...!!!!

Sánchez cumple mañana dos años en el poder tras demostrar su instinto de supervivencia política y lo poco que le atan sus promesas elecorales

Tras haber sido proscrito y sufrir la hostilidad de sus muchos enemigos, todos los romanos daban por terminada la carrera del joven Cayo Julio César. Fue el dictador Sila el único que supo ver el futuro que le aguardaba a su adversario: «En César habitan muchos Marios», aseveró. Así fue porque, décadas después, superó en grandeza y poder a Mario, su tío y el gran rival de Sila.
Mañana se cumplen dos años de la votación de la moción de censura que llevó a Pedro Sánchez a La Moncloa. Era el 1 de junio de 2018 y España ha cambiado mucho desde aquella fecha. Los que vaticinaban que el líder socialista estaría solo unos meses al frente del Gobierno se han equivocado. Sánchez ha demostrado una capacidad camaleónica para adaptarse al
 entorno y sobrevivir políticamente. Ha incumplido casi todas sus promesas, ha cambiado de aliados cuando ha sido necesario, pero sigue en el poder.
Aquel 1 de junio, cuando todavía no se conocía el desenlace de la moción de censura, Sánchez expresó en la tribuna del Congreso su firme compromiso de convocar unas elecciones generales de inmediato y adoptar medidas urgentes de regeneración de la vida política. No hizo ni una cosa ni otra.
Tan sólo seis semanas después dejó claro en una comparecencia con Macron que su propósito era agotar la legislatura y celebrar las elecciones en 2020. Se olvidó de la regeneración política, de la que nunca volvió a hablar. Por el contrario, no vaciló en colocar a sus amigos y aliados en las empresas del sector público. Y tampoco cumplió su compromiso, formulado unos meses antes, de que no toleraría como presidente del Gobierno a dirigentes que hubieran utilizado sociedades opacas para pagar menos impuestos.
Maxim Huerta, el nuevo ministro de Cultura, tuvo que abandonar su cartera al revelarse que había sido sancionado por Hacienda por incurrir en esa práctica. Pero ni Pedro Duque ni Nadia Calviño siguieron su ejemplo. Sánchez optó por mirar hacia otro lado.
La asombrosa facilidad con la que el presidente de Gobierno cambia de criterio se vio justificada por Carmen Calvo, que llegó a afirmar que una cosa era lo que decía Sánchez cuando era jefe de la oposición y otra al estar al frente del Ejecutivo. Unas palabras que recuerdan mucho lo que le comentó François Mitterrand a Revel en una cena con Ambroise Roux, el presidente de la patronal, en la que aseguró que no leía los programas de su partido y que no tenía ninguna intención de cumplir sus promesas electorales.
Cuando empezó a gobernar en el verano de 2018, Sánchez era muy consciente de que no hubiera ganado la moción de censura sin el apoyo del PNV y del independentismo catalán. Y de que su Gobierno sólo podría sacar adelante sus iniciativas en el Congreso con el apoyo de esas fuerzas políticas.
Por ello, el nuevo presidente decidió tender la mano a Quim Torra, el sucesor de Puigdemont, al que ofreció diálogo para iniciar una nueva etapa. El 20 de diciembre de 2018, el clima de distensión se escenificó con un encuentro bilateral en Pedralbes, del que salió un comunicado en el que se hablaba de una relación para solucionar «el conflicto» y se eludía cualquier referencia a la Constitución. Torra subrayó que había comenzado «la desfranquización» de España.
El acercamiento duró poco tiempo porque Oriol Junqueras y los líderes del «procés» tuvieron que sentarse en el banquillo del Supremo en febrero de 2019, dando comienzo a un largo juicio que concluiría con condenas por sedición, malversación y desobediencia. Torra y los independentistas presionarón para que el Gobierno adoptara medidas de gracia que Sánchez, consciente del alto precio de la cesión, se negó a satisfacer. Meses después, la sentencia desató una oleada de violencia sin precedentes, con grupos vandálicos sembrando el terror en las calles catalanas. Torra no sólo no repudió los incidentes, sino que les alentó.
En la primavera de 2019, la economía española todavía crecía en torno al 2% interanual y había creación neta de empleo pese a que Sánchez se vería obligado a prorrogar por segundo año consecutivo los Presupuestos de Mariano Rajoy que él calificó como «un desastre» para el país.
Antes de terminar el juicio del Palacio de las Salesas, los españoles fueron convocados a las urnas el 28 de abril. El rival de Sánchez fue Pablo Casado, que había ganado las primarias del PP el verano anterior. Las encuestas no auguraban un buen resultado para el partido con sede en la calle Génova y así fue. Tampoco Casado logró batir al PSOE en las elecciones municipales y autonómicas que se celebraron un mes después, pero su éxito en Madrid le ayudó a afianzarse en Génova tras mantener el Gobierno regional y recuperar el Ayuntamiento.

Elecciones de abril

En las elecciones de abril, el PSOE, que había perdido el poder en Andalucía tras casi cuatro décadas de hegemonía, logró 123 escaños, un resultado lejos de las aspiraciones de Sánchez, pero muy por delante de los 66 diputados alcanzados por Casado, que se tambaleó en aquellos momentos. Ciudadanos fue la tercera fuerza política con 57 asientos, aumentando espectacularmente su presencia en el Congreso.
Pese a que las bases le habían pedido en la noche del recuento en Ferraz que no pactara con Ciudadanos, Sánchez intentó convencer a Albert Rivera de que apoyase su investidura. Estaba dispuesto a aceptar un Gobierno de coalición con el dirigente de esa formación como vicepresidente. Pero Rivera dijo no. Creía que algún día le podría sustituir en La Moncloa.
Sánchez exploró también la posibilidad de un pacto con Pablo Iglesias, que había sufrido un fuerte retroceso electoral, pero no se pusieron de acuerdo. El dirigente socialista vetó al líder de Podemos como vicepresidente y aseguró que no era bueno para el país un Gobierno de coalición con Iglesias.
Ante la imposibilidad de forjar una mayoría parlamentaria, los españoles fueron de nuevo llamados a las urnas el 10 de noviembre. En su cierre de campaña, en un clima enfervorizado en un pabellón de la Feria de Barcelona, Sánchez arremetió contra Iglesias y el independentismo. Su estrategia era transparente: presentarse como una fuerza de centro frente a los extremismos que, según su discurso, encarnaban el PP y Podemos.
Pero los resultados supusieron una enorme decepción para Sánchez, que no pudo disimular su mal humor ante sus seguidores en la noche electoral. Sus 120 escaños eran insuficientes para gobernar en solitario y, por añadidura, Casado había logrado remontar. Sus 89 diputados mejoraban claramente lo conseguido en abril.
Ciudadanos se hundió tras perder más de dos millones de votos y pasó de ser la tercera fuerza política a la sexta, superada por Vox, Podemos y ERC. Un enorme varapalo que forzó a Rivera a dimitir y relegó al partido a una posición de irrelevancia. Sus 10 escaños ya no contaban. Apenas habían transcurrido 48 horas cuando Sánchez anunció por sorpresa un acuerdo con Podemos. Esta vez la negociación fue corta y, a comienzos de enero, Sánchez era investido como presidente de un Gobierno de coalición en el que Iglesias ocupaba el cargo de vicepresidente. Cuatro dirigentes de Podemos le acompañaban en el Consejo de Ministros, entre ellos, Irene Montero, su pareja.
Sólo habían pasado unas pocas semanas cuando un minúsculo e invisible virus lo trastocó todo. Al principio, el Gobierno adoptó una táctica negacionista, pero el 14 de marzo, una semana después de la manifestación feminista, Sánchez decretó el estado de alarma y el confinamiento.
La pandemia ha desgastado políticamente al Gobierno, que ha cometido numerosos errores en la gestión de la crisis. Las relaciones con la oposición se han tensado hasta llegar a un grado de crispación que superan todo lo visto desde la Transición. Y no faltan quienes acusan a Sánchez de haber sucumbido a la tentación autoritaria y al menosprecio de las libertades.
Plutarco cuenta que un adivino le advirtió a Julio César de que se cuidara de los idus de marzo. El estadista romano no se lo tomó en serio y fue asesinado en el Senado. Marzo ha sido también nefasto para Sánchez, pero ha logrado sacar adelante las prórrogas del estado de alarma y la emergencia sanitaria parece que empieza a remitir tras un fuerte descenso del número de infectados y de víctimas.
Si la tendencia se consolida, el líder socialista podría haber cruzado el Rubicón de su segundo mandato. Pero la amenaza de una profunda recesión a partir de otoño es más que una posibilidad. España se enfrenta a un futuro dramático y Sánchez no parece el líder más adecuado para forjar consensos.
El balance de sus dos años en el poder es controvertido, pero ha demostrado que es un superviviente, una persona con una gran dureza de carácter. No es un hombre de Estado ni un intelectual, pero domina el arte de la propaganda. Siguiendo la doctrina de Maquiavelo, sabe de la importancia de acertar en el momento. Ya ha acreditado también que se equivocan quienes le minusvaloran. Y que es capaz de tomar la iniciativa cuando todo se vuelve en su contra, como hizo en octubre del año pasado al llevar a cabo la exhumación de los restos de Franco en El Escorial en un espectáculo transmitido en directo.
Ahora empieza lo más difícil: cerrar las heridas, impulsar la economía y devolver la confianza a los españoles. Tendrá que hacerlo con un Pablo Iglesias que está aprovechando esta crisis para intentar convertirse en una referencia de la izquierda e imponer unas recetas que pueden llevar al país a la quiebra de las cuentas públicas.
La gran duda es hasta cuando Sánchez está dispuesto a mantener la alianza con Iglesias y los independentistas, que impiden la reedición de esos Pactos de La Moncloa por la que abogó el presidente. Los signos de división en el Ejecutivo empiezan a aflorar y el enfrentamiento entre Nadia Calviño y el líder de Podemos es patente. No resulta descartable que el futuro nos pueda deparar sorpresas porque Sánchez ya ha demostrado que no le asustan los giros más imprevisibles para sobrevivir políticamente.
Esto es lo que le contestó Julio César a un mensajero de Sila, que le pedía que se divorciara de su esposa Cornelia: «Dile a tu amo que en César sólo manda César». Así es como gobierna Sánchez. Y así es como piensa permanecer en el poder todo el tiempo que las circunstancias lo permitan..Pedro García Cuartango

# León .Ciudadanos piden la limpieza urgente de troncos y maleza que invaden el cauce del Bernesga de León..noticiasleon.es...!!!!


# Velitas incendiarias Frankenstein.....Vídeos 2... El Teatro de WiLL...Albert Rivera VUELVE .!!!

Al cumplirse dos años de su acceso al poder, moción de censura mediante, Sánchez ha permitido a Iglesias extremar el enfrentamiento civil que ha convertido en su modelo estratégico. Cercado por el fracaso, ahora judicializado, en la gestión de la pandemia, ha unido su destino al incendiario líder de Podemos

Cuando Pedro Sánchez ganó por segunda vez, en mayo de 2017, las primarias socialistas, uno de los dirigentes que apoyaban a la derrotada Susana Díaz me dijo en privado que era «lo peor que ha pasado en la política española desde la recesión». Aunque algunos socialistas relevantes expresaban su desconfianza en el personaje con la frase de que «Pedro está en el PSOE pero no es del PSOE», el pesimismo de aquella sentencia me chocó al punto de preguntarle a mi interlocutor -hoy alejado de la escena pública- si la victoria del resucitado líder le parecía peor noticia que la irrupción de Podemos un trienio antes. Su respuesta fue premonitoria:
-No veo gran diferencia. Una cosa es consecuencia de la
 otra. Pero Podemos nunca podrá gobernar sin el PSOE. El problema es que Sánchez piensa que él nunca gobernará sin Podemos.
Al cumplirse este fin de semana dos años de su acceso al poder mediante una moción de censura apoyada por todos los partidos anticonstitucionalistas, aquel análisis se ha revelado cabalmente exacto. Obsesionado con el poder como único proyecto, aunque nunca haya sabido para qué usarlo, el presidente ha uncido su destino al de Pablo Iglesias entregándole la llave de su mandato a cambio de una protección pretoriana que el caudillo comunista aprovecha para consolidar posiciones de influencia a base de hechos consumados. Todos los inconvenientes que Sánchez decía ver en esa alianza, incluidos los de la desconfianza europea y el alineamiento del socio con los separatistas catalanes, se han verificado; sin embargo, el cerco político que el Gabinete sufre tras su fracaso en la crisis del coronavirus ha sobredimensionado el papel de Iglesias hasta volver imprescindible no sólo su respaldo sino su abrasivo protagonismo en un escenario del que el primer actor ha huido para ponerse a salvo.
La actuación pirómana -radiactiva, como dice Ignacio Varela- del vicepresidente forma parte del diseño frentista sobre el que se basa este Gobierno. Sánchez nunca pensó en otra cosa que en el modelo Frankenstein como eje estratégico. Su renuncia a pactar con Ciudadanos obedecía a la intención de no permitir que Podemos pudiese capitalizar el descontento de la izquierda social ante un PSOE basculado hacia el centro. Todo lo que ha ocurrido desde aquellas primarias en que liquidó la socialdemocracia responde al mismo planteamiento: arrinconar a la derecha mediante la formación de un bloque de rechazo capaz de expulsarla del campo de juego. La pasada semana, y ante el aprieto que provocó el abandono provisional del separatismo, el presidente no dudó un instante en dar el salto cualitativo, inédito en esta democracia, de cerrar un acuerdo -intermediado por Iglesias- con los tardoetarras de Bildu. Enviaba así el mensaje nítido de que sólo contempla un camino: el de sostener la legislatura sobre la amalgama de fuerzas rupturistas que calculó desde el principio, desde aquel doble fracaso electoral ante Rajoy que motivó la defenestración de su propio partido.
Una estrategia de esta clase sólo puede sostenerse desde la reinvención de las dos Españas, groseramente caracterizadas como la progresista -en la que ha alineado sin prejuicios a todos los adversarios de la Constitución- y la retardataria. La aparición de Vox proporcionó el pretexto que necesitaba para configurar el espantajo «facha» que estigmatizase a toda la derecha como una amenaza. El resto era simple: encargar al aparato de propaganda la construcción de un marco mental en el que la oposición encarne el riesgo de involución democrática que -los hechos hablan- representa en realidad la actual mayoría parlamentaria. Y en caso de situación comprometida, como ha sucedido esta semana, apelar al fantasma del golpe de Estado para encubrir un lío como el que ha organizado el ministro Marlaska al abrir una crisis en la Guardia Civil con su nerviosa intervención autoritaria.
La agresividad de Iglesias en el Congreso responde a la necesidad de desviar el foco del error que al Gobierno más le pesa: la autorización de la manifestación feminista que disparó la propagación de la epidemia. La judicialización de esa decisión cambia por completo el carácter del problema porque la instrucción del caso puede determinar el curso de otras demandas y querellas. En un clima de fobia antigubernamental, el Ejecutivo se ha dado cuenta de que ni siquiera el decreto de alerta lo blinda del todo ante el control de una justicia especialmente celosa de su independencia. Pero presionar a las togas involucrándolas en una presunta conspiración no parece la mejor receta; más bien un recurso desesperado que retrata a un Ejecutivo con demasiadas grietas abiertas. Esta arremetida virulenta demuestra que el funcionamiento de las instituciones y la separación de poderes son la última frontera de defensa contra el intento cada vez más patente de subvertir las bases del sistema.
Tal vez consciente de la delicadeza del momento, Sánchez se ha replegado dejando que su aliado carbonice el debate público con un matonismo desafiante e incendiario que recuerda la peor fase del período republicano. Se ha puesto en sus manos, lo que significa otorgarle carta blanca para acelerar una suicida escalada de conflicto entre bandos. El líder podemita es un desestabilizador nato cuyo instinto huele la oportunidad de sacar rédito de un ambiente inflamado. Pero es el presidente el responsable de que el país viva en un irrespirable, tóxico marasmo cuando la depresión socioeconómica originada por la pandemia barrunta con romper en dramático descalabro. Al autocomplaciente «Gobierno bonito» de hace dos años le han salido arrugas y ceño torvo al contacto con una cuadrilla de fanáticos, admiradores confesos del régimen venezolano. El espectro del chavismo podría parecer una hipérbole propia de un país desasosegado, pero hay una campaña contra la oposición, contra la Corona, contra el poder judicial, contra las fuerzas de seguridad, contra la prensa y contra todos los contrapesos democráticos. Y un decreto de alarma que suspende derechos individuales básicos. Para tratarse de una exageración, este largo estado de excepción exhala demasiados efluvios bolivarianos....Ignacio Camacho

sábado, 30 de mayo de 2020

# La coalición fingida tensa al PSOE ..En la justicia israelí no hay ningún ciudadanos por encima de la ley"....Vídeos 2..DISTRITOTV .!!!

Los socialistas y Podemos coinciden en priorizar la crispación izquierda-derecha en las instituciones y en las calles, pero en lo demás Moncloa ya ni siquiera se molesta en ocultar radicales discrepancias

La coalición de intereses personales que Pedro Sánchez y Pablo Iglesias dicen haber fortalecido durante las últimas semanas, para pacificar la convivencia en Moncloa y establecer un reparto de papeles en el control del Gobierno, es sólida. Sin embargo, no lo es tanto la alianza que en cascada se presupone entre la militancia del PSOE y la de Podemos. La desconfianza interna aumenta entre sectores de ambos partidos descontentos con el hermetismo con que Sánchez e Iglesias siguen fabricando, sin consultar más que a un férreo núcleo duro de extrema confianza, la repuesta a la crisis sanitaria, sus pactos parlamentarios y la confusa y contradictoria réplica a la recesión.

El «blindaje» de la coalición, más endeble de lo que aparenta

La coalición de Gobierno está «blindada», y ese
 es el mensaje que semanalmente emite Moncloa para tratar de minimizar cualquier episodio de crisis interna que se produzca, o para intentar reforzar a los ministros, independientemente de la magnitud de sus errores. Pero en sectores de la izquierda crece la sensación de que esa «alianza fingida», sostenida sobre una supuesta lealtad personal entre Sánchez e Iglesias y basada exclusivamente en una cuestión de supervivencia política, es tan artificial que ha empezado a resquebrajarse. Que es tan endeble, que en otoño podría dejar de ser sostenible en cuanto la recesión desnude una realidad difícilmente manejable en las calles. De ahí, que la interpretación de algunos movimientos tácticos de Pablo Iglesias genere serias dudas en ámbitos del PSOE sobre la consistencia real de la coalición.
Hoy, Sánchez e Iglesias coinciden en un único objetivo: resulta esencial para los intereses de la izquierda, y para la estabilidad de la legislatura, proteger a sus «socios naturales» –ERC y PNV, fundamentalmente–, y acelerar el proceso de fragmentación ideológica de la sociedad. Nadie en el PSOE ni en Podemos ve como arrebato puntual el tono con que Iglesias enfoca sus enfrentamientos con la derecha. Iglesias necesita tanto al PP y a Vox para reafirmar su poder interno en Moncloa y para liderar a la izquierda en la calle, que no duda en hacer ostentación sobreactuada de ello.

Objetivo: acelerar la ruptura ideológica en la sociedad

Ese es el terreno donde Iglesias se maneja cómodamente. Aquel en el que el frentismo, la radicalidad de los mensajes de rencor a izquierda y derecha, el alejamiento de la moderación y la quiebra de la convivencia le permiten sacar rédito de la polarización extrema de la política. En las instituciones y en las calles… donde convenga en cada momento. Su discurso –avalado y permitido por Sánchez en esa estrategia común– no responde a una improvisación puntual o a un mal día en el escaño, sino a una táctica deliberada para generar una tensión social de la que conscientemente hace cómplice a la oposición. Es algo similar, pero elevado a la enésima potencia, a lo que José Luis Rodríguez Zapatero confesó en un micrófono indiscreto durante la campaña de las elecciones de 2008: «Necesitamos tensionar esto».
Para Iglesias, es irrelevante quién tenga la culpa, quién haya empezado primero, quién «escrachea» más, quién provoca o quién responde… si la izquierda o la derecha. Es más una cuestión de fondo. Lo esencial no es quién cause esa irritación social vinculada al odio ideológico y a la propia incertidumbre en el futuro, sino que esa convulsión exista y adquiera vida propia al margen de los partidos porque eso es lo que le favorecerá, llegado el día, en las urnas. Y en el PSOE hay quien teme que el líder de Podemos haya tomado a Sánchez como rehén en este objetivo porque aumentará el riesgo de que el socialismo no salga bien parado.
El discurso de Iglesias responde a una táctica deliberada para generar tensión social y odio ideológico, de la que hace cómplice a la oposición

Patxi López exhibe la irritación del PSOE con Podemos

El enfrentamiento protagonizado entre los «aliados» Patxi López y Enrique Santiago el pasado jueves en la «comisión de reconstrucción» del Congreso esconde más mar de fondo que una mera discusión puntual entre socios. Esconde una disonancia profunda entre el PSOE y Podemos. La «confesión» de López representa una discrepancia radical respecto a la pretensión de Sánchez e Iglesias de convertir la comisión en un foco de discordia y conflicto permanente. Patxi López seguirá presidiendo esa comisión junto a Santiago, pero ambos escenificaron en público la misma disonancia insalvable que Nadia Calviño y el propio Iglesias mantienen en privado… Es la misma rotura de fibras en el cuerpo de la coalición que ha empezado a debilitar a ministros como Salvador Illa, Fernando Grande-Marlaska, José Luis Ábalos, María Jesús Montero, Yolanda Díaz, Alberto Garzón o Manuel Castells.

«Nadie sabe si Iglesias quiere irse o quedarse, pero manda»

Aparentemente superada la fase más dramática de la gestión de la pandemia, Sánchez afronta tres riesgos que pondrán a prueba la supervivencia de la legislatura. Primero, la propia lealtad de Podemos, porque sectores del PSOE profundamente desconfiados sostienen que aún no han conseguido descifrar «si Iglesias quiere quedarse y apropiarse de Moncloa, o si por el contrario quiere irse y está preparando ya la coartada para salir del Gobierno» cuando la UE imponga sus condiciones para el rescate de nuestra economía, recortes severos, una drástica contención del gasto público, y una subida indiscriminada de impuestos. Es decir, cuando la izquierda ya no pueda rentabilizar el «ingreso mínimo vital», el aumento de la fiscalidad a las «grandes fortunas», o la «tasa Google». «Pero mandar, manda», sostienen.
La «confesión» de Patxi López representa una discrepancia radical respecto a la pretensión de Sánchez e Iglesias de convertir la comisión en un foco de discordia y conflicto permanente

«Sánchez ya no genera una confianza ciega en Europa»

El segundo riesgo que Sánchez debe encarar es el de haber perdido aquel aura de joven valor en alza de la socialdemocracia, predestinado a resucitar a esa izquierda moderada que había perdido el «swing» en Europa. Además, Sánchez llegó a Europa con la fórmula para contener y reconducir al populismo de extrema izquierda que tanto miedo genera en sus instituciones. Hoy, en cambio, Sánchez ha perdido buena parte de su crédito en Bruselas y su Gobierno emite señales confusas sobre el futuro de la reforma laboral, sus pactos con Bildu, o las «nacionalizaciones» que ya ha invocado tres veces Iglesias en el Congreso. La incomodidad es notoria en ámbitos europeos, pero también del PSOE, donde apelan a que Sánchez prescinda de Iglesias e inicie un acercamiento sincero al PP para garantizar una «reconstrucción» real. O que, en su defecto, demandan a Sánchez que lo ate en corto para que el proyecto socialista no se diluya en Podemos.

¿Crisis de Gobierno en ciernes y reducción de carteras?

El tercer desafío inminente del presidente del Gobierno no va a ser tanto dominar a Podemos –a lo que Sánchez parece haber renunciado–, como negociar unos presupuestos generales contra la mitad de su propio Gobierno, con socios no fiables, y con Europa al acecho de su dinero. Por eso ya hay en el PSOE quien «sotto voce» considera imprescindible una crisis de Gobierno en cuanto el control sanitario de la pandemia lo permita. El desgaste de algunos ministros se percibe irreversible. Incluso, algún dirigente socialista apela en privado a la conveniencia de reducir considerablemente el número de ministerios para hacer creíble la austeridad que se va a imponer en muchos millones de hogares a partir de septiembre. En este contexto de tensiones internas en el diseño presupuestario de la legislatura y de purgas en el propio Ejecutivo, la compatibilidad de Sánchez e Iglesias va a ser puesta a prueba. Y si hay algún mensaje «cristalino» que cada día lanza el líder de Podemos al presidente del Gobierno es que no es domesticable....https://www.abc.es/

# DOS AÑOS... HAY MÁS DE 90000 MUERTOS, NOS OCULTAN UN GENOCIDIO....Vídeo .DistritoTV...!!!

Aniversario de Sánchez en Moncloa

Dos años después de la defenestración de Mariano Rajoy, vía moción de censura, siguen en vigor los presupuestos de Montoro -con la subida de los sueldos a policías y guardias civiles- la reforma laboral de Báñez y sus ERTE por doquier, el saneamiento del sistema financiero en forma de rescate blando -que pactó De Guindos con la Unión Europea- y, sobre todo, esa «Ley Mordaza del PP» que con tanto gusto ha aplicado el Gobierno de Sánchez-Iglesias para mantener el orden en las calles vacías. Aquella tarde del 31 de mayo de 2018 mientras el escaño del presidente lo ocupaba un bolso -expresión metafórica de un desistimiento-, Rajoy y sus ministros aliviaban las penas y rumiaban el dolor de la
 traición no prevista, cometida por el PNV tras acordar con ellos la aprobación de los presupuestos, por supuesto cediendo a las peticiones de los nacionalistas vascos. Tal día como hoy, se confirmó el final político de Rajoy a pesar de «lo difícil que es echar a un presidente del Gobierno». Rajoy solía decir también que «en España para ir a la contra hay oleadas de clientes». Y así ocurrió y con el PNV ya se sabe, nada es personal, solo son negocios.
Por primera vez desde que empezó la alarma, disfrutamos de un sábado sin la aparición televisiva de Sánchez para pronunciar el sermón de La Moncloa. Habrá que ser optimistas y pensar que tal vez la normalidad sea que el presidente no se meta en el televisor, cada fin de semana, a explicarnos cómo tenemos que lavarnos las manos. Sánchez gobierna con decretos y órdenes ministeriales con tanta comodidad que parece que lo ha hecho toda la vida. A pesar de lo que se le viene encima con la Unión Europea y los incendios de Iglesias, pactados y medidos entre ambos, no se altera el plan para cuatro años y muchos más, que acordó con sus socios de moción de censura para echar a un «político no decente», que dijo Sánchez de Rajoy quedándose en su paz. Los que dándole a la cacerola o entrando a las provocaciones de Iglesias creen que acortan el tiempo de este Gobierno, vuelven a subestimar a Sánchez. A pesar del respiro de ayer, el presidente volverá a llenar minutos en la televisión, su herramienta favorita y decisiva, las veces que hagan falta, para echar la culpa al PP, sea por los vivos o por los muertos. Mientras tanto, su vicepresidente de agitación se ocupará de encabritar a Vox para que la división del voto se mantenga perpetua, en su punto de cocción, e impida la existencia de una alternativa...Juan Pablo Colmenarejo