Su objetivo es limitar la entrada de Vox en el citado órgano a solo un puesto, una vez que el PP no quiere sumarse al cordón sanitario para excluirles por completo. Contactos también con los independentistas, que desvelan hoy su postura
Las negociaciones para la configuración de la nueva Mesa del Congreso de los Diputados entran en su recta final. Mañana serán elegidos los nueve miembros que integrarán el máximo órgano de administración de la Cámara y que estará controlado por la izquierda con, al menos, cinco puestos.
Pero el PSOE mantiene, además, el objetivo de reducir la presencia de Vox y para ello ha orientado sus conversaciones con el PNV y los partidos independentistas catalanes de cara a conseguir que estos voten a los candidatos socialistas a una vicepresidencia y una secretaria.
De este modo, los socialistas podrían dedicar votos a uno de los candidatos de Ciudadanos y provocar que este grupo lograra un puesto en la Mesa del Congreso. Esta plaza sería a costa de Vox al que numéricamente y sin pactos le corresponderían dos puestos en este órgano, una vicepresidencia y una secretaría.
Fuentes de Ferraz dan por hecho este acuerdo pero los partidos nacionalistas e independentistas no quisieron adelantar ayer su posición remitiendo a las distintas ejecutivas internas que tendrán lugar hoy.
Ciudadanos, por su parte, no aclara si participaría o no en este pacto con los socialistas pero insiste en reiterar su confianza en que los dos grandes partidos faciliten su entrada en la Mesa.
Fuentes de Ciudadanos reconocen que no tienen capacidad para pilotar sus propios intereses, y lo fían todo a que PP y PSOE se pongan de acuerdo para dejarles un puesto: «Depende de cualquiera de ellos. O de los dos. No hay más novedad», apuntan desde la negociación desde donde se apunta que «hoy se seguirá hablando pero de momento ni han pedido nada ni han garantizado nada».
Se refieren a la posibilidad de si estarían dispuestos a ceder algún voto al PSOE si lo necesitase en alguna votación: «No nos ha pedido nada. Nosotros tenemos 10 votos». E insisten en su planteamiento de involucrar a PP y PSOE para lograr su asiento: «La opción es que ellos dos acuerden que el PP no da votos a Vox y que entre los dos nos den votos a nosotros».
En el medio, entre los intereses de PSOE y Cs de un lado y los de Vox de otro se encuentra el PP. Fuentes de Génova insistían ayer en que no participarán en ningún tipo de cordón sanitario sobre ninguna fuerza parlamentaria, en clara alusión al partido que preside Santiago Abascal, y al mismo tiempo el presidente del PP, Pablo Casado, ha dado la orden de cuidar a Cs.
Ambas decisiones podrían llevarle a votar solo a sus candidatos, no participando de manera activa en el cordón sanitario a Vox pero sin ayudar a esta fuerza a evitarlo. La semana pasada la idea de los populares era llegar a un acuerdo con la formación de Santiago Abascal para prestarle diputados y asegurarle un puesto en la Mesa del Congreso, a cambio de que esta fuerza ayudara después a que Cs consiguiera otra de las plazas. La estrategia tenía sentido ante los rumores que apuntaban que Ferraz buscaba una alianza entre todos los grupos para dejar a Vox fuera de la Mesa del Congreso.
Pero este plan fue rechazado de forma tajante por el portavoz de Vox en el Congreso, Iván Espinosa de los Monteros, quién aseguró que su grupo no tiene «nada que negociar» con el PP y reclamó dos puestos en el citado órgano. Una vez rota la posibilidad de negociar entre los grupos de la derecha, y si nadie cambia de posición, lo más probable es que el PP vote exclusivamente por sus propios candidatos.......
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