No Al Olvido

viernes, 10 de mayo de 2019

# A qué le llamarán «hombre de Estado» A mí me hubiera gustado ver el 13 de marzo de 2004 al Pérez Rubalcaba tan callado de los últimos tiempos Video el Distrito...!!!


Cuando las circunstancias nos ponen en la inevitable situación de tener que hacer balance de la vida de una persona hay que intentar repasar toda su ejecutoria. Huyamos de esos textos que sólo encuentran virtudes en la vida de un ser porque casi nunca se hace el balance de un santo. Entre otras cosas, porque la mayoría de ellos son personas desconocidas. Las personalidades públicas han tenido luces y sombras, como no puede ser de otra manera. Cuando en enero de 2012 Bieito Rubido me pidió que pusiera en marcha la sección de Necrológicas de ABC, me marqué como norma huir de las laudatios fúnebres tan habituales en los medios españoles que sólo saben cantar loas del difunto. Procuré buscar un modelo más anglosajón donde se cuenta la vida de una persona resaltando sus positividades, pero enumerando sus defectos aunque sea con la mayor sutileza. Los británicos cuentan sin disimulo -pero con colmillo- devaneos sexuales, debilidades etílicas y aficiones incomprensibles como ser coleccionista de bisoñés, que debe ser una perversión casi sexual.
Pero lo que yo más recuerdo de mi paisano Pérez Rubalcaba fue su actuación tras los atentados terroristas del 11-M. Aquellas horas trágicas para España en las que los SMS volaban llamando a manifestarse ante la sede del PP, aquella jornada de reflexión flagrantemente violada por el PSOE que necesitaba a toda costa aprovecharse de los muertos y, finalmente, aquel Alfredo Pérez Rubalcaba que la víspera de las elecciones salió a decir «Merecemos un Gobierno que no nos mienta». A mí me hubiera gustado ver el 13 de marzo de 2004 al Pérez Rubalcaba tan callado de los últimos tiempos desde que se incorporó a la Universidad Complutense denunciando las infinitas mentiras del secretario general de su partido, cargo que él mismo ha ostentado. Eso es lo que haría un verdadero hombre con altura de miras que se preocupa por el bien del común. Pero él ha preferido guardar silencio y ya no va a poder hablar para decir lo que piensa.
Pues con todo y con eso, ayer eschuché varios comentarios en los que se exaltaba a Pérez Rubalcaba como un hombre de Estado. ¿Qué cualidades entenderán que adornan a un ciudadano al que se titula así? A mí se me escapa. Porque apenas escuché glosar la tarea más importante que hizo Rubalcaba en los últimos años, cuando en el ocaso de su actividad política pactó con Mariano Rajoy las medidas necesarias para garantizar una pacífica y ordenada sucesión en la Corona. Porque el Rey es la encarnación de España. Y quien procura su bien, busca el de todos los españoles....Ramón Pérez-Maura

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