Junqueras acude al hemiciclo para convertirse en diputado. Rufián le brinda un homenaje a modo de recibimiento ¿aguantará Abascal la escena?
Casi con toda seguridad, el próximo día 21 de mayo veremos a cuatro presos desfilar por el Congreso. Salvo que decidan renunciar a su escaño, Oriol Junqueras, Jordi Sánchez, Jordi Turrull y Josep Rull llegarán al hemiciclo escoltados por las fuerzas de seguridad para evitar que se fuguen. La Cámara baja exige que todos los candidatos electos se personen en el hemiciclo el día de la constitución de las Cortes para jurar la Carta Magna y formalizar su condición de diputados. Difícilmente puede el Tribunal Supremo negarles el permiso de salida ya que mientras no exista sentencia, el ejercicio de sus derechos políticos debe quedar salvaguardado.
El espectáculo está asegurado. Junqueras, Rull, Turull y Sánchez son conscientes de que ya solo su paseo por el Patio de Floridablanca, el recorrido del pasillo que lleva al hemiciclo y la posterior entrada en el Salón de Plenos darán probablemente la vuelta a Europa. Aún más si saludan (o no) a Pedro Sánchez cuando pasen por delante de su escaño y si éste les devuelve (o no) según qué gesto. El presidente -tan amigo de las fotografías- seguro que no defrauda a los suyos. Que a nadie se le olvide que solo cinco días después se celebrarán las elecciones autonómicas.
Así que el primer día de la nueva legislatura, cuando empezaremos a vislumbrar si habrá o no pactos, cuando deberíamos reflexionar sobre la estabilidad del país y los necesarios acuerdos de Estado, el paseíllo de los presos se comerá tanta atención como todo ello. Una vez más, el separatismo atenazando el debate político de España.
Pero que nadie crea que el «show» acabará aquí. Con Gabriel Rufián como nueva cabeza visible de ERC en el Congreso no hay que ser un lince para anticipar que Junqueras y compañía tendrán un recibimiento con hechuras de homenaje: con los suyos puestos en pie, entre aplausos, ovaciones y vayan ustedes a imaginar si algo más. ¿Camisetas encargadas para la ocasión? ¿Esposas abiertas en los escaños? ¿Lazos amarillos de un metro de alto?. Todo es posible en un hemiciclo en el que ERC y Bildu se han fortalecido y la sombra de Carles Puigdemont se dejará sentir aún más. No en vano, su abogado, Jaume Alonso-Cuevillas, será uno de los nuevos diputados. Según las malas lenguas, el escaño que ha obtenido es el «pago en diferido» por sus honorarios. Dicen que porque el expresidente de la Generalitat empieza a ir justo de efectivo. Pero más bien parece que Puigdemont quiere seguir riéndose del Estado cargándonos a todos el coste de su defensa. También aterrizan en el hemiciclo piezas como Laura Borràs, consejera catalana de Cultura con Quim Torra, o Joan Josep Nuet, secretario tercero del Parlament durante todo el procès. ¿Contemplarán Santiago Abascal, Iván Espinosa de los Monteros o Javier Ortega Smith la escena inmóviles o les veremos desplegar una bandera de España a modo de respuesta? Hagan sus apuestas.
Sin embargo, lo más lamentable de todo es que la función del día 21 será solo la primera en una legislatura que promete más escenas circenses que la anterior. Los partidos contrarios al sistema tienen ahora más escaños y saben bien que cada bronca en el hemiciclo genera un pico de desconfianza en las instituciones que les ayuda a conseguir su objetivo. Y los partidos constitucionalistas entran demasiadas veces al trapo. Según el último Eurobarómetro, el 79 por ciento de los españoles recela ya del Congreso y el 88 por ciento lo hace de los grupos políticos. Prepárense, en dos semanas empieza el circo......Ana I. Sánchez
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