Tras la derrota del 28 de abril, la exministra de Rajoy subraya que el PP «no es un partido de personalismos, sino de equipos»
Esta política catalana de 45 años defiende con orgullo el legado del Gobierno de Rajoy, del que formó parte, sobre todo por una aplicación del 155 que volvería a repetir sin dudarlo. En las primarias tomó partido por Cospedal, pero el tiempo vuela y en el PP ha llovido mucho en pocos meses. Su lealtad está con las siglas del partido y con el presidente de los populares.
¿Qué le ha pedido Casado como número uno en las europeas?
Que sea yo misma, una mujer catalana, joven, europeísta, que ya ha sido ministra y ha defendido los intereses de España y los españoles en Europa. Me pidió sobre todo que explicara la verdad de Cataluña, la fortaleza de España y desmontara las «fake news» y las mentiras de los independentistas. Esta legislatura tiene un gran desafío, la amenaza del populismo y el nacionalismo euroescépticos que quieren debilitar la UE y lo que hacen es debilitar a los estados miembros.
¿Quién es su principal adversario? Tiene donde elegir: PSOE, Ciudadanos, Vox…
Salimos a ganar. Europa se rige por la fuerza del más grande. Si no estás en uno de los grandes grupos, estás condenado a la irrelevancia. Si no estás ahí, es imposible que defiendas los intereses de España y estés en el puesto de mando, que es lo que le pasa a partidos como Ciudadanos.
¿Y su principal rival?
En España hay dos proyectos, la izquierda y el PP. Con el PP, a España siempre le ha ido bien. La izquierda nos devuelve a la crisis, el desempleo y hace que España quede aislada y sea irrelevante en las políticas internacionales. La alternativa a esa izquierda es el PP.
Dice que Casado le ha pedido defender la verdad sobre Cataluña en Europa. ¿No se ha hecho hasta ahora?
Es continuar defendiendo la unidad de España, como han hecho el Gobierno de Rajoy y nuestros eurodiputados. Con el PP europeo hemos frenado el independentismo, ninguna institución internacional ha reconocido la declaración ilegal de independencia de Cataluña. Continuaremos siendo el freno en Europa frente al independentismo.
¿Y el Gobierno del PSOE no ha defendido esa unidad?
Tienen a Borrell como candidato. ¿Cómo puede defender los intereses de España cuando pacta con quienes quieren romper España? Nosotros cerramos las embajadas separatistas, donde se hablaba mal de España en el exterior. Ahora, Puigdemont vuelve a tener unas embajadas abiertas en todo el mundo gracias a Borrell.
Hay un prófugo en un país aliado de la UE. Algo no funciona en esta Europa, está claro.
Exacto. Por eso nos hemos comprometido a reformar la euroorden. Nuestro compromiso es esa reforma para ampliar la euroorden a los delitos de rebelión y sedición. Y reformar la ley para que jamás un fugado de la justicia pueda presentarse a unas elecciones europeas representando a España.
Habrá una catalana al frente del Congreso, Meritxell Batet. ¿Cómo lo interpreta?
Proponer a Batet y a Cruz es un regalo al independentismo. Un premio a Torra. El pacto de Sánchez con los independentistas está ahora más vivo que nunca.
El PSOE ha pedido al PP y Ciudadanos que faciliten la investidura de Sánchez. No parece tenerlo muy atado.
Todo es una maniobra electoral. Sánchez jamás ha llamado al PP, solo en agosto y ahora cuando ha ganado. Es todo un paripé electoral para limpiar su imagen y la del PSOE y para que los españoles se olviden de la foto de Pedralbes. Pero no lo olvidamos.
A usted, como catalana, ¿qué le parecía la opción Iceta en el Senado?
Puro postureo, puro marketing electoral. Iceta no ha querido ser jamás senador ni presidente del Senado. Se habría presentado a senador si quisiera. Es una estrategia electoral de Sánchez con Iceta. Son maestros del trilerismo político, para hacer ver a los españoles que están alejados de los independentistas. Pero no nos engañan.
¿Me dice que todo estaba planificado de antemano, incluso el veto?
Sí. Es estrategia electoral, trilerismo. Puro teatro. A mí no me engañan. Batet fue la que apoyó un referéndum en Cataluña, dijo que no se tenia que imponer la Constitución a los que la rechazan. Este regalo es para Torra.
¿Y qué se teme en esta segunda parte del pacto que denuncia entre Sánchez y los independentistas?
Cesiones y más cesiones e indultos.
¿Un referéndum?
Lo dijo Iceta, fue quien adelantó que en 10 años habría la masa social suficiente para la independencia y por tanto para convocar un referéndum.
¿Hay que rebajar la tensión, o apaciguar, como dicen algunos?
No, lo que hace falta es hacer como Europa, derribar muros y construir puentes. Como hicimos en la transición. Necesitamos derribar muros, el odio y el rencor y construir puentes dentro de la ley. Sánchez solo dialoga y cede ante unos pocos, los independentistas. El PP propone lo contrario, dialogar con los 7,5 millones de catalanes y el resto de españoles para construir puentes de convivencia y concordia, siempre dentro de la ley.
En las últimas elecciones autonómicas catalanas ganó un partido constitucionalista, Ciudadanos, pero apenas se ha percibido. ¿Se perdió una oportunidad?
Totalmente. Ciudadanos tuvo una oportunidad, después de 40 años de nacionalismo. El cambio era un sueño para los catalanes, y al final Arrimadas no tuvo capacidad, valentía ni fortaleza para liderar el cambio en Cataluña. Es un partido que no ha sido útil para frenar al independentismo. No es relevante ni influyente en Europa, y en Cataluña tuvo la gran oportunidad y no la aprovechó.
En un informe interno del PP, se atribuye la caída del PP, en parte, a la gestión en Cataluña. ¿Qué se hizo mal?
Yo fui ministra del Gobierno de Rajoy. Aplicamos el 155 por primera vez, cerramos las embajadas, cesamos a todo el Gobierno de Cataluña y convocamos elecciones. Hicimos lo que teníamos que hacer y lo volveríamos a hacer. Nos tocó gobernar en momentos difíciles, tuvimos el gran desafío del independentismo y la crisis económica. Y en momentos difíciles hay que tomar decisiones difíciles, y eso tiene un desgaste. Yo me siento orgullosa de haber sido ministra de Rajoy y de todo lo que hicimos.
El PP desaparece del País Vasco en las generales, y en Cataluña a punto. ¿Qué falla en estas Comunidades?
Mire, cuando perdemos, perdemos todos, Y cuando ganamos, ganamos todos. En Cataluña y en el País Vasco ya teníamos menos representación que en otras partes de España, y el resultado es consecuencia del retroceso general.
¿Qué la parece que algunos candidatos, como Albiol, escondan las siglas del PP en su campaña?
No se esconde, luego al votar en la papeleta aparece con claridad el PP. Los que esconden sus siglas son los socialistas, que en muchas partes se presentan como PM, Progreso Municipal.
¿Cayetana Álvarez de Toledo era la mejor candidata como numero uno por Barcelona?
Insisto, cuando ganamos, ganamos todos. Si perdemos, perdemos todos. El PP no es de personalismos, sino de equipos, talento e historia.
Si pierden, pierden todos. ¿Y todos han pagado el giro a la derecha?
El PP está y ha estado siempre en el mismo lugar, el centro reformista y liberal. Defendiendo sus principios y su gestión de siempre. Pero han salido otros partidos y Sánchez ha utilizado a Abascal como instrumento electoral para destruir a la derecha.
Usted es cospedalista. ¿Cómo ve el futuro inmediato del PP tras el varapalo del 28 de abril?
Yo soy del PP, fiel a este gran proyecto, que defiende la libertad y la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres, el mejor proyecto para entender España desde la pluralidad. Me posicioné en las primarias, pero por encima de las candidaturas soy del PP, leal a mis siglas y a mi presidente.
¿Qué debe cambiar en el PP?
Hay que escuchar a los electores. Después del 28-A nos comprometimos a defender la unidad, con lealtad al presidente y al partido, y con más trabajo, trabajo y trabajo. No podemos desviarnos de lo que preocupa a los españoles, y más con el PSOE en el Gobierno.
Si hay sorpasso de Ciudadanos, ¿habrá tormenta en el PP?
Salimos a ganar, el PP está en pie...
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