Podemos no
deja de poner a prueba al líder socialista, esta vez con la comisión de
investigación abierta en el Congreso sobre las llamadas “cloacas del
Estado”, que está a punto de cerrar.
"Podemos ha olido la sangre pero Pedro
no se atreverá". Este es el diagnóstico de un diputado socialista sobre
el futuro de la comisión de investigación que analiza la etapa de Jorge Fernández Díaz en el Ministerio del Interior, las llamadas cloacas policiales o la también denominada Operación Cataluña. Un órgano parlamentario impulsado por los de Pablo Iglesias y que este miércoles podría vivir su última jornada... o no. Iglesias tiene un objetivo y una obsesión: sentar en esta comisión al excomisario José Villarejo y al exministro Alfredo Pérez Rubalcaba.
El partido morado puso al inicio de la legislatura mucho empeño en alargar los trabajos de esta comisión, convencido de que esas llamadas cloacas podrían sacar a la luz las tuberías más negras de eso que Podemos e Iglesias
han dado en llamar "La Trama". Instituciones del Estado, medios de
comunicación, empresas, políticos, toda una mezcla de supuestas
conspiraciones que implicarían desde La Zarzuela hasta el CNI pasando por el IBEX 35.Pero hasta el momento, en palabras de un dirigente de Ciudadanos, los trabajos de esa comisión han sido, literalmente, "un bluf". Por ella solo han desfilado el exministro Fernández Díaz y el que fuera jefe de la Oficina Antifraude de Cataluña, Daniel de Alfonso. Y hace unos días, el exdirector general de la Policía, Ignacio Cosidó. ¿Conclusiones? Ninguna, más allá de la bochornosa bronca que mantuvieron De Alfonso y el portavoz de ERC, Gabriel Rufián.
Este miércoles, no con poca expectación, por el Congreso van a desfilar los primeros superpolicías y tal vez los últimos. Comparecen el exnúmero dos del CNP, Eugenio Pino, que fue Director Adjunto Operativo; y el que fue su jefe de gabinete, el comisario José Angel Fuentes Gago. Los supuestos responsables del pinchazo de la conversación entre Fernández Díaz y De Alfonso.
Poco se espera de ello, ya que se
encuentran inmersos en varios sumarios judiciales y, es previsible,
apelarán a su derecho de defensa. Y tras este trámite, los partidos
deberían certificar la muerte de esta comisión y cerrar sus puertas el
próximo 31 de julio.
El factor Sánchez y la presión de Iglesias
Pero Podemos insiste y parece dispuesto a solicitar a la Diputación Permanente una nueva prórroga de los trabajos de la comisión de las cloacas. Dos factores han animado a Pablo Iglesias: la reciente entrevista de Jordi Évole a Villarejo y la llegada de la nueva dirección del grupo parlamentario elegida por Pedro Sánchez. El objetivo ansiado de Podemos es tanto Villarejo como uno de sus grandes avalistas en su larga y tenebrosa trayectoria, Alfredo Pérez Rubalcaba.
Sánchez ha relevado a su portavoz en la comisión de las cloacas cuando está a punto de cerrar sus trabajos. ¿O planea una pirueta junto a Podemos?
Ya hace meses, la Gestora del PSOE y el PP
decidieron evitar convertir esta comisión en un circo sobre el que
sobrevolase información más que sensible. Y los socialistas pusieron al
frente del grupo en este órgano al veterano Antonio Trevín, hombre serio militante del viejo PSOE y a próximo a Rubalcaba. En el Congreso y dado que la comisión está a punto de finalizar sus trabajos, todos daban por hecho que Trevín seguiría como portavoz hasta su clausura.
Pero para sorpresa de muchos y alarma de algunos, Trevín fue purgado la pasada semana y relevado por David Serrada. Fuentes de Podemos reconocen que Iglesias va a intentar con Sánchez una nueva prórroga de los trabajos. ¿Será la venganza del renacido líder socialista?
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MRF
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