Los piropos y las buenas palabras de Pedro Sánchez hacia el “president” se quedaron sólo en eso, en buenas palabras; los cuchillos volvieron a darse un paseo por el cónclave del PSPV.
La presencia de Pedro Sánchez en la inauguración del XIII Congreso del PSPV-PSOE parecía haber calmado los ánimos de los socialistas valencianos tras unas semanas de alta tensión.
Todo indicaba que se iba a alcanzar un consenso entre los partidarios del presidente del Consell, Ximo Puig y los "sanchistas", representados por Rafael García, alcalde de Burjassot.
Los piropos y las buenas palabras del secretario general del PSOE hacia el president se quedaron en eso, en buenas palabras; los cuchillos volvieron a darse un paseo por el cónclave del PSPV
en Elche. La negociación por la cuota de poder en el comité nacional,
máximo órgano entre congresos, fue un duro escollo que demostró que para
nada hay paz interna y que sigue sin haber un modelo donde centralizar
un proyecto socialista de cara a gobernar el país.
Y el ejemplo lo dio este sábado, Susana Díaz. Ni corta ni perezosa volvía a cuestionar la plurinacionalidad que defiende Pedro Sánchez,
su actual "jefe". "Las personas están por delante de los territorios;
nunca fuimos nacionalistas", espetó la presidenta andaluza. Unas horas
antes, en el Congreso del PSPV en Elche, el secretario
general que doblegó al "susanismo" abogaba por un país de países dentro
de un estado federal. Eso sí, no especificó qué clase de federalismo
proponía. Tan sólo se dedicó a culpar al PP por su
concepto centralista del Estado y a los separatistas catalanes por
saltarse una y otra vez la ley. No hubo ni una sola mención a que la
España de las autonomías ha convertido a este país en el
más descentralizado de la Unión Europea.
El desafío de Susana Díaz a Pedro Sánchez está sobre la mesa y puede costarle aún más disgustos al PSOE.
La presidenta andaluza se apoya en el "socialismo histórico", el
que transformó España modernizando el país y el que ganaba elecciones de
forma ininterrumpida. Sin embargo, Pedro Sánchez volvió a repetir en la apertura del congreso del PSPV
su idea de plurinacionalidad ante un público entregado, dado que parece
imponerse la vía nacionalista-valencianista en el partido de Ximo Puig. El secretario general del PSOE presentó al "nuevo socialismo", que más bien parece el viejo, aquel que venía del marxismo. Por si faltaba poco, Díaz reivindicó la figura de Alfonso Guerra, un militante histórico defenestrado por Sánchez.
Pero los datos son lo que son.
Es evidente que los socialistas tienen un lío monumental por culpa de no
ponerse de acuerdo sobre qué modelo territorial quieren para España,
agudizado por la postura del separatismo catalán y la clara decadencia
del PSC, al menos en cuanto a votos.
En el PSPV ha
habido una vía nacionalista que ha aflorado, casi siempre, en tiempos de
crisis o de grandes cambios en el partido. A más derrotas electorales
más se subía el diapasón nacionalista.
El PSPV lleva más de 20 años sin ganar unos comicios –en las últimas elecciones a la Generalitat el PP
volvió a ganar aunque no gobierna por no alcanzar una mayoría absoluta-
y aún están explotando la vía del valencianismo, que no suma, resta. A
más nacionalismo menos votos, si no se quieren dar cuenta allá ellos, indicaba este viernes un militante histórico que no quiere salir en los papeles porque no quiere que se haga más ruido.
Es más, hablar en Alicante o
Elche -segunda y tercera ciudades de la región- de valencianismo, supone
la pérdida de innumerables votos. La Comunidad Valenciana es un
territorio muy complejo con identidades muy diferentes pero que han
sabido convivir sin problemas hasta la fecha; ahora parece que algunos
políticos ponen obstáculos donde antes no lo había.
No es cierto, y los socialistas deberían darse cuenta de ello, lo que decía el viernes el portavoz del PSPV en la Diputación y alcalde de Xàbia, José Cholvi : "Un PSPV valencianista para los votantes de izquierdas".
No es, por mucho que se empeñen algunos, que la izquierda sea nacionalista. Susana Díaz explota esta vía porque parece que esta es una carrera de largo recorrido pero igual el PSOE para entonces estará aún más fraccionado y no será el referente de la izquierda, como repetía una y otra vez Pedro Sánchez en la apertura del consegero.
Por último, hubo este sábado
una resolución de apoyo al Consell por su política
lingüística respaldando los decretos del plurilingüismo que ha echado
para atrás el Tribunal Superior de Justicia.
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MRF
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