Aunque las series de la marca CSI se adentran más en el mundo de la Criminalística —ciencia que estudia los indicios para convertirlos en pruebas— la Uned sí dejará sastisfechos a quienes prefieran un enfonque más amplio como es el que forece la Criminología, que aborda los factores que influyen en la delincuencia antes de que se produzca.
Los interesados en matricularse en la nueva titulación superior pueden hacerlo partir de septiembre y hasta el 20 de octubre, en los dos primeros cursos en el nuevo grado de cuatro años de duración (60 créditos por año), siguiendo el método semipresencial de estudio y que implicará a más de cien profesores y 20 departamentos asociados. El Practicum podrá realizarse de dos maneras, ajustado a las necesidades de cada uno: virtual, a través de la plataforma de la Uned, o presencial, tutorizado por los centros asociados y gracias a la amplia oferta de convenios. Lo novedoso de este nueva titulación es el enfoque multidisciplinar, dedicado al estudio del delito y del delincuente, la víctima y el control social, así como los procesos de infracción de normas. Todo ello mediante el estudio de distintas áreas del Derecho, Psicología, Sociología, métodos de investigación social, añadiendo la globalización y el nuevo uso de las tecnologías.
Las salidas profesionales son numerosas, desde la formación complementaria en sectores relacionados con la criminalidad como fuerzas y cuerpos de seguridad, Instituciones Penitenciarias, Administración Pública y Justicia, trabajadores sociales, médicos forenses y, también, para la docencia e investigación. Estos estudios permitirán formar profesionales que aborden la criminalidad mediante un análisis sobre sus causas y elaborar así un programa de prevención y control.
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Las cifras de la planta de biomasa que la Junta de Castilla y León y Forestalia anunciaban hace un año para el Bierzo son tan atractivas —más de 70 millones de euros de inversión— y las expectativas depositadas en el proyecto tan elevadas que el Consejo del Bierzo no está dispuesto que la idea se enfríe ahora, según advirtió la consejera de Economía y Hacienda, Pilar del Olmo el pasado miércoles. Tanto es así que frente a los avisos de Del Olmo, que dio por sentada la viabilidad de la ideda que requiere financiación del Banco Europeo de Inversiones, el presidente de la entidad berciana, Gerardo Álvarez Courel, reclamó ayer «más colaboración, empeño y apoyo» a la administración autonómica para sacarlo adelante.
«La Junta debe poner toda la carne en el asador», aseguró Courel mediante una frase hecha antes de recordar que «aún entendiendo su complejidad» no puede dejarse ahora de lado una idea que la Junta ofreció a los bercianos —como «un proyecto estrella» para frenar la sangría de la minería del carbón.
Courel insistió en que otras iniciativas empresariales «más próximas a Valladolid» han salido adelante, de ahí que reclamara más apoyo a la Junta. «Con voluntad se puede conseguir todo», afirmó durante la presentación de la feria ‘Apostando pro el Bierzo. Naturalmente’ en Camponaraya.
Fue el propio consejero de Fomento y Medio Ambiente de la Junta, Juan Carlos Suárez-Quiñones, el que presentó el proyecto de Forestalia en su discurso del Día del Bierzo, en plenas fiestas de La Encina. La planta debería ubicarse en el polígono industrial del Bayo y aprovechar la masa forestal de la comarca para crear riqueza.
Gerardo Álvarez Courel también se refirió ayer a otra cuestión de actualidad sobre el futuro económico del Bierzo que preocupa al Consejo como es la situación de la central térmica de Compostilla. El presidente del Consejo, en la línea de las manifestaciones del sindicato Comisiones Obreras, también replicó ayer a la consejera de Economía afirmando que el objetivo no es mantener abierto el complejo, sino garantizar que siga funcionando.
Producir más allá de 2020
Álvarez Courel recalcó que cuando la consejera afirma que Compostilla no se cierra lo importante es «que la central esté produciendo «más allá del 2020», porque de nada serviría que siguiera abierta «con cuatro o cinco personas de mantenimiento» pero no quemara carbón autóctono ni generara electricidad. «La central abierta con personal de mantenimiento y sin producir energía no generaría ningún tipo de riqueza», zanjó.
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Con una cabaña ganadera que ronda las 12.000 reses, los ganaderos del Bierzo están sacrificando del orden de dos mil cabezas anuales en mataderos de fuera de la comarca, principalmente en Astorga y en Lugo. Es el dato más significativo del estudio económico que está realizando el Consejo del Bierzo sobre el sector cárnico con la intención de remitirlo a la Junta de Castilla y León a la vuelta del verano y avanzar en la negociación que mantiene con la administración autonómica para que en los presupuestos de la comunidad para 2018 figure una partida destinada a la construcción de un matadero comarcal.
El vicepresidente del Consejo, Iván Alonso, ha recordado que el último matadero que funciona en el Bierzo, en Toreno, «no tiene capacidad para asumir toda las matanzas» y muchos ganaderos no sólo llevan a sacrificar sus restos «a 60 y hasta a 100 kilómetros de distancia» debido a las demoras, sino que también engordan el ganado lejos de los pastos originales para ahorrarse los gastos de transporte en el momento del sacrificio.
Alonso asegura que la Junta parece predispuesta a estudiar la propuesta, aunque todavía no haya confirmado los fondos. El Consejo propone construir o adaptar un matadero comarcal, bien en Toreno si hubiera terrenos, en Bembibre o Ponferrada , que la Junta debería financiar «al cien por cien como todas las inversiones a las que se compromete con el Consejo» y dejar que la gestión recaiga en la propia entidad comarcal. «No estamos haciendo esto para sacarlo a concesión», recalcó.
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MRF
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