Los colectivos ecologistas convocantes tocaron la fibra de cerca de 1.500 personas que se manifestaron. El dato no oficial es de la policía. Como referencia, cuando la cabeza de la manifestación discurría por la avenida del Castillo a la altura de la fuente que hay cerca del colegio de la Borreca, la cola se encontraba al principio de Pérez Colino, a pocos metros de la iglesia de San Pedro.
Había muchas familias con sus hijos, gente de a pie y apenas políticos. Sí concejales de la oposición y del cogobierno de Ponferrada, pero los manifestantes echaron en falta a la alcaldesa, cuando entonaron un «la alcaldesa ¿dónde está?» o «Herrera, gandúl, el cielo no está azul». Una pancarta les daba más cera: «Como siempre, a los políticos el árbol les impide ver el bosque», se leía.
También hubo gritos para que actúe la Justicia: «Escucha fiscal, delito forestal». Y al Ayuntamiento, Junta y Gobierno central un grito que lo resumía todo: «No queremos aviones, queremos soluciones», en alusión al gasto para pagar el gran operativo de lucha contra el fuego y baja inversión en actuaciones de prevención forestal. «Con el dinero para apagar este fuego se podía pagar un vigilante detrás de cada castaño», enfatizaba el portavoz de los ecologistas.
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El Castillo de los Templarios de Ponferrada será esta noche escenario de un nuevo capítulo de la quinta edición de Masterchef, que cada domingo emite La 1 de Televisión Española. Los aspirantes a cocinero preparán un banquete para 150 personas, con utensilios y ambientación del siglo XII. Un programa grabado hace semanas que despertó gran espectación en la ciudad y cuyo resultado podrá verse a partir de las 22.05. A tan sólo unas horas de ellos, Diario de León ha hablado con la chef y miembro del jurado Samantha Vallejo-Nágera. Reconoce que ha sido uno de los exteriores más espectaculares de la temporada e invita a todos a descubrir el Bierzo a través de sus sabores.
—¿Cómo ha sido vuestra experiencia en Ponferrada?¿Era tu primera vez en el Bierzo?
—Para mí era la primera vez y me sorprendió un montón. No sabía muy bien dónde iba, no sabía muy bien lo que iba a hacer y creo que es de los exteriores bonitos que tiene esta quinta edición de Masterchef. Llegué al Castillo a las cinco de la mañana con un frío que te mueres y me encontré con todo lleno de hogueras, super bien organizado, bien decorado y tematizado de forma impresionante. Creo que es de las grabaciones que van a hacer historia en este programa. El cocinado fue increíble, con el fuego de leña, con las hachas, una cosa totalmente diferente, una experiencia única que va a ser un antes y un después en la ciudad de Ponferrada.
—¿Puedes adelantar a nuestros lectores algo de lo que van a ver hoy?
—No te puedo contar nada porque sino pierde toda la gracia. Aquí, en Masterchef, nos dejan contar muy poco. Lo único que te digo es que fue un programa muy bonito, por su temática, por el decorado, incluso por el día que hizo. La gente fue encantadora y los productos espectaculares, desde una cecina que nos estaban cortando a cuchillo y de la que todavía me acuerdo, hasta todos los productos de Tierra de Sabor. Siempre nos atienden muy bien, pero en Ponferrada fue especialmente atractivo.
—Entonces, de todo lo que probásteis ¿te quedas con la cecina?
—Sí, yo sí. Me encantó y había un cortador que la cortaba a cuchillo y me tiré todo el día comiendo cecina.
—¿Cuáles son las principales dificultades de trabajar en exteriores tan diferentes y condiciones diversas?
—Al final eso es lo que me gusta a mí, es a lo que me dedico. Mi cocina y mi cátering son exactamente eso, es una cocina nómada, con lo cual estoy muy acostumbrada, ese es mi día a día. Y así es Masterchef, un día hace calor, otro día llueve. En esta edición veréis que hemos pasado más frío en pruebas que estamos grabando ahora al final de la temporada pensando que iba a hacer calor. Y es que todo lo hacemos de verdad. En Ponferrada, los concursantes tuvieron que picar un montón de verdura a machete, cocinando como se hacía por aquel entonces, en las hogueras a fuego lento.
—Una forma de cocina arcaica que nos puede llevar a hablar del nuevo concepto, más minimalista. ¿Se ha perdido la esencia de la cocina tradicional?
—No se ha perdido porque yo creo que, al final, cualquier cocina moderna es parte de una tradición. No hay una cocina moderna y una antigua ni una nueva y una vieja, hay una cocina tradicional que va evolucionando y, con unas técnicas novedosas, los cocineros modernos hacen unos platos diferentes.
—Y ¿qué prefieren los españoles?
—Aunque la alta cocina sea una experiencia puntual, lo que le gusta al español es comer rico, comer cantidad, comer caliente, el plato de cuchara de toda la vida y saciarse.
—Tú no conocías el Bierzo y Masterchef te trajo aquí por primera vez. ¿Crees que habrá muchas personas que no han estado y vendrán tras ver el programa?
—Hay dos cosas en las que Masterchef incluye mucho: una es el lugar al que vamos cada semana, que hacemos un publirreportaje de una zona; y luego otra cosa que es muy importante que es el producto que sacamos. La gente se fija un montón en todo y lueglo lo pide.
—Y a tí, ¿te han quedado ganas de volver?
—Sí, por supuesto, quiero volver y hacerlo acompañada de mis hijos, porque es un plan muy bonito para disfrutarlo con la familia.
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