El líder de
Podemos ha podido constatar que su antiguo numero dos sigue siendo una
referencia de las bases de Podemos. Y ha decidido hacerle la vida
imposible.
Esta semana, Íñigo Errejón ha podido comprobar en dos ocasiones el "afecto" que le guarda su antiguo amigo Pablo Iglesias. Y los errejonistas
rumian en el Congreso la "venganza sin piedad" que el secretario
general está imponiendo desde el congreso de Vistalegre. Y todo, pese al
compromiso de ambas partes por la unidad y la generosa actitud, que
nadie cuestiona, del exnúmero dos y exportavoz parlamentario.
"El comportamiento de Íñigo ha sido intachable desde su derrota. Y no se merece lo que le están haciendo", asegura a ESdiario un diputado de Podemos leal al antiguo secretario político de la formación morada. Errejón ha sabido esta semana que el compromiso de Iglesias
para convertirle en su hombre fuerte en Madrid como candidato a las
elecciones municipales y autonómicas de 2019 era, tan solo, un brindis
al sol.
El Consejo Ciudadano autonómico decidió el pasado sábado explorar una posible moción de censura contra Cristina Cifuentes, tras la Operación Lezo, y Errejón fue totalmente marginado del debate.
Garzón, con el visto bueno de Iglesias, ha puesto a circular nombres como posibles candidatos para Madrid en un nuevo desaire a Errejón
Y por si fuera poco tal desaire, el mismo día, este pasado martes, Podemos decidía vetar la presencia de Errejón en la tertulia de Hora 25, en la SER, a la que asistía desde hace tres años. Iglesias ordenó su relevo por la portavoz parlamentaria, Irene Montero.
Iglesias y Alberto Garzón han constatado, no obstante, que Errejón sigue siendo un referente en las bases de Podemos
y también en el Congreso de los Diputados. Mantiene la lealtad de una
treintena de diputados y sigue siendo visto entre el resto de los grupos
parlamentarios como un interlocutor valido.
"Íñigo sabe que van a por él. Que le quieren fuera y que le van a hacer la vida imposible hasta que arroje la toalla", asegura a ESdiario uno de sus fieles. Lo último, con el visto bueno de Iglesias, el líder de IU y colíder de Unidos Podemos, ha decidido puentear los planes postVistalegre y se ha puesto a sondear ya posibles aspirantes independientes a la Alcaldía y la Presidencia de la Comunidad.
Se da la circunstancia además, que en Ahora Madrid hay una guerra frontal entre Podemos y Ganemos (IU), por la gestión de Manuela Carmena. En los últimos días, Garzón ha puesto a circular entre la bases de Unidos Podemos dos nombres-señuelo para el futuro: el exjuez Baltasar Garzón y el escritor Luis García Montero, que ya fue candidato de Izquierda Unida en las autonómicas de 2015.
Errejón ya sabe, de esta
forma, que si es candidato a algo deberá superar unas primarias con más
rivales. Nada de lo hablado en su pacto con Iglesias tras su derrota. ¿Resistirá el antiguo número dos más desaires?
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MRF
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